La publicación en el blog
“Monografías Históricas” de una inédita y magnífica fotografía que muestra
Portugalete desde Las Arenas, abarcando desde el muelle viejo hasta la calle de
la Barrera y que se puede fechar en los años anteriores a 1871, ya que no
figura la mansión de Manuel Calvo, me ha animado a retomar un pequeño trabajo
pendiente sobre la antigua bolera que estaba en el solar donde se edificó el
Mercado de Abastos en 1915.
En la citada fotografía que se
puede observar en su totalidad en el citado blog, (ver) muestra en la parte derecha
una serie de edificios, hasta ahora no reflejados en ninguna fotografía
conocida, salvo sus tejados, entre los que se encontraría el “juego de bolos” y
el tejado del lavadero de Coscojales.
En el plano custodiado en el AHMP
(C091-024) de 1891-1893, ya habíamos advertido la situación de un “juego de
bolos” y solo disponíamos de la información que nos dio el difunto César
Saavedra en su obra “Origen, vida y
costumbres de la N. Villa de Portugalete” de 1967 referente a sus gestores:
la gipuzkoarra Telesfora Soroa y el comerciante bizkaitarra Joaquín de Ureta.
En la lista de cofrades de la Cofradía de San Crispín y San Crispiniano en los
años 80 y 90 del siglo XIX, figuran Joaquín de Ureta y un Francisco de Ureta, así como años más tarde en los primeros años del siglo XX, su hijo
Francisco. Estos, organizaban la comida anual y tenían como sede, la tasca y
bolera que regentaba Telesfora.
A ellas se accedía entre el lavadero
y la tapia de los Valle, habiéndose convertido en el retrete de lavanderas y
paseantes en general. Existe una carta de Joaquín Ureta al ayuntamiento
maldiciendo a todos los meones, amenazando con perder algún día la paciencia
que podría acabar en una desgracia.
La bolera lindaba por la parte
superior, con el muro que cerraba la Barrera a la altura del actual paso de
peatones que se encuentra junto al mercado y el Batzoki, adosada al cual se
encontraba la fuente de la Barrera.
Paralelamente discurría la cloaca
que bajaba desde Atarazanas y por la parte inferior, con la tapia de la finca
de los Valle.
Es de suponer que estuviese
cubierta por alguna tejavana baja, aunque en el plano solo se señalen los
muros.
Nada se sabe de la modalidad a la
que se jugaba, si esta sería originaria de las localidades natales de los
esposos, Aduna (GI) y Larrabetzu (BI) respectivamente, o si era alguna
modalidad propia, pero dadas las dimensiones de la bolera, que mediría unos 20
metros de largo por unos 6 de ancho (siempre que la cloaca pasase bajo la
bolera, si no sería la mitad), habría que descartar las modalidades que
necesitan un espacio amplio al que saliesen lanzados los bolos tras ser
golpeados por la bola del lanzador (pasabolo, cachete, etc.) o los que
necesitan gran altura para el lanzamiento de la bola (el foráneo palma).
Si se tratase del estilo de
Gipuzkoa, sería necesario un bolatoki de unos 25 metros, donde en un extremo se
colocarían los bolos en un total de nueve (tres filas de tres) y en el otro
extremo el bolari o tirador del bolo de unos 7 kilos que haría rodar por el
suelo hasta golpearlos en el otro extremo. Para obstruir el tiro se colocaba
junto al recorrido ideal, un bolito pequeño que no debe ser tocado para evitar
la penalización.
Cuando los vecinos de los
caseríos coincidían el domingo en la misa del barrio era siempre un buen
momento para hacer unas tiradas y jugarse unos txikitos. Las sidrerías eran
también un lugar propicio para estas competiciones y así no había sidrería que
no tuviera un cuidado bolatoki para sus clientes. (www.Kulturweb.com)
Si hablamos del estilo de los
alrededores de Larrabetzu, se trataría de la modalidad conocida como “Remonte
con muna” (foto izda.) o de la “Iru txirlo común” (dcha.). (www.bizkaia.eus)
Como hemos dicho, no se puede descartar alguna variante propia o de los
alrededores.
La bolera fue derribada en 1892
como consecuencia de la apertura de la calle de la Barrera hasta Mª Díaz de
Haro y hasta General Castaños, dando paso a la conocida por los portugalujos
como “calle nueva”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario