Estamos preparando estos días el capítulo referente a la vida comercial en PORTUGALETE 1900-1920, el próximo libro de la colección el mareómetro,.
Entre las noticias que se recogen están las
páginas que el Anuario Comercial de 1913, le dedicaba, con sus profesionales,
comercios e industrias.
Recurrimos al Archivo Histórico Municipal
donde Roberto Hernández Gallejones,
nos facilita dicho ejemplar, y luego buscamos correspondencia y solicitudes que
lleven el membrete comercial que ilustren los nombres que se citan.
Así recogemos el anuncio del GRAN HOTEL
PORTUGALETE (“situado en el Muelle”), donde “se sirven almuerzos y comidas en
su hermosa Terraza, sobre la ría, junto al gran Puente Vizcaya, desde donde se
ve la entrada y salida de buques y se admira un magnífico panorama”. (O sea
como ahora 100 años después, aunque por efecto del marketing se haya añadido a
su nombre, PUENTE COLGANTE, nuestro patrimonio de la humanidad). Es curioso
seguir leyéndolo completo, pues está claro que el anuncio iba dirigido a los
“señores viajeros”.
Ya en el libro de la Colección Portugalete,
años 20, recogimos el anuncio publicado en 1927 en Vida Vasca, (a la derecha),
pero en ninguno se hacía referencia a que era el centro diario de reunión de
muchos portugalujos. Hoy un siglo después el colectivo de gente del mareómetro
(750 es la cifra de sus suscriptores) se siguen reuniendo aquí anualmente para
presentar sus libros o actividades.
Al margen de que coloquemos su anagrama y
enlace de Internet, a la derecha de estas líneas, aprovechamos para agradecer a
la dirección del Hotel, en la persona de Ricardo Campuzano, su decidida y
entusiasta colaboración con todo lo que represente la cultura portugaluja.
Bajo estas líneas otros anuncios de aquella época que nos traen recuerdos, como el almacén de vino de Acha en el Ojillo, (medio siglo después seguíamos yendo a llenar el garrafón de vino), la canción de Coscojales con “guitarras donde Bazán”, (a nuestro buen amigo Roberto todavía le damos el apelativo de “el de Bazán”), o el nombre de Fernando Landáburu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario