Javier Franco, nos recuerda que según la documentación antigua, existía tras la fundación de la Villa una “rivera de las venas” (puerto de embarque del mineral de hierro) en la zona que luego conocemos del muelle viejo y una “rivera del pescado” más hacia la plaza del Solar. Los caminos de bajada posible serían dos: uno extramuros de la Villa como recrea la imagen superior, donde se ven los montones de mineral apilados junto a la ría y las barcazas, y otro que bajaba desde el Campo de la Iglesia por empinadas sendas. De este último, se constataron en las últimas excavaciones arqueológicas de 2022, cerca de la iglesia de Santa María y bajo las huertas de Salazar, depósitos de mineral de hierro (siglo XIII) anteriores a la fundación de la Villa.
Por otra parte, en la
parte alta de Portugalete (en la zona del actual Ballonti) existía una ferrería
de monte donde antes de la fundación como Villa se había asentado un maestro
ferrón cerca del viejo camino de entrada a la puebla y su tradicional puerto de
embarque de mineral, asegurándose así el aprovisionamiento de materia prima
para su taller ferrón.
Por desgracia hoy en
día no quedan más que restos descontextualizado de las primitivas escorias,
pero existe un documento de 1682 que narra como se le dona al cura de Santa
María unas viñas en el lugar ubicado entre dos referencias bien conocidas en la
época y muy antiguas, entre el “camino viejo” (actual salida de Portugalete) y
la zona conocida como “el escurial” (un pedregal lleno de desechos de
primitivas fundiciones). Hubiera sido la instalación de este tipo más próxima
al mar del País Vasco.
Este domingo 17 de
noviembre de 10 a 15 horas frente al museo RIALIA se va a reproducir un taller ferrón
medieval, poniendo en práctica el método perdido que fue utilizado para “fundir”
hierro a mano durante unos 2000 años en nuestras primitivas ferrería o haizeolak.
Será una experiencia interesante digna de presenciar.
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