Hace unos días un artículo
de prensa firmado por Itsaso Alvarez
en El Correo, trataba este tema, titulándolo: Una
investigación revela que desde el siglo XVI ellas han sido las encargadas
siempre de coreografiar y dirigir esta danza
El grabado de 1529 de
una mujer con un brazo en alto y ademán de bailar, realizado por el alemán Christoph
Weiditz, que encabeza estas líneas lleva por
título «Así bailan las mujeres en Bizkaia».
«Es la muestra más
evidente de la participación activa de la mujer en la danza vizcaína y en una
época muy antigua», advierte el investigador del folclore vizcaíno Iñaki
Irigoien. Pero aún hay más. «Por su figura, el baile que hace semeja al
aurresku que mujeres de Lekeitio aún conservan».
El aurresku que por lo
general se tiene en mente, esa especie de reverencia con la que se suele
recibir a las autoridades en las inauguraciones de grandes eventos, es un
extracto de un baile que dura 25 minutos, es menos solemne, con menos vueltas y
más festivo. La versión corta se ha hecho popular en homenajes, bodas y actos
públicos con un solo bailarín y habitualmente varón. Estamos ante otro caso
de distorsión machista de la historia. Porque en este baile, «desde el siglo
XVI han participado más las mujeres y han sido ellas las encargadas de
dirigirlo» reconoce Irigoien quien sostiene que ha sido la danza «mixta» y «social» más importante del País Vasco.
Maider Madarieta,
directora de Etorkizuna
Dantza Taldea de Lekeitio constata que es un
baile complicado, que requiere tener
aguante y fondo, y además necesita un espacio amplio, porque lo
interpretan entre ocho y doce chicas que, a su vez, sacan a otros tantos
hombres de entre el público, subrayando otra gran diferencia de este aurresku
con el masculino: «Los pasos son
diferentes, los chicos levantan más la pierna y nosotras punteamos más».
«Las mujeres llevan falda y no tiene sentido levantar la pierna como los
hombres», apunta Iñaki Irigoien.
En nuestra Villa, Escorihuela nos decía en el siglo XIX que
el baile del aurresku “tan antiguo y mas
que sus fueros” estaba muy arraigado y en una carta de un veraneante bilbaíno
fechada en 1857, al recordar nuestras fiestas decía “baste deciros que se
bailaba hasta el aurrescu, el cual lo hizo un día primorosamente Antonia la
modista, mujer de Emilio” y en el Noticiero Bilbaino del 15 de setiembre de
1875, tras la guerra carlista con el triunfo liberal, se habla de una animada
romería, “en la que el más importante papel estuvo reservado a las señoras,
dando verdadero ejemplo de entusiasmo liberal, bailando el tradicional
aurrescu, que fue calurosamente aplaudido por los concurrentes”.
En la Revista
pintoresca de las provincias vascongadas, de 1846 se lee que en nuestra zona
era costumbre que después de la misa mayor bailaran un zortziko las mujeres
casadas, en el que se daba el primer puesto, es decir, el aurresku (primera
mano), a la mejor danzarina del pueblo. En el siglo XX también se encuentran
pruebas de la permanencia de este baile. En 'Nervión', por ejemplo, se habla de
la fiesta que siguió al «colosal triunfo alcanzado por los bogadores
santurzanos en las grandes regatas del Abra» en que «después de la misa bailaron un aurresku distinguidas señoritas».
El precioso acontecimiento
lo grabó un americano, y de él hemos entresacado los fotogramas del comienzo.
Empieza en el puente colgante recordando que aquí “se halla la estatua del gran
sociólogo Victorio Chavarri, cuyas obras en pro de su región, perduran en la
memoria de todos”.
La película la hemos compartido en nuestra sección
de Videos.
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