jueves, 28 de abril de 2016

TRAINERAS PORTUGALUJAS DE LOS AÑOS 20: SAN ROQUE EN 1929



En 1929, vuelven a aparecer en las regatas de la ría, bogando en la “Virgen de la Guía”, clasificándose primeros y batiendo el record que ostentaba Ciervana desde el año anterior.
Al domingo siguiente compitieron Portugalete y Santurce, cambiando las traineras. Venció Santurce con la “Virgen de la Guía” sobre Portugalete con la “San Roque”, pero los 3 segundos no fueron suficientes para superar los 20” que Portugalete sacó la semana anterior.
El patrón portugalujo, Aurelio Llanos, llegó a hombros hasta el ayuntamiento y precedidos de la Banda de Música, siendo aclamado cuando mostró los trofeos desde el balcón. Uno de ellos fue la Copa de Rey, ganada en propiedad.
Al mes siguiente, en el Café de la Unión, se le entrego a Aurelio Llanos un cronómetro de oro costeado por suscripción popular. Realizó la entrega Federico Sánchez Vallejo, junto a unas palabras de encomio para los remeros portugalujos y su bizarro patrón.


JOSE LUIS GARAIZABAL

miércoles, 27 de abril de 2016

RECORDANDO EL BALONCESTO PORTUGALUJO



Uno de los temas pendientes en nuestras publicaciones, aunque se ha recogido esporádicamente, es la historia del baloncesto portugalujo que como dice José Luis Zubizarreta, actual presidente del Club baloncesto Oribeltza Portugalete, hoy está más vivo que nunca.
Este deporte en sus comienzos en Bizkaia tuvo una de sus referencias importantes a nuestro equipo local, que al decir de uno de aquellos pioneros bilbaínos, imponía verdadero respeto a sus rivales.
Como principio a este deseo nuestro, y homenaje a sus pioneros portugalujos, recogemos hoy dos fotografía del equipo de hace tres décadas cuando jugaban en el equipo menesiano del colegio Santa María, que nos ha facilitado uno de sus componentes Toño Guijarrubia.




martes, 26 de abril de 2016

COSTUMBRES PORTUGALUJAS: LAS TERTULIAS Y COMIDAS DEL HOTEL


El HOTEL ha sido durante un siglo centro de reunión de los portugalujos, tanto para comidas de celebraciones, bodas, bailes, tertulias, partidas de dominó o ajedrez, etc.
Esto nos viene a la memoria ante la foto que nos facilita Manuel Arnáez Moral con un grupo de farmacéuticos y amigos que se juntaban una vez al mes para comer.
Entre los nombres que se pueden encontrar están los farmacéuticos, Arnáez, Zunzunegui, Aniel Quiroga, o Basterrechea, y otros portugalujos como César Saavedra, Eduardo Moral, Paco Burgos, Isidoro Ugarte "Sorin", Moisés Lazcano, Peru Artetxe, Jose Luis Azua o el popular Celestino Saavedra.
De este último que fue una figura muy querida en la Villa, conservamos la tarjeta de la comida homenaje que se le hizo en 1960 al cumplir 50 años de trabajo, en la que se recuerda sus facetas de Productor Polifacético, Del Teatro Español, Ordenanza del Instituto de Portugalete y Camarero del Hotel.

Como vemos el homenaje se los ofrecían los portugalujos asiduos a las tertulias del hotel, entre los que estaba, según figura en el reverso en la dedicatoria, Luis Burgos, a quien el homenajeado le hace una dedicatoria “el día de su mayor éxito” resaltando el “vestir exquisito de don Luis”.


lunes, 25 de abril de 2016

MARIA FRANCISKA DAPENA Y PORTUGALETE



Con motivo de la actual exposición retrospectiva de la obra de la pintora Mari Dapena (1924-1995), que se puede ver en el Museo de las Encartaciones y de la que ya hemos dedicado otras dos entradas de este blog, volvemos hoy sobre el tema para recordar su vinculación con Portugalete.
Como ya dijimos tras casarse se estableció en nuestra Villa donde desarrollo una gran actividad, siendo su casa centro de reunión de artistas e intelectuales contrarios al régimen.
Tras ser detenida en 1962 y pasar unos años en la cárcel, no quiso volver a su domicilio de Buenavista, donde algún vecino la había denunciado, y se afinca en Santurtzi, donde junto con su esposo Gonzalo Villate siguió manteniendo gran relación con nuestra Villa.
Era la época de final de los 60, cuando aquí nació la Revista el Abra, con la que mantuvo buena relación sobre todo con algunos de sus miembros.
En 1971 en una entrevista que publicó la revista, a la cual corresponde la poesía de la derecha, se sinceraba con Marrodán, explicándole su situación:
Pinto poco porque soy mujer y las mujeres llevamos dos alienaciones: si permanecemos solteras, nadie te exime de los trabajos “propios de la mujer” y no te sirve de nada decir que tratas
de lograr tu profesión. No toman en serio la pintura y hoy lo justifico: el arte sigue siendo un lujo en nuestro país.
He matrimoniado y la responsabilidad de un hogar y dos hijos varones con unos valores insoslayables tiran de mi contra mi vocación y mis enormes propósitos. Llevo una temporada haciendo retratos y bajorelieves en madera, trabajo fuerte que nuestro pueblo entiende mejor que el lirismo pictórico.


Hemos ilustrado esta entrada con material y parte de la obra que posee Eduardo Benito, con el que la unió una buena amistad.


domingo, 24 de abril de 2016

COMERCIOS ANTIGUOS PORTUGALUJOS: LA FARMACIA DE ARNAEZ



La calle del Medio como centro de la Villa siempre ha estado bien surtida de farmacias, de las que en la actualidad quedan dos, la de Aniel-Quiroga durante años y la de Arnáez.
Una de las farmacias antiguas más conocidas de la Villa fue la de Lejarreta, junto a la torre de Salazar, que tras pasar por varias manos a la muerte de su propietario, se instalaría al llegar el siglo XX en la calle del Medio y que ahora tratamos.
Recién instalada, pronto cambia de dueño y se pone al frente el riojano Gabriel Arenillas en 1902 y al fin otro riojano Elisardo García Bilbao (que había acabado la carrera en 1902), la toma en traspaso en 1904 y va a ser propietario estable, que durante casi 60 años vinculará su apellido a dicha farmacia. Murió en 1930 y hasta 1960 en que la traspasó la regentó su cuñado Basilio San Millán.
Su nuevo propietario, también riojano, fue Manuel Arnáez Capellán (Haro 1915) que licenciado en Madrid en 1943, se estableció en Portugalete en 1964, tras haber ejercido dos años en Burgos y 18 en Casalarreina. En esta farmacia de la calle del Medio trabajó hasta su fallecimiento en 1986, continuando hasta la actualidad sus hijos, Borja y Manuel Arnáez Moral.

En la foto superior hemos recogido a la izquierda a Manuel Arnáez y a la derecha a su hijo mayor Manuel, en la actualidad.


A la derecha, un dibujo a plumilla de José Luis Garaizabal de 1994, de esta casa de la calle del Medio, antiguamente propiedad del Maestro de Obras Francisco Berriozabal, que vivió en el segundo piso, para después ocuparlo Nicolás Flaño y Serena Llanos, y en el que como se aprecia en el dibujo instaló la “Peluquería de señoras Begoña”, su nieta Begoña Garaizabal.

jueves, 21 de abril de 2016

TRAINERAS PORTUGALUJAS DE LOS AÑOS 20: NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN EN 1928



En 1926, el Portugalete F.C. con León Aurelio Gutiérrez (Navarrillo) como patrón, ocupó el tercer puesto, con la “Virgen de la Guía”, en las regatas de Portugalete. Este año participa por primera vez en las regatas de la Concha en San Sebastián, quedando en séptimo y último lugar.
1927. Portugalete siguió bogando con la “Virgen de la Guía” bajo la experta dirección de Aurelio Llanos.
En Septiembre, la Unión Comarcal puso en varios establecimientos unas listas para arbitrar recursos con el fin de cubrir los gastos que origine el entrenamiento de los remeros que participen en las regatas del próximo día 18 y 25 de Septiembre. Quedaron terceros tras dos embarcaciones con remeros cierbanatos. Quinta fue la “Juanita” del Sestao Sport, embarcación que les había vendido el Portugalete F.C.
1928 no fue un buen años para los portugalujos, presentándose con la trainera “Nuestra Señora del Carmen” y siendo patroneados por José Peñarredonda. El premio de 750 ptas. lo destinaron para acabar el nuevo campo de futbol.

JOSE LUIS GARAIZABAL


martes, 19 de abril de 2016

COMERCIOS ANTIGUOS PORTUGALUJOS: NACHO EN LA CALLE SANTA MARÍA



Como ya hemos anunciado estamos recopilando la historia de diversos comercios antiguos portugalujos, algunos ya desaparecidos, con destino a confeccionar un número de Cuadernos Portugalujos que sirva de apoyo al comercio tradicional local.
Estamos seleccionando 20 de ellos a poder ser que abarquen sectores diversos, de entre aquellos de los que tenemos material, que procuramos completar, pero en ningún caso se trata de realizar un trabajo de investigación, sino algo divulgativo y que nos traiga a los portugalujos, comercios y personas recordadas de nuestro pueblo. 
Un sector que generalmente nos trae recuerdos de niñez, es el de las tiendas y puestos de chucherías, que podremos escoger entre el de Nacho en la calle Santa María o el de Seve en el Ojillo.
Empezamos con el primero, recordando a “Tomasa, la caramelera” que como vemos en la foto superior vendía sus caramelos en un humilde puesto en la entrada del cine Ideal. Tomasa Martínez había nacido en la provincia de Burgos en 1904, y llegó a la Villa hacia 1929. Casada con Víctor Alvarez, tuvo tres hijas y dos hijos, como aparecen en la foto, uno de los cuales (en brazos de su padre) fue José Ignacio “Nacho”, nacido en 1937.
Este continuaría el negocio de su madre, según se nos dice en el libro SANTA MARIA. La historia de una calle, de la que Fernando Rueda su promotor nos facilita amablemente las fotos para ilustrar este artículo.
Nacho empezó con el negocio que habían abierto sus padres, al volver de la mili, en 1962 que se trataba de un pequeño local de unos escasos 30 metros cuadrados, donde vendía de todo, además de golosinas, aceite, vinagre, alpargatas, clavos, productos de limpieza, revistas, en fin todo tipo de productos y cada uno recordaremos alguno distinto, artículos de broma y disfraces, cohetes, jarigüais, o banderas del Athletic.
Por allí pasaron cantidad de niños y niñas (estaba a la salida del colegio de las monjas), pero en su última etapa la calle cambió de ambiente... con cantidad de bares o disco bares. Si siempre había metido muchas horas, ahora mantenía en horario nocturno hasta las seis de la mañana vendiendo bocadillos.
Además empezaban a surgir los establecimientos de todo a cien, por lo que en 1977 intentó abrir un local dedicado a juegos recreativos en el nº 20 de la calle Zubeldia, que contó con la oposición de los vecinos y la dirección del centro escolar situado enfrente, y que le fue denegado dado que "en la Villa habían proliferado en exceso los locales dedicados a este género de actividad y que la existencia de los mismos incide negativamente en el proceso educativo de los jóvenes".
Tuvo que seguir en la calle Santa María hasta que cerró definitivamente en el año 2000.





lunes, 18 de abril de 2016

LA MÚSICA Y FLORA DE NUESTRA BASÍLICA



Hoy traemos dos noticias de nuestra Basílica de Santa María. La primera se refiere a que sus viejas piedras son una fuente de vida sin igual, como se puede apreciar en una buena cantidad de fotos que nos mandan y la segunda nos habla de una actividad cultural elegante y bonita, poco cultivada en la zona y que también se desarrolla en el marco de las viejas piedras del templo, con su retablo de referencia, como es la música antigua. Empezamos con la primera.
En el exterior de las viejas piedras, como nos dice Javier Lopez Isla, crecen enraizando en imposibles grietas, innumerables especies vegetales que las aportan una estimable nota de color. Hasta aquí todo muy bello y colmado de romanticismo,… pero esa invasión vegetal no puede sino traer la ruina a sus vetustos sillares y pensamos que sería conveniente concienciarnos del problema para ponerle solución antes de que los males sean de un cariz más irreversible y costoso.
Es de suponer que el asentamiento vegetal en canalones estará procediendo al cegado de los mismos y sería conveniente, con cierta periodicidad, recurrir a su limpieza. Estamos seguros que colonizaciones de esta naturaleza no pueden suponer sino un riesgo para las sufridas piedras de la torre y las naves, ya suficientemente baqueteadas por las guerras y los elementos.
La segunda noticia nos habla del brillo de la música del barroco que va a iluminar el interior del templo el próximo fin de semana.
Nos tenemos que remontar al comienzo del siglo XVII, el Renacimiento se acaba, los gustos de los tiempos han cambiado y todo se inclina hacia lo espectacular, donde las puestas en escena, la exaltación espacial es un elemento claramente comprobable en la arquitectura y la pintura, cobran una importancia fundamental. Tres siglos antes de que las potencias europeas acordaran la libre circulación de trabajadores, los músicos barrocos recorrían el viejo continente mostrando su arte y recibiendo todo tipo de influencias. Los antecedentes del concepto de Europa, por tanto, hay que buscarlos en Bach, Vivaldi, Haendel, Rameau, Telemann, Scarlatti...
En este tiempo de mestizaje como es el barroco, los músicos no entendían de fronteras. El creador del oratorio inglés, Haendel, había nacido en Alemania; el compositor de más éxito en la corte de Madrid, Boccherini, lo hizo en Italia; Rameau aprovechó su visita a Italia para adaptar el modo de composición italiano a sus obras. La armonía de las naciones se basó en una música liberada de ataduras, creada por compositores cosmopolitas y popularizada por intérpretes que el público podía amar. El barroco entronca así con la modernidad. De todas esas influencias mutuas saldrán también nuevos géneros: la sonata, la cantata, la tocata, el oratorio, el ‘concerto grosso’ (con varios instrumentos destacados que dialogan entre ellos) y el concierto para solista.
Con todos ellos nos deleitarán la Orquesta de Cámara Aura Boreal dirigida por Daniel Garay, y nuestra laureada Banda Municipal de Música, dirigida por Jabier Ituarte Aulestia, quien nos presenta a cuatro compositores europeos: un alemán, un inglés, un francés y un italiano, como son Bach, Tartini, Rameau, y Haendel, todos ellos bajo el signo del estilo barroco, aunque difícilmente podrían hallarse compositores más opuestos en cuanto a proceder y aspiraciones.

Y ya que estamos con el barroco y nuestra basílica, recordaremos que en la Biblioteca Digital Portugaluja hemos recogido la tesis doctoral de Miren Aintzane Eguiluz, La transformación artístico-festiva en las grandes villas vizcaínas (1610-1789), una parte de la cual fue editada bajo el título Con toda fiesta y regocijo, que ya anunciamos desde este blog. (Pinchar para ver)



domingo, 17 de abril de 2016

LAS TRAINERAS PORTUGALUJAS Y LOS ASTILLEROS ASTONDOA


Como en las dos entradas anteriores han aparecido los astilleros de Astondoa, que estaban en aquellos años en la calle Mª Diaz de Haro, frente al Teatrillo, en los terrenos donde antiguamente estuvo el viejo Hospital de San Juan Bautista, y antes de seguir con las reseñas que nos ha preparado José Luis Garaizabal, aprovechamos para recordar otra embarcación ya de nuestra época.
Si en 1925 construyeron la trainera Virgen de la Guía, y en 1930 la bautizada como La Canilla, según vemos en la foto superior, en 1951 construyeron el batel San Roquillo, cuya madrina fue Ana Mari Hermosilla que aparece en ella, y cuando tenían su pabellón junto a la estación de La Canilla, separado de la ría por la línea del ferrocarril.
Bajo estas líneas recuperamos otra foto de los pabellones de Astondoa, en 1979, cuando se había trasladado junto al dique.






viernes, 15 de abril de 2016

TRAINERAS PORTUGALUJAS DE LOS AÑOS 20: VIRGEN DE LA GUIA Y JUANITA EN 1925


Seguimos con el tema de las traineras que utilizó Portugalete durante los años 20 del siglo pasado, y que ha confeccionado José Luis Garaizabal basándose en las reseñas de prensa, y que pueden completar lo que ha hemos tratado en el Cuaderno Portugalujo nº 12 o en este blog (usar en el buscador: Remo):

Recordemos que 1917 se bogó en la “trainera de pesca” llamada “Engracia” y en 1923, Guzmán Ayarza patroneaba la trainera llamada “Santa María”.
Ya en 1925 podemos saber, como el día de la Virgen de la Guía, fue botada la nueva trainera “Virgen de la Guía” de la que ya conocíamos la fotografía en la que figuraba en popa Generosa Ortiz, como fiel guardiana de la imagen de la Virgen.
Según nos cuenta El Liberal, la embarcación fue construida en los Astilleros Astondoa y costeada por suscripción popular, entregándola al club para que con ella pudiera participar con garantías en las regatas de los distintos puertos. A las siete de la tarde y a los acordes del pasodoble “Los remeros” interpretada por la Banda Municipal, se puso en marcha la comitiva desde el Mercado hasta la rampa de la estación. Los remeros llevaban a hombros la flamante trainera, y fueron seguidos por una multitud de portugalujos.
Echada al agua, procedieron a realizar un largo, entre grandes aplausos, hasta la Torre de señales.
El día 12 de Julio de 1925, fue la prueba de fuego de la nueva trainera, en una regata de preparación para las generales. La sociedad Portugalete F.C. contaba cada día con más equipo de remeros “amateurs” que ya el año anterior habían demostrado su pericia, clasificándose en primer lugar.
Compitieron dos traineras del club. La flamante “Virgen de la Guía” patroneada por Adolfo Canales y la “Juanita” por Guzmán Ayarza. La “Juanita” llegó primera a la ciaboga, pero el proel rompió el remo teniendo que coger el de otro remero, que se arrojó al agua. Triunfó la “Virgen de la Guía” con un margen de 10 segundos y un quinto.
La revancha se produjo el siguiente domingo, pero intercambiando las embarcaciones. Venció la “Virgen de la Guía” pero con los hombres de Ayarza. Sumados los tiempos, fueron triunfadores los de Canales con un tiempo de 32’ 12” frente a los 32’ 12” 2/5. El cronista se preguntaba: “contará su propietario, el Portugalete F.C., vistos los resultados de las dos pruebas de la “Virgen de la Guía” con una de las mejores trainera de la costa cántabra (sic)?”.
La cátedra se decantaba por hacer una selección de ambas tripulaciones de cara a las regatas de San Sebastián.


jueves, 14 de abril de 2016

TRAINERAS PORTUGALUJAS DE LOS AÑOS 20 Y 30: LA CANILLA EN 1930



Como ya dijimos Karla Llanos y José Luis Garaizabal han realizado un buen repaso a las páginas de los periódicos digitalizados, (fundamentalmente El Liberal y Euzkadi)  donde aparecen gran número de crónicas sobre regatas de traineras en las que participaba el club Portugalete F.C.
Como estamos preparando el siguiente libro de la Colección El Mareómetro sobre los años 30, empezamos por la última parte que nos ha enviado José Luis y que corresponde a 1930, en los ejemplares de julio y agosto de dicho año:

En 1930, la Junta Directiva del club Portugalete ve necesaria la construcción de una nueva trainera emitiendo una llamada a las portugalujas y portugalujos, ya que la trainera “Virgen de la Guía” era una “viejecita muy cansada por efecto de las duras luchas a que se le ha sometido, año tras año” y dado que Portugalete mantiene la llama de las únicas regatas oficiales y con el deseo de tener en propiedad la copa de la Diputación, “a ti nos dirigimos portugalujo; mírate bien por dentro, y si tienes algo más que el haber nacido en Portugalete, no tendrás más remedio que contribuir con tu dinero a la construcción de la que mañana puede traer la gloria para tu querido pueblo. A ver si esta temporada, ya próxima, baten su propio récord de 17’ 28 “, con la nueva LA CANILLA
En un mes, ya se habían recaudado 1.302 ptas. El día de San Roquillo, se celebró una regata para hacer una selección de remeros de cara a forma la tripulación para las regatas de El Abra, enfrentando a los de la “Virgen de la Guía” y a los de la “San Roque”.
Una delegación del Club y el alcalde Suárez, visitó a Juan Tomás de Gandarias para exponerle el deseo de la entidad de que una de sus hijas actuase de madrina en la ceremonia de bautizo de la nueva trainera “La Canilla”.
La trainera que había sido construida en los Astilleros Astondoa de la calle Mª Díaz de Haro, fue transportada a hombros de los remeros, precedida de txistu y tamboril y seguida de un inmenso gentío, la nueva embarcación fue transportada hasta los soportales del ayuntamiento, donde el sacerdote Enrique Domínguez procedió a su bendición. Ejerció de madrina María Victoria de Gandarias a quien acompañaba su madre y hermana Lola. Asistieron el alcalde y concejales así como miembros de la Directiva y personalidades, momento que recoge la foto superior. Puede decirse que la ceremonia fue presenciada por todo el vecindario portugalujo.
Verificada la bendición, la nueva trainera fue tomada de nuevo a hombros y conducida a la rampa que existía junto a la estación, donde se efectuó la botadura y unas pruebas.
Al finalizar los actos, en el salón de plenos de la Casa Consistorial, la madrina y sus acompañantes fueron obsequiados con un espléndido lunch, así como los demás invitados.
No fueron bien las cosas en la primera regata oficial, ya que quedó tercera a un minuto de Santurce y a 1’ 6” de la “Bilbotarra” de Kaiku que resultó ganadora. Todo quedó en el aire hasta que deliberó el jurado, ya que Santurce había tocado la baliza, acción que entonces estaba castigada. Al final todo quedó igual.

Es de agradecer el trabajo paciente de Jose Luis Garaizabal, y animamos a quien esté interesado y tenga tiempo, a entrar en nuestros enlaces, en este caso en LIBURUKLIK, biblioteca Digital Vasca y buscar las noticias de nuestra Villa

miércoles, 13 de abril de 2016

COMERCIOS ANTIGUOS PORTUGALUJOS: PANADERÍA DE EDUARDO MIGUEL Y SUCESORES



Dentro de esta serie de artículos sobre negocios tradicionales, no podía falta una de aquellas panaderías con las que contó la Villa para su abastecimiento y el de pueblos limítrofes. Pan como Dios manda, con buena harina, amasado en máquinas cuyo ronroneo nos adormecía a los vecinos de los alrededores, fermentado con levadura natural en aquellas baldas con su tela y cocido en horno de leña. ¡Casi nada!. Por las mañanas todo el vecindario se despertaba con el aroma del humo de la leña y el pan recién hecho. Las hogazas, las barras de libra y media libra, el pan blanco, el sin sal, los richis con sus kurruskus tentadores y las vienas brillantes eran una delicia.
Esta es la pequeña historia de la panadería que fundara en la Villa el burgalés Eduardo Miguel Ruiz (Presencio 1848-Portugalete 1925). Comenzó su andadura industrial en Bizkaia en Lutxana-Barakaldo, donde debió montar la primera panadería en 1881 y donde nacerían sus dos primeras hijas, Gregoria (1883) y Josefa (1885). Hacia 1888 recalan en Portugalete, estableciendo una panadería con su horno de leña en El Ojillo nº 1. Aquí nacerían tres hijos más (Manuel, Andrés y María) y una nueva panadería en la recién abierta calle de Maestro Zubeldia, tras haber construido en 1914 la casa nº 6 con un almacén de harinas en los bajos.
La Villa contaba por aquel entonces con las panaderías de: Cirilo Aguirre, Apellaniz y Cía, Eduardo Miguel y Cía, y Rocandio y Cía.
El negocio debía ir viento en popa. Figuraba en la lista de “Grandes Contribuyentes”, así que en 1916 construye la casa nº 8 e instala en sus bajos una moderna panadería con los últimos adelantos, siendo uno de ellos la utilización del hormigón armado en toda la lonja, que probablemente fuese la primera casa de la villa en usarlo.
El negocio lo gestionó con gran éxito hasta su muerte, su único hijo varón vivo, Andrés Miguel Larrea (1892-1950), portugalujo de pro, ya que entre otros cargos, fue fundador del Círculo Monárquico, Presidente de la pujante Sociedad Coral y concejal. Sufrió persecución durante el periodo republicano, asalto de las instalaciones, cierre temporal del establecimiento y multa gubernativa.
En el solar contiguo se almacenaba la leña y contaba con un garaje donde dormían las furgonetas del reparto, siendo el primer “chauffeur” Eusebio Santamaría “Polvorilla”, al que siguieron Juliantxu Aurrekoetxea, Paco Garaizabal, Pedro Garaizabal y Txema Garaizabal. El reparto de pan en las cestas de castaño se realizaba inicialmente también con carros tirados por animales, carretillas y hasta un triciclo-cajón a pedales.
A su muerte, se hizo cargo de la panadería su sobrino José Mª Garaizabal Miguel, que pronto tuvo que abandonar la elaboración en horno de leña al venderse el solar de la leñera, pasando a hornos de fuel-oil y luego, fue viendo como el negocio iba siendo superado por las tahonas que surgieron a raíz de la huelga de trabajadores para conseguir librar los domingos. Estos establecimientos surgieron como setas, horneando masa congelada o refrigerada, a lo que se sumaron las trabas a las industrias en el centro de la Villa, dando la puntilla a un negocio de más de 100 años que tuvo que cerrar José Mª Garaizabal Santibañez en 1999.

Anécdotas habría mil para contar, pero recuerdo el calor invierno-verano de la chimenea, al bueno de Serapio Aborruza con su letra microscópica y lidiando de vez en cuando con las gitanas que siempre le liaban y acababan con alguna hogaza gratis entre las faldas; a mi aita, Paco, reparando todo tipo de furgonetas y carretillas, y siempre dispuesto a hacernos una espada de madera o lo que le pidiésemos, pero siempre que no se nos ocurriese bajar en goitibera por la acera a la hora de la siesta; el acompañarle en la furgoneta y aprender a conducir sobre sus piernas una vez pasado Cabieces, hacia Nocedal; a mi primo Pedro “Panito”; a Angelín jugando al futbol con sus alpargatas deshechas frente a la panadería al finalizar la jornada laboral (no había coches en la calle); las meriendas de pichones y mojijones de mi tío Jose Mari y su cuadrilla sentados en las cestas de pan; el Circo Zubel que montábamos los chavales en la leñera; las higueras que allí había con unos higos deliciosos que todas las tardes cataba mi tío Edu, antes de sus "txikitos", previa “caza” de los más gordos con una caña y un tanque fijado en su punta; las piñas de Las Arenas que tostábamos junto al horno para extraer los piñones..…
Según escribió César Saavedra al referirse a la Hermandad de San José, todos los años el día 19 de Marzo se celebraba la asamblea anual en las antiguas escuelas del Campo de la Iglesia y al finalizar, los cofrades degustaban queso de bola, vino blanco y pan de Garaizabal.
Igualmente en la panadería se elaboraban los CORNITES para todos los chavales de la calle y clientela, que previamente habíamos llevado el trozo de chorizo y el huevo al que se le ponía el nombre con lápiz para distinguirlos luego. La masa y los confites eran por cuenta de la casa y los solía elaborar Maruri al acabar la jornada.
También se elaboraban los cornites con los que eran obsequiados los niños de las escuelas durante las celebraciones del Día del Árbol o los repartos de diplomas y como olvidar las empanadas que elaboraban los vecinos gallegos y horneaban el día de celebraciones especiales.

JOSE LUIS GARAIZABAL FLAÑO


En la foto de cabecera se puede ver, a la izquierda Eduardo Miguel Ruiz con sus hijos, Andrés, Gregoria, Josefa y Manuel, y a la derecha, el mayor Andres Miguel Larrea. En el centro los planos de la casa de Maestro Zubeldia nº 8 de 1916, y el horno del Ojillo de 1904.
Bajo estas líneas, y con la vista de la panadería en sus últimos años de actividad (1999), Isabel Santibañez Monduate con su hijo Jose Mª Garaizabal y su nieta Goizeder Garaizabal. A la derecha sobre el triciclo con Eduardo Miguel Gómez (hijo de Andrés) y otros chavales, Paco Garaizabal Miguel y su hijo Jose Luis Garaizabal Flaño.




martes, 12 de abril de 2016

BERNARDINO DE ICAZA Y MURRIETA (1828-1878)



Este portugalujo que acaba de publicar el periódico enportugalete.com apareció ya en el primer libro de la Colección El mareómetro, dedicado a la guerra carlista.
Últimamente uno de sus descendientes Jorge Icaza, nos ha enviado información familiar en la que se incluye el retrato al óleo que recogemos junto a estas líneas.
Igualmente en la Biblioteca Digital Portugaluja, (Pinchar para ver) disponemos del trabajo de Jaime Villaluenga, Confrontación de poderes: Estado, provincia y municipios en el Bajo Nervión (1840-1875). En él, que comprende los años entre las dos guerras carlistas, trata de explicar cuál fue la evolución del poder municipal vizcaíno, dentro del estrecho margen de maniobra que le permitían los otros dos poderes en liza: la Diputación y el Gobierno. Este último intentaba imponer su modelo de Estado liberal, pero los dirigentes vizcaínos respondían con el foral. Y para su análisis nuestro amigo ha escogido Portugalete, que ya ha estudiado en otros trabajos suyos, y Barakaldo.
De la página 100 de este libro, reproducimos lo que indica de este personaje que hoy presentamos:
Tabernero de profesión. En el año 1847 se le clasificaba como mayor pudiente, con una contribución de 47 reales en las listas para el culto y clero, lo que le permitía ser consultado en las decisiones municipales. Esta clasificación se mantuvo hasta 1860 y a partir de 1862 ascendió hasta la cantidad de 53 reales.
Su primer cargo en favor de la comunidad consistió en formar parte de la nueva Junta de Sanidad Local, en junio de 1855, para cubrir las vacantes producidas por el abandono de la villa de los miembros de la anterior junta debido al cólera asiático. Hasta 1860 no volvemos a tener noticias de Bernardino, fecha en la que el ayuntamiento le permitió vender vinos en su establecimiento a cambio de abonar al rematante municipal de este producto la cantidad de 3 reales por cántara. A Bernardino no debió parecerle mal la medida porque durante los años 1862, 1863 y 1864 prefirió que el abastecimiento en villa de carnes frescas y el vino de pasto común se realizase de forma exclusiva.
En agosto de 1873 salió elegido concejal, pero la situación de la villa no le animó a aceptar el puesto. A los pocos días cambió de opinión y fue elegido teniente alcalde. Su mandato trascurrió durante el asedio carlista y, posteriormente, tras la recuperación de la villa.
Durante la primera etapa accedió a la alcaldía después de la destitución de Manuel Otaduy por parte del comandante Quijada. En esta fase destacó por su labor de asistencia al ejército sitiado y por el intento de que a la población no le faltasen los suministros.
Su cese se produjo cuando la Diputación a Guerra indicó desde Durango que se procediera a la creación de un ayuntamiento foral.
En mayo de 1874 se volvió a reponer el ayuntamiento anterior. Entonces juraron el cargo concejales que no lo habían hecho durante el asedio por haber pretextado enfermedad.
Durante esta segunda fase la consecución de recursos económicos centró la mayor parte de su atención. Los suministros a la guarnición seguían siendo prioritarios y esto llevaba tanto recargar los artículos de consumo como soportar a la guarnición alojada en casas particulares. En cuanto se fue normalizando la situación se redujeron los impuestos, porque, además de impopulares, resultaban de dudosa rentabilidad debido al contrabando.

Para conseguir la normalidad era vital que disminuyeran las exigencias del ejército que estaba ahogando económicamente a la villa. Los notables portugalujos se entrevistaron con las autoridades militares para solicitar que suspendieran sus demandas. Aunque esta pretensión no tuvo buena acogida en un principio, sí fue atendida a partir de febrero de 1875 cuando el Gobernador Militar suprimió la obligación de que la población civil racionara a las tropas.

lunes, 11 de abril de 2016

LA ORNAMENTACION DE LA LINTERNA DE LA TORRE DE LA BASILICA.



La verdad es que es difícil darse cuenta de los adornos ya que se encuentran a treinta metros de altura y hay que levantar mucho la cabeza para percibirlos, pero gracias al zoom de las cámaras digitales modernas hemos podido desvelar el detalle y ofrecérselo a todos aquellos para los que había pasado desapercibido.
La linterna, la construcción con arcos que corona la cúpula de la torre de Santa María presenta cuatro arcos de medio punto y entre ellos hay labradas cuatro consolas ornamentales adosadas al paramento a modo de ménsulas que están labradas con elementos vegetales y rematadas con una especie de florón..
A diferencia de otros elementos de la basílica, como las ventanas de la sacristía o los angelotes de la torre, estos elementos son todos prácticamente iguales, si bien se perciben diferencias muy notables en cuanto a su estado de conservación.
Esto nos permite cierta especulación sobre la posibilidad de que el elemento más deteriorado pudiera pertenecer a una linterna original, la que fuera abatida por los cañonazos del cerco carlista de 1873 y el resto, mucho mejor conservado, pertenezca a la restauración posterior de Casto de Zabala y Francisco de Berriozabal en 1886.
El elemento vegetal, igual en las cuatro, tiene cierto aire a los pámpanos de las viñas cercanas que proveían de “txakolin” a las sedientas jarrillas portugalujas. Quién nos iba a decir que este símbolo báquico iba a presidir nuestra querida basílica.
Los elementos decorativos están muy bien ornamentados y se pueden considerar obras bien trabajadas y de mérito, cuyo único problema es estar situadas a una altura a la que no pueden ser admiradas. En el frente tienen labrada una flor con botón central a modo de corola, con cierto parecido a las del friso sobre las ventanas de la sacristía, que también lo llevan, y el exterior de la zona circular tiene un dibujo con láminas superpuestas que asemejan a una noria. Parece un derroche ornamentar tanto unos elementos que a duras penas podían ser percibidos. Pero los de Portugalete…, somos así de generosos.
Este modesto trabajo tiene la sana intención de darlos a conocer y reivindicar su aportación a la serena belleza de nuestro querido templo.


Javier López Isla


domingo, 10 de abril de 2016

LA DÁRSENA DURANTE LA CRISIS DE LOS AÑOS 30


Hoy traemos una foto de la dársena, en 1933, convertida en un puerto de amarre de numerosos buques.
Fue la portada de la revista VIDA MARÍTIMA  órgano de la liga marítima española de las asociaciones de navieros y de constructores navales, que recogemos junto a estas líneas.
A pie de foto explica:

Estado actual de la dársena más próxima a Portugalete en la ría de Bilbao, llena de buques amarrados, sin llegar a contener el total de un centenar, esparcido el resto por el cauce de la ría y otras dársenas.
Mientras en las demás Marinas el desarrollo de la crisis acusa haber pasado ya su máxima depresión, por lo que ha descendido notablemente el porcentaje de las flotas inactivas, en España continúa aumentando dicho porcentaje, por encontrarse todavía en periodo agudo de crisis. El capital, el trabajo, toda la riqueza que supone este material, permanece inactivo, pereciendo por inanición.


Como la crisis era noticia nacional, otra revista, en este caso CRÓNICA, ofrecía una imagen similar que recogemos bajo estas líneas.


viernes, 8 de abril de 2016

HERÁLDICA PORTUGALUJA (24): ESCUDO DE ULIBARRI



El monumento funerario que hoy en día podemos contemplar en la capilla de Salazar, permaneció oculto por un altar neogótico hasta que fue desmontado durante las labores de rehabilitación de la Basílica de 1993.
En 1987, Loiola y Xabier Martínez Bilbao realizaron un estudio del interior del altar al haber tenido noticias de su existencia por el párroco, Txomin Bereciartua y el sacristán, Manuel Fernández “Manolo”, consiguiendo fotografiar en una labor de “espeleología” parte del monumento, pero sin tener acceso hasta el escudo pues se encontraba oculto tras las dos imágenes yacentes, que en aquel momento estaban colocadas de pie dentro del nicho. (ver BDP. Pinchar)
Esta capilla fue edificada, según una inscripción que lucía al fondo del arco, que decía: “Esta capilla fue edificada por D. Pedro González de Salazar y Dª Elvira Díez de Ulibarri, para trasladar los restos de su padre D. Pedro de Salazar en 15 de Abril de 1532. D.O.M.” y fue su hijo, Lope García de Salazar, quien construiría el monumento hacia 1580.
No es el momento de detallar el monumento, pero sí nos vamos a centrar en los dos “putti” (querubines) sin cabeza que sostienen un escudete, pues en él figuraba pintado, hasta la restauración, el que yo creo que pudiera ser el escudo de Ulibarri.
Como se puede apreciar, la parte superior del nicho y sus laterales estaban pintados en tonos ocres y azules, que Juan E. Delmas calificó en 1884 como “embardunado de colores impropios de aquel lugar” y de este color estaba pintado el escudete en el que lucían tres elementos heráldicos, que algún autor ha definido como estrellas y que yo creo que representaban tres pequeñas panelas, que son las armas de los Ulibarri. ¿Coincidencia?
Existe en Bizkaia al menos otro escudete similar sostenido por ángeles, en Andra Mari de Galdakano, mostrando las armas de los de Torrezabal grabadas en piedra.
Resulta extraño que hoy no figure ningún escudo de Salazar, cuando como hemos visto y veremos, eran tan dados a mostrar sus poder dejando a la vista sus escudos con las trece estrellas, pero tal vez estuviera tallado en un retablo lateral que todas las capillas tenían de espaldas al Altar Mayor y del que dio cuenta Rafael Ramírez de Arellano en 1898, diciendo que habría estado dedicado a San Cristóbal. Este retablo, como muchos otros, quedaría arruinado con el tiempo y en su lugar figuraba una leyenda en hierro forjado que pusieron sus nuevos dueños Benito Ea y Juana de Retuerto y decía: “Rª Aº 1855 a Es De Dn Bº Ea y Dª Jª de Retuerto”.
Incomprensiblemente, a mi juicio, la pintura fue eliminada del escudo y de casi todo el monumento, desconociendo si se realizó un análisis de su antigüedad, ya que no parece existir una Memoria de Obra en la que deberían haber quedado reflejados todos los cambios realizados y el porqué de esas actuaciones.
Ya denunciamos la casi eliminación del antiguo escudo de Salazar en el techo de la capilla situada en la nave opuesta, y nos alegrábamos de que el operario parara a tiempo. Algo similar debió suceder con la figura orante que vemos en esta capilla, que varios autores creen que se trata de Pedro Salazar, a la que se comenzó a abujardar el sombrero o boina que figura junto al libro, eliminándole parte de la policromía.
Otro hallazgo realizado durante las obras, fue encontrar en el féretro huesos de dos adultos y un niño, y una pintura en una de las paredes del interior del mismo, en la que se muestra a una persona contemplando un paisaje. Desgraciadamente, no se realizó ninguna fotografía.


