lunes, 4 de marzo de 2019

MUJERES PORTUGALUJAS: MIREN VICUÑA Y DE LA HORMAZA (1913-2001)


Vamos a sumarnos a las actividades de las mujeres en pro de la igualdad, dedicando esta semana las entradas de este blog a la mujer portugaluja, empezando hoy por esta que nos honró con su amistad y a la que hemos incluido en el Diccionario Biográfico Portugalujo como benefactora.

Era hija de Ramón de Vicuña y Epalza, y de Eloisa de Hormaza y Calvo, que vivían en el muelle Nuevo en el ala noroeste de la casa de Epalza con la capilla de Santo Tomás en el centro, y que en 1915 construyeron la magnífica casa sobre el terreno que había ocupado el balneario del Salto y que luce su escudo familiar.

Como miembro de esta familia profundamente nacionalista y católica (el salón de su casa servía de capilla con su altar como vimos en la entrada anterior) sufrió las consecuencias de la guerra civil y muerto su padre en 1935, ella y su madre tuvieron que ir al exilio encontrando a su regreso su casa totalmente esquilmada e incautados sus bienes. Ella fue multada con 100.000 ptas. y su madre, juzgada por la ley de responsabilidades políticas, tuvo que pagar la misma cantidad para recuperar la libre disposición de sus bienes.

Casada con Manuel Zabala y Aqueche, hermano de Mari la esposa de José Antonio Aguirre, luego lehendakari en el Gobierno Vasco, formó parte con su marido de la Junta de Patronos del Santo Hospital de San Juan Bautista trabajando por esta querida institución donde dejó la huella de un buen trabajo, su impronta femenina y su amplia generosidad. Al quedarse viuda, sin hijos, pasó los últimos años de su vida en esta residencia a quien tuvo en cuenta en su testamento donándole además su edificio del Muelle Nuevo.

En los últimos años de la dictadura apoyó económicamente a la parroquia de Santa María en su proceso renovador, a cuyo museo donaría también el altar de su capilla familiar, así como al movimiento de las ikastolas. La ikastola Errikoa recibió un importante donativo que le permitió afrontar la compra de sus locales en la calle Cristóbal Mello y que al disolverse por integrarse en la red pública se donaron al citado Hospital con la condición de que se siguiera impartiendo en sus locales la enseñanza de euskera para adultos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario