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miércoles, 3 de septiembre de 2025

LOS PUESTOS AMBULANTES DE CARAMELOS (11). LA ANTIGUA CANTINA DEL APEADERO DE LA CANILLA

 


Del trabajo sobre los puestos ambulantes de caramelos de José Luis Garaizabal, nos detenemos hoy en el matrimonio Victoria García y Severiano Baza.

Victoria García González, nacida en 1916 en Calezuela (Toledo), llegó a la Villa sobre 1954. Había contraído matrimonio con el vallisoletano Severiano Baza Maroto (n. 1912), residiendo en la calle Coscojales nº 5 y luego, en La Florida núm. 21.

Tras tener un puesto de caramelos en la Plaza del Solar, pasaron luego a llevar los negocios del apeadero de La Canilla, donde el matrimonio regentó su cantina, así como otro de venta de caramelos y periódicos.

También, montaron en un local anexo, una pequeña librería que era atendida por su hija Andresa Baza, quien nos ha facilitado los datos y fotografías de ambos con el puesto de la estación al fondo y atendiendo el mostrador, a través nuestra infatigable colaboradora, Maite Álvarez.

Maite también nos informa que en las cercanías de la pastelería La Selecta, ponía su puesto de caramelos una señora llamada Isabel Uribe Puente, apodada “la patacha” (derivado de “tabla con patas”). Había nacido en Portugalete en 1891, con domicilio en una buhardilla del cuarto piso del número 1 de la Travesía de Santa Clara (encima del bar Arrieta). Como otras viudas, se ganaba la vida con su puesto de caramelos. Fue la amama materna de nuestro amigo Francisco Javier Llona “Kaza”, cuyos padres Patxi y María Luisa vivieron en Santa Clara nº 1 y luego en la calle Bailén nº 8. A pesar de nuestros intentos, no hemos podido conseguir ninguna foto de Isabel que pasó sus últimos años ingresada en el Hospital-Asilo de San Juan Bautista.

 

 

2 comentarios:

  1. A falta de fotos, pueden añadirse otros datos. Isabel era viuda de Eduardo Ramón Urlecea, que murió tuberculoso en la prisión de Camposancos (Pontevedra) en 1941, cuando cumplía los 12 años de condena que la "justicia" franquista le impuso por haber sido guardia cívico en Portugalete, durante la guerra civil. Isabel también había sido juzgada en consejo de guerra en 1937 y sentenciada a 6 años por "excitación a la rebelión", lo que la llevó a la prisión de Saturraran, a que le embargaran sus bienes y se le abriera un expediente de responsabilidades políticas, sobreseído en 1943.

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  2. Muchas gracias por tus datos. Una vez más, se confirma que muchas mujeres encontraron en sus modestos puestos la forma de salir adelante tras pasarlas "canutas" durante la guerra y la posguerra.

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