La foto superior, coloreada y dada vida para esta ocasión, apareció en el programa de fiestas de 1932, acompañada de las tarifas de precios por los servicios que también recogemos.
Por su parte el Noticiero
Bilbaíno del 5 de julio anunciaba: La playa se anima. Continúa la afluencia de
gentes a nuestra pequeña y bien orientada playa, donde tan agradablemente
trascurren las horas en esta época estival.
Solo falta que aquel
amable rinconcito de la costa tenga todo el atractivo que de él cabe esperar, cuando
esté montado el servicio de baños de ola y duchas que acordó implantar el
ayuntamiento. Es muy posible que para el domingo próximo estén ya colocadas las
doce casetas mandadas construir, aunque su funcionamiento, por razones de
índole administrativa, haya de retrasarse unos días más.
Como vemos el
servicio municipal alquilaba traje de baño, gorros y toallas, siendo distinto
si se hacía por la mañana o por la tarde.
Y a vueltas con las diferencias entre hombres y mujeres, parece que ellas no tenían necesidad o derecho a ducharse. Menos mal que desde hace tiempo, al menos respecto a la ducha, tenemos la misma necesidad o derecho. Bonita entrada.
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