El mercado de las aldeanas en la Plaza se conoce desde
siglos atrás y ya en el siglo XVIII se constata que se celebraba los jueves y
domingos con gran afluencia de gentes de todos los pueblos de los alrededores.
Ya a principios del siglo XX, el gobernador quiso prohibir
el denominado “mercado dominical” y se encontró con la oposición del Ayuntamiento,
empezando con el alcalde Fernando Carranza que le amenazó con dimitir.
En 1910 una Real Orden del rey Alfonso XIII declaraba “tradicional”
dicho mercado considerándolo comprendido en la excepción legal para no cumplir
el descanso semanal.
Pero no acabaron aquí las vicisitudes de este mercado de los
domingos. Si en 1913 se le otorgó a la Villa la concesión para que lo
mantuviera ya que los pueblos cercanos, sobre todos los del monte, no tenían
comercios propios y ese día podían desplazarse para hacer sus compras, en 1929
fue suprimido por el Gobernador.
En febrero de 1932 una sentencia del Tribunal Supremo del
Contencioso-administrativo lo restableció nuevamente para júbilo de los
portugalujos, pero en agosto la Dirección General de Trabajo lo prohibió
nuevamente, sin serias protestas en la Villa.
Y aquí llegamos a esta foto de noviembre de ese año en que
se recoge la parte del mercado situado delante del Hotel, con un título
significativo de Medidas preventivas en
el mercado de Portugalete, y con la figura de un guardia civil en medio de
las aldeanas.
El pie de la foto de prensa, enviada por Luis Casas, especifica
que la Guardia Civil se encontraba vigilado el mercado en previsión de que se
produjeran los disturbios que se anunciaban.
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