Hace unos días, Antón Sopeña gerente del bar TXIKI sito en la Plaza del Solar, nos
ha hecho partícipes de un dietario MYRGA que su abuelo, Juan Sopeña Sasía, llevó desde 1951 a 1956 y que constituye una
pequeña joya de la historia portugaluja.
El bar CHIQUI fue fundado en 1946 y antes
de pasar a la actual ubicación en el local donde estuvo el recordado bar EL
COCINERO, aquel de los huevos rellenos, los riñones fritos y las gambas a la
gabardina, ocupaba un alargado local en los bajos de la gran casa que fuera del
marqués del Puerto que llegaba desde Salcedo hasta la Plaza, hoy Centro Cívico.
Situado en un lugar privilegiado bajo
los arcos, vivía fundamentalmente de la clientela que se congregaba alrededor
de la plaza, ya fuese para acudir al mercado, bailes, conciertos, concursos,
regatas, etc.
Con caligrafía esmerada fue plasmando
día a día las cuentas del negocio y también una serie de detalles de la vida de
aquellos años de posguerra. Por ellos podemos saber a qué hora empezaban y acababan
los conciertos la Banda o si debido al mal tiempo se veía obligada a tocar en los soportales del
mercado. También conocemos detalles del chicharrillo con la música en modalidad
banda, “radio” o “altavoces” y como la gente se quedaba sin baile por
celebrarse la Semana de Pasión o por falta de autorización para instalar los
altavoces.
Otro tipo de anotaciones eran referentes
al tiempo atmosférico, ya que influía y mucho en la marcha del negocio. Ahora,
que en cuanto han caído cuatro granizadas se han llenado las redes sociales de
fotos de la plaza, no sé qué habría sucedido en aquellos fríos meses de Enero y
Febrero (51-54-55 y 56). Juan como si fuera el “hombre del tiempo”, nos
describe la plaza toda blanca (54) y como había sido necesario el trabajo de 7
hombres para limpiar la cuarta parte de la misma. Igualmente se detallan
grandes lluvias torrenciales que originaron inundaciones por toda Bizkaia y como
el 6-6-53 fue necesario reforzar las amarras de los barcos en la ría y dejar abierto
el puente del ayuntamiento de Bilbao por si algún barco rompía amarras;
temperaturas hasta -4º (54); eclipse total de luna el 29-1-1953; galernas (54 y
55); el típico sirimiri; granizadas; los apagones de luz de hasta 9 horas y
otro día en 1956 donde se produjeron 10 apagones y lógicamente no hubo
altavoces; también confirma que llovió, siguiendo la tradición, el día San
Jorge (52, 53, 54 y 55).
Si el tiempo condicionaba la afluencia
de gente, no lo eran menos las fiestas, espectáculos, regatas en los pueblos
limítrofes o el desplazamiento a La Florida o San Mamés. Las anotaciones de
ventas entonces descendían notablemente. Con precisión anotaba las ventas de vino,
botellines, copas de sidra, pellejos de vino, barriles de cerveza (1º en 1955),
precio de algunas bebidas (cerveza a 1,90 ptas.), barriles de sidra por la que
se ha hecho famoso el bar sirviéndola fresca y a presión en las copas que hoy
conocemos o el blanco Solera, ambos anunciados tras la barra. Por ejemplo, el
día de Santiago de 1954 anotó: 85 litros de vino, 200 botellines, 270 cañas,
442 sidras, 116 gaseosas, 29 litros de vino blanco y 140 bocadillos.
En el dietario quedó reflejada la vida social
de la villa: Inauguración del Campo de La Florida (51); depósito de agua de San
Roque (54); apertura bar en el hotel (55); centenario del General Castaños
(52), discursos y conciertos en el Cine Mar; la huelga de txikiteros (51) que
sufrían los bares que habían subido por encima de 0,40 céntimos y como los de
General Castaños cobraban 0,40 y habían cambiado el vaso grande por otro más
pequeño y como ellos tuvieron que bajar el precio del txikito; el naufragio de
un pesquero de Ondarroa (55); el ancla que arrancó el cable submarino quedando
todo a oscuras hasta las 18:30 (53); las huelgas por la carestía de vida (51);
los despidos de trabajadores por no trabajar destajos (56); resultados de
futbol señalados, como el ascenso del Portu a 3ª tras ganar 2-0 al Santoña; el
7-0 que le metió el Athletic al Valencia (54); regatas; danzas; concursos de
pájaros cantores (52); de vestido barato (56); de cantante desconocido (54);
concierto de ochotes (56); tamborrada (51); los concursos agrícolas y de ganado
vacuno; entierro de Ruperto Medina (51); “La espuela”, cuestación pro Asilo en
el bar Paco (56); procesiones; acrobacias aéreas y de Vespas (56), etc.
Dada la época, se celebraban todas las fiestas
franquistas, algunas de ellas recuperables laboralmente, como el “Día de la
victoria” (1 de Abril), el “Día de la Unificación” (19 de Abril), el “Día de la
Raza” (12 de Octubre), el del Caudillo (1 de Octubre), el del Trabajo (1 de
Mayo), “liberaciones” de Bilbao y Portugalete (19 y 26 de Junio), etc.
Dentro de las fiestas locales, además de
las clásicas, nos llama la atención la de San Nicolás en el Muelle Viejo (53); fiestas
de La Cruz en la Ranchería (53); Santa Rita patrona de las “chachas” (27-4-56);
Santa Lucía, de las modistillas (13 de Diciembre), el adelanto de la Virgen de
la Guía al día 30 por caer en domingo (56) o el retraso
de San Roque que se cambió al día 17 (53).
Lo dicho, un delicioso paseo por
aquellos seis años gracias a la amabilidad y confianza de Antón Sopeña.
JOSE LUIS GARAIZABAL
Fotografías:
Colección Edu Benito
Díaz de Mendívil, programa de fiestas 1960 y Jose Luis Garaizabal
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