miércoles, 9 de diciembre de 2009

LA CALLE NUEVA O LA CUESTA DE LAS MADERAS


RECORDATORIO:
HOY Y MAÑANA SE ENTREGAN LOS LIBROS
EN EL HOTEL DESDE LAS 6 ½
Tras decir que empezábamos a recopilar información sobre el Portugalete del principio del siglo XX, nos han enviado dos catálogos de Depósitos de Maderas que existían en la calle Casilda Iturrizar, en 1912, que ofrecemos , con el interior de uno de ellos ya que ambos son iguales salvo pequeñas diferencias en los precios. Esto nos hace reflexionar sobre esta calle, de la que Roberto Hernández Gallejones escribió un documentado artículo en el Programa de Fiestas de 2007 y que esperamos incluir en la Biblioteca Digital Portugaluja.
Durante siglos la calle de la Barrera, estaba a las afueras de las murallas tras la calle Coscojales y descendía desde el cantón de Santa Clara hasta el cantón inferior continuación del actual de Salcedo, apareciendo con este nombre todavía a comienzo del siglo XX. En la última década de siglo XIX (1892) se comenzó a prolongar la calle, por la parte superior hasta General Castaños y por la parte inferior, haciendo desaparecer el juego de bolos, hasta Mª Díaz de Haro, intentando dar un mejor acceso hasta la ría (y hasta el nuevo Puente Colgante) de la carretera general de Bilbao.
Para los portugalujos fue la Calle Nueva y en 1900 el consistorio le dio el nombre de Casilda Iturrizar reconociendo la labor benefactora de esta viuda bilbaina.
En la parte alta de la nueva calle abrió, en 1904, Adrián Alberdi un taller de carpintería con almacén de maderas, que posteriormente tendría la razón social Alberdi, Beascoechea y Cía y en la parte más baja, en los terrenos de los Hnos. Valle, en 1906, el carpintero Florencio Bilbao Elorriaga, abre otra carpintería, que por el programa, después sería Bilbao, Torrontegui, San Salvador y Cª.
Y si seguimos, encontramos, en 1915 la carpintería de Francisco Araco, en el nº 11, en 1927, la de Ramón Arambarri en los números 3-5, y en 1930, a Hermenegildo Arconada en el nº 5.
Aunque a muchos portugalujos no nos guste el nombre con que le llaman los de fuera, (y muchos jarrilleros) debemos reconocer que esta calle con algo más de un siglo de existencia, ha reunido durante más de medio siglo a todas las carpinterías de la Villa.

4 comentarios:

  1. No estoy muy de acuerdo con las conclusiones de que la "cuesta de las maderas" se llame así por la existencia de carpinterias en esta.
    La existencia de carpinterías es secundaria a hecho de la existencia de astilleros en la zona,concretamente en la calle Atarazanas, que una atarazana es un astillero en tierra.
    Para hacer un barco de la época , logicamente se necesitaban maderas, pero tambien para botar el barco.
    Desde la calle atarazanas a la ria, se colocaban maderos para que la embarcación se deslizase y llegase al agua, esta acción de poner la calle llena de maderas, es por lo que se ganó el apelatibo de "cuesta de las maderas", según me contaron, antiguos residentes en la zona, y que doy mas verosimilitud, si fuese por la existencia de carpinterias, logicamente se llamaría la calle de las carpinterias.
    Esta calle, mi calle, se llamó , la calle de la barrera, en un principio, por la existencia de esta para permitir el paso a la Villa, la cuesta de las maderas, para los de Sestao, según mis ancestros y la calle nueva, por ser la primera asfaltada con galipot de la Villa.

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  2. Esto me recuerda que en el casco viejo de Bilbao, debajo del nombre de algunas calles, se indica, por ejemplo, algo así: Calle sombrerería. Su nombre se debe a existir antiguamente muchos establecimientos comerciales dedicados a …..
    En el citado artículo del archivero se dice también que existía “un terreno dedicado a astillero sito en el cantón del norte”.
    A pesar de estos precedentes a mí tampoco me agrada oir a algunos portugalujos, cuesta de las maderas.

    Juanjo

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  3. En la partida de nacimiento de J.A. Zunzunegui, en diciembre de 1900 se dice que nació, en la calle de la Barrera nº 2, 2º, y luego él escribía: Yo he nacido en la Calle Nueva, junto al cantón del muelle…
    Los portugalujos podemos, en un momento dado, llamar a una de nuestras calles con el nombre que queramos (y me estoy acordando de callejón del Muerto, Diego Valor, Parque de los monos, o lo que sea), pero permitir que vengan de fuera a cambiártelo, no. Hasta aquí hemos llegado¡

    Jorge

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  4. Hasta cuando el nombre de la calle Carlos VII, un pretendiente ultra que bombardeó Portugalete en el XIX y como agradecimiento los concejales carlistones le dedicaron una calle, que despues de muchos años todsvia se encuentra viva. Es tan absurda como dedicar una calle a la legíón Condor que tambien bombardeó Portugalete cuando la guerra.

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