En nuestro archivo fotográfico siempre ha habido ausencias significativas que echamos de menos, como pudiera ser la ermita del Cristo o la furgoneta de las gaseosas Sirimiri del Ojillo.
Hoy subsanamos una de estas faltas al cedernos Marivi Gutiérrez su álbum familiar donde aparece el tantas veces cantado “cacharro Sirimiri”.
Al margen de que volvamos con otras fotos más que nos ha cedido, ofrecemos hoy ésta, fechada el día de San Roque de 1959, ya a punto de cerrar el negocio, donde figura su matrícula BI-5563 y donde asoma en la puerta el nombre de Sirimiri y a la derecha la desaparecida ermita.
Y no nos olvidemos de las de Berriatua en la calle Correos
ResponderEliminarAclarar que esa ermita es la de San Roque, se reconoce bien por sus bancos, sobre todo quienes pasábamos cuatro veces al día para ir de casa a clase y viceversa. La casa del fondo pertenece a Carlos VII.
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