A la hora de escribir sobre nuestros
recuerdos, nos habremos ido a relatar nuestras libaciones y andanzas por donde
Angel, ARRIETA; donde Mari, La CHURRERA; por donde Justo, el METRO; el Portu,
el Faro, la Posadilla, el Minuto, el Baserri,… lo fácil, pero olvidamos los
locales de asientos tranquilos, de conversación afable, de tertulia de amigos,
de silencios con novios/as,…
Ese el caso de el CROMWELL PUB, un
nombre poco portugalujo, pero lo adoptamos como uno de nuestros rincones de
calma. Decía antes, el pub era lugar de murmullo, de conversación afable, con
novios/as, y así era: todo lo más que veías, o esperabas, era canjear algún
beso furtivo. Pero no, no era ese el ámbito adecuado para darnos el lote. Eso
ocurría en otros lugares, no diremos dónde. ¿A que no?
El CROMWELL está situado en un pasaje
discreto, estaba en la calle Cristóbal Mello nº12 que, antes, creo, era la
calle de El Cuervo. Bien, parece que evocaré otro recuerdo escondido. Ah! la
calva y estas canas...
Caminé ante su fachada. El CROMWELL está
cerrado. Su hechizo, como pub de estilo británico, con clase, acogedor y con
buena música, ya no está donde solía.
Las ventanas con vidrieras sencillas
plomadas divididas en cuarteles amarillos y transparentes, unidos por varilla
de plomo. Los asientos, las mesas y las lámparas, ah! qué pies de lámpara,
vientos de banda y orquesta. Los cuarteles de telas escocesas con los apellidos
representados… y no puedo olvidar, era fumador, al camarero retirando el
cenicero con cada cigarrillo consumido.
Tampoco omito que el pub no era lugar
para gansadas. El barullo era alejado por el simple conocimiento del precio de
la copa de vino.
No es éste el lugar para hablar del
titular nominal del local, muy discutido entre sus coetáneos y paisanos
posteriores, que murió de malaria.
El CROMWELL era frecuentado por
espíritus libres, progres y alternativos.
Era ideal para quedar con gente, charlar
y tomar algo. Quedábamos también a veces como colofón de alguna comida ó cena
especial, de amigos o de colegas de trabajo. La "espuela".
Pasear por delante se ha convertido en
un momento triste.
Martintxu
No es por meter el dedo en el ojo de nadie, pero el Kromwell no estaba en Cristóbal Mello sino en la calle Pedro San Martín. Echo en falta el nombre del interiorista que lo diseñó, del dibujante que puso los nombres de las familias escocesas a las que pertenecían las telas expuestas en cuadros y de dónde procedían los instrumentos musicales que hacían de pié de las lámparas. Tasio.
ResponderEliminaredu burgos tuvo mucho que decir en el diseño
ResponderEliminarEduardo Burgos Marín, hermano de Juan Luís, Rodol y Javi.
EliminarHola, Tasio, no recuerdo la c/Pedro San Martin, mi memoria ha flojeado y agradezco la aclaración.
ResponderEliminarJavi Huici habla de Edu Burgos en su comentario, creo que así fue: la decoración la realizó él.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEl relato de este fin de semana, como todos ellos recogen recuerdos de otros tiempos, que nos resultan muy emotivos y entrañables. No tiene nada que ver con los rigurosos trabajos de investigación que realiza Tasio, pues son otra cosa.
ResponderEliminarDe todas maneras su situación es esquina de Almirante Cristóbal Mello con Pedro San Martín, por donde tiene su entrada (actualmente cerrada). Esta calle antiguamente era el camino de El Cuervo. Fue el 23 de setiembre de 1968, según nos indica José Manuel López Díez, en su Diccionario Histórico de las calles de Portugalete, cuando el ayuntamiento le puso Pedro San Martín. Hasta entonces también se le conocía como cuesta de Chávarri.
A algunos todavía nos sale lo del Cuervo.
Hola a todos. Yo trabajé en la empresa SACON (Servicios Auxiliares de Construcción, S.A.) cuyo dueño Javier López era a su vez dueño del Cronwell. La empresa SACON estaba en Cristobal Mello, 5 por lo que ese Pub no podía estar en esa calle. Estaba a 2 pasos pero en otra calle. Un placer recordar algo que pasó hace muuuuuuuucho tiempo. Yo tenía 20 años y ahora tengo 65. Casi nada. Un saludo
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