martes, 28 de febrero de 2023

PORTUGALETE ENERO 1982

 


Las fotografías que ofrecemos hoy nos han sido facilitadas por José Luis Zubizarreta, y están fechadas en enero de 1982, algo que es muy de agradecer cuando recibimos imágenes.

En la foto superior observamos la antigua estación de ferrocarril con una excavadora igualando el terreno para dar paso al paseo que en agosto se inauguraría uniendo la Plaza y La Canilla.

Bajo estas líneas, la vista de la basílica resaltada por la falta de casas del Muelle Viejo, y que como se tardaron en volverse a edificar dejaban a la vista el antiguo escarpe sobre el muelle.

A la derecha una vista de las embarcaciones del dique con el recordado José Ignacio del Campo en su lancha del palangre.



lunes, 27 de febrero de 2023

AYER Y HOY. EL MUELLE NUEVO

 


Andoni Maseda nos recuerda el AYER Y HOY, del final del Muelle Nuevo rematado por el palacio de Gandarias, hoy desaparecido, con su jardín delante de la playa, tras el cual en la foto superior se aprecia el edificio de la Comandancia de Marina y detrás el palacete del Saltillo.

De izquierda a derecha resaltaremos, siguiendo a Gorka Pérez de la Peña, la casa de Rosalina Palacios obra de Emiliano Pagazaurtundua (1908) con sus miradores poligonales de tradición inglesa y las mansardas decorativas de influencia francesa, unido a todo ello el perfecto clasicismo en la acusada simetría de la composición y en lo elementos decorativos.

Junto a ella y adosada, la casa de José Balparda obra de Julio Sáenz de Barés (1914) que aunque concebida con talante eclecticista la huella del secesionismo es patente en los ritmos compositivos de los miradores pétreos y las mansardas y en la forja geométrica de los balcones.

La casa de Ramón Vicuña, obra de Santos Zunzunegui (1915) muestra relevante del regionalismo neovasco con torretas angulares con solana al gusto de los palacios barrocos del País Vasco.

La casa de Vitoria Durañona obra de Cecilio Goytia (1909) que conjuga el estilo segundo imperio (mansardas y pabellones angulares) con el modernismo cromático (grana y crema), percibiéndose la influencia del modernismo en los balcones y barandas y en la decoración de los dinteles. Como ya denunciamos en una entrada anterior hace más de una década, (pinchar), al ser pintada y rehabilitada su fachada, le colocaron una bajante encima de la firma del autor y después, remachando su ignorancia, recuperaron sólo parte de ella, desfigurando el Goytia (escribieron Coutia), anulando su rúbrica y las letras de arq. (arquitecto), y ahí se quedó para los turistas que nos visitan.

En la comparación, bajo estas líneas, destaca además del edificio monstruo de la “casa del millón” (1967) que cubriría hasta el jardín de la desaparecida casa de Gandarias, al fondo el crecimiento en altura de la Villa rematado con el edificio de la residencia de Aspaldiko en el alto de Campanzar.




 


 


viernes, 24 de febrero de 2023

RECUERDOS DEL COLEGIO SANTA MARIA

 


José Luis Zubizarreta nos envía una serie de fotografías de su álbum particular, de las que hoy ofrecemos algunas referentes al colegio Santa María, que podrán servir de recordatorio a las personas que en ella salen y a compañeros de fatigas en aquellos años según nos indica.

La foto superior corresponde al 2º Preparatorio del curso 1964-65 y en la inferior muchos de aquellos tras una comida 25 años después de salir del colegio, junto al cuadro del profesorado del curso 1969-70 donde ya una parte importante no eran frailes.





 

LA BANDA DE CARTON EL RESBALON, EN 1953

  


Hoy recordamos a la desaparecida Banda de Cartón El Resbalón, al recibir de Begoña Gamiotea la foto superior con el grupo que lo formó en sus primeros años, en el campo de San Roque, que como se ve al fondo de la foto estaba lleno de gente.

Esta banda de cartón fue la primera que se creó en Bizkaia en 1951, siendo sus fundadores Ángel León y Evelio Álvarez, dos hojalateros, que construyeron los instrumentos de cartón y chapa de cinc, soldados con estaño, siendo el bombo y la caja de madera de chapa de ocume. