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viernes, 7 de marzo de 2025

LOS PUESTOS AMBULANTES DE CARAMELOS (3)


 

José Luis Garaizabal continua con la siguiente caramelera que es la vallisoletana Josefa Martín López.

Nacida en 1894 y casada en Bilbao con el salmantino Genaro Melgosa Alcalde, pasaron por Bilbao y Santurce antes de afincarse en la Villa en 1931. Enviudó en 1934, quedando con cuatro hijos a su cargo, a los que sacó adelante cosiendo y con las ganancias del puesto.

Vivió en la calle Santa María núm. 10-3º. En 1940, se dirige al Sr. Alcalde exponiendo que: “tiene un puesto de dulces y caramelos en la Plaza del Generalísimo y al objeto de tenerlo fijo, desearía la destinasen el que hace esquina a la terminación de los soportales de la Casa Consistorial, comprometiéndose a pagar todos los días del año, igual que haga mal tiempo como si por una circunstancia cualquiera dejase de salir algún día con la mercancía”.

Tengo que agradecer a su biznieta Laura García-Borreguero por facilitarme amablemente los datos y fotografías, así como a Koldo Rovira por ponerme en la pista que luego ha confirmado Juanamari Ponce y Javi García-Borreguero.

Entre los papeles familiares no hay ninguno que aclare la cantidad que pagaban y quien era el recaudador, aunque supongo sería el celador de arbitrios.

En la fotografía, de 1956, con el puesto cerrado de fondo, junto a la columna que solicitó en 1940 y que luego ocupó Juanita Ayuda “la gorda”. Junto a ella aparecen, de izquierda a derecha, Marie Josephe (amataxu de mi informante), su hermana Bibi y su prima Saula.

Koldo Rovira nos ha facilitado, también, la reseña de otras dos vendedoras de la época comprendida entre 1953 y 1957:

Se trataba de Victoria García González, nacida en 1912 en Calezuela (Toledo). Llegó a la villa sobre 1954. Había contraído matrimonio con el vallisoletano Severiano Baza Maroto, residiendo en La Florida núm. 21. Colocaba su puesto en la Plaza del Solar, para pasar luego a instalarlo junto a la estación vieja.

Hacia el medio de la Plaza del Solar había un puestito que llevaba un tal "El Cojito", ayudado por su hija Rosamari, que vendían caramelos y otras golosinas sobre un puesto colocado sobre ruedas de bicicleta. Aún recuerda los candiles de carburo que encendían todos los puestos al anochecer, dando a la plaza una iluminación fantasmagórica.

4 comentarios:

  1. José Luis: investiga (por favor) la utilización de los candiles de carburo en el castaño de indias cercano a Guyma.

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    1. ¿A qué te refieres? Dame alguna pista de lo que te interesa.

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    2. los pájaros del árbol caían con los efluvios del carburo y nos los comíamos.

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  2. Zorionaaaaakkk Jose Luis, Rubén por acercarnos, entre otras, a la vida cotidiana de Portugalete

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