martes, 24 de julio de 2018

EL HOSPITAL DE SAN JUAN BAUTISTA PRESENTA SU MEMORIA ANUAL DEL EJERCICIO 2017






Tras la celebración de la festividad de San Juan Bautista con la serie de actos celebrados en su hermoso jardín, ha visto la luz la MEMORIA ANUAL que esta Institución tan portugaluja ha presentado para que sus cuentas y sus actividades sean conocidas por todos, por lo que nosotros la ofrecemos en la Biblioteca Digital Portugaluja.

La portada nos muestra sobre la foto de su fachada actual los planos de su edificio inicial a principios del siglo XX, y bajo ella el plano del proyecto actual en la que la fachada se ve modificada por la incorporación de un ascensor de cristal que salve la barrera arquitectónica que suponen las escaleras desde la calle a su entrada principal.

En la presentación de dicha MEMORIA se nos anuncia que los miembros de la Junta han dado paso a una profunda reflexión sobre la situación de nuestra Institución y su futuro.

Debemos recordar como a principios del siglo XX, cuando se construyó el edificio, su misión era atender a los pobres y a los enfermos portugalujos esperando la contribución caritativa de todos los vecinos y contando con la dedicación de la congregación de religiosas y del ayuntamiento que ponía a su disposición la atención de los médicos municipales.

Con el paso del tiempo y la mejora de la sanidad pública, se abandona la función de hospital y se trasforma únicamente en Asilo para atender a los más desfavorecidos basándose fundamentalmente en las aportaciones de recordados benefactores y la colaboración en la gestión de todo tipo de profesionales.

A lo largo del siglo la trasformación del funcionamiento de la Institución empieza a ser evidente. Se exige una cuota a los residentes que puedan pagarla, se contrata personal para complementar a las religiosas, cuya edad cada vez es mayor y su número menor, el servicio médico tras pasar cuatro décadas en manos del Dr. Alday, de forma totalmente altruista, se tiene que contratar, así como la gestión contable y de nóminas que obliga además a realizar auditorías oficiales, y todo tipo de servicios de mantenimiento necesarios en una moderna residencia de ancianos y que han hecho aumentar considerablemente los gastos fijos.

Apoyado en benefactores, el edificio amplió también una altura, dando entrada así a portugalujos que sin ser los tradicionales pobres ocuparían la nueva planta considerada ya de Residencia como empezaba a exigir la sociedad de la última parte del siglo pasado. La aportación en esta planta a pesar de ser superior al resto también era inferior a las residencias privadas del entorno e inferior al costo que suponía. Todo ello ha hecho que estos vayan creciendo de manera superior a los ingresos.

Si los ingresos por cuotas de los residentes han venido siendo en torno al 50% de su costo, el resto procede de los rendimientos del patrimonio financiero, (cuya caída en los últimos años es de sobra conocida) y del arrendamiento de los inmuebles. Estos exigen cada vez más una inversión mayor en su mantenimiento dado la antigüedad de los mismos. En este sentido sobre el edificio emblemático de la casa Vicuña se ha iniciado las gestiones para la posible división de sus pisos, de excesivas dimensiones y que dificultan enormemente su alquiler teniendo algunos vacíos.

Todo ello y ante el desembolso que va a ser necesario realizar para la construcción del ascensor de acceso a la entrada principal y otros proyectos como el cambio a gas del funcionamiento de la calefacción y cocina, obliga a analizar estos problemas de financiación, y estudiar la forma de equilibrar los gastos con los ingresos, sin olvidar la forma de reforzar la gestión diaria de la Institución.

Es obvio que esta se va haciendo cada vez más compleja y exige más dedicación para poder cumplir los mayores requisitos que la normativa foral exige, con sus correspondientes inspecciones, en beneficio de los residentes y que la buena voluntad de los miembros de la Junta cubre con ciertas lagunas que será necesario cubrir con personal externo.

Esta es la situación que la Junta de Caridad ha trasladado a la Junta de Patronos, para afrontarla en los próximos ejercicios si no queremos encontrarnos con situaciones no deseables, y que al igual que en los últimos años se tuvieron que actualizar los estatutos o adecuar las cuentas a nuevo plan contable, se tendrá que replantear la MISION de la Fundación ya que se está asumiendo de buena forma y con mucha voluntad competencias que ya en el siglo XXI las tienen establecidas organismos oficiales como son los Ayuntamientos, la Diputación o el Gobierno Vasco.






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