Ahora que tanto nos preocupa
a todos el futuro del Casco Viejo, vamos a dar entrada a uno de los expedientes
existentes en el Archivo Histórico Municipal, y que su responsable Roberto Hernández Gallejones, nos ha
enviado como interesante.
Es importante, ahora que
hacemos proyectos de futuro, conocer de donde venimos, nuestro pasado.
La fotocopia que nos envía
corresponde a un expediente de los años 1884 a 1887, con los nombres de los vecinos de
la calle del Medio “que se dedican a
recibir huéspedes en sus domicilios y que están obligados a dar parte diario de
la entrada y salida de los mismos a la referida Alcaldía, así como también de
los que tienen establecimientos de bebidas, comidas, cafés, billares, casas de
prestamos y prenderías”.
Llama la atención que había once tabernas, en los números 1, 12, 20, 24, 27, 28, 29, 31, 34, 36 y 38, así como tres confiterías,
la de Francisco Urizar en el nº 3, Emeterio Busto en el nº 14 y Marcos
Larrañaga en el nº 22. De este último ya hablamos en una entrada anterior y cómo
sus sucesores fueron los Mendizabal, y de Emeterio Busto, sabemos que solicitó
su apertura en 1864 cuando tenía arrendado un piso y tienda “en la casa recientemente construida por D. Máximo
Carranza” según exponía.
Referente a los vecinos que
recibían huéspedes en sus casas su número asciende a la treintena y algunos tenían
también taberna donde se podía comer como el caso de Agustina Ojeda y Benito Olejaga, en el nº
12 bajo y primer piso, José Pujana en el nº 20, Manuel Urzay en el nº 28, Domingo Urioste en el 31 y Severo Urzay en el 38.
Como no disponemos de
fotografías o grabados de aquella época hemos recurrido a una foto de hace unos
70 años y otra actual de las preciosas que nos ofrece Andoni a través de
facebook.
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