JOSÉ LUIS GARAIZABAL


jueves, 7 de abril de 2016

MARIA FRANCISKA DAPENA Y EL HOSPITAL SAN JUAN BAUTISTA



Como ya anunciamos el mes pasado (pinchar para ver entrada), en estos meses se puede contemplar en el Museo de las Encartaciones una magnífica exposición retrospectiva de la pintora Mari Dapena que vivió en nuestra Villa una parte importante de su vida y donde se conserva importante muestra de su obra.
Hoy nos referimos al Santo Hospital de San Juan Bautista, donde el marido de Mari, Gonzalo Villate, realizaba numerosos trabajos de herrería pues tenía un taller en Portugalete.
Eran los años setenta siendo Hermano mayor de la Institución Pedro Basurco, cuando se acometieron importantes reformas de mejora que incluían una nueva planta para Residencia de mayores, y que afectaba también a la planta baja con su enfermería, capilla, sala de Juntas, etc. Todo ello gracias a la intervención de la benefactora Carmen Gandarias, quien suponemos que se preocupó también directamente de que tras la reforma se diera un toque artístico a sus paredes con la intervención de Mari Dapena.
Así, como vemos en la imagen superior, empezó por el hall de entrada donde la artista realizó dos cuadros de 130x180 ctms. titulados Primavera y Dialogo que están fechados en 1977.
La entrada de la capilla la decoró con el bajorrelieve que mostramos, con personas dedicadas al trabajo, y sobre el altar una talla en madera de la Andra Mari y otra del patrono San Juan Bautista.
Otras salas y pasillos fueron decoradas con obras suyas como las dos que recogemos bajo estas líneas y con diversos temas y paisajes.





miércoles, 6 de abril de 2016

LA INMIGRACIÓN EN PORTUGALETE DURANTE LA POSGUERRA



En 1948 se contabilizaron en Portugalete 236 inmigrantes, de los cuales 155 procedían de Bizkaia,y 63 de Castilla la Vieja y León, así como 160 emigrantes, de ellos 141 se fueron a otras poblaciones de Bizkaia y 13 a Castilla la Vieja y León. El porcentaje fue semejante en 1951.
En la estadística municipal de 1954 se consideraba que era necesario construir 500 viviendas porque bastantes familias compartían el mismo piso, que su capacidad, de acuerdo con la composición media de las familias, era de cinco habitaciones y cocina y que la renta media anual según la capacidad económica de los futuros usuarios era de 500 pesetas.
En 1957 eran necesarias 1.000, ya que llegaban al año 1.000 inmigrantes, los nacimientos eran 300 y las defunciones 100. Aunque el Ayuntamiento no tenía en propiedad ningún terreno ni dinero para comprarlo, había terrenos particulares que eran edificables y urbanizables.

Para que se vea que el tema de los desahucios no es nuevo, en 1943 el Juzgado municipal tenía en trámites cinco casos: cuatro de fincas urbanas y uno de finca rústica. En 1956 fueron 12 los desahuciados.

En 1959 el crecimiento de la población dio un gran salto, de forma que, según el Negociado de Estadística municipal, los naturales de la Villa eran sólo 5.769. El resto se distribuía de esta manera:
- De otras poblaciones vizcaínas 4.975. En orden descendente Baracaldo, Sestao, Bilbao, Santurce, Lejona, y Encartaciones.
- De Castilla la Vieja 4.334, predominando Burgos.
- De la Montaña 863.
- De Galicia 762.
- De Andalucía 623.
- De Extremadura 344.
- De Guipúzcoa 172.
- De Levante 101.
- De Cataluña 59.
- Isleños o africanos 21.
- Extranjeros 131.
Esta es una muestra representativa del inicio del crecimiento demográfico de la población que alcanzó la cifra de 3.000 vecinos nuevos de media en los años siguientes. De 10.814 en 1935 el número de habitantes pasó a 45.303 en 1970
De esta manera se deduce que la mayoría de los ascendientes inmediatos de los actuales portugalujos vinieron de otras poblaciones.
A propósito de estos datos conviene señalar que el único centro regional en Portugalete ha sido el “Centro burgalés”, antes en la Calle Nueva y ahora en Buenavista.


Tasio Munarriz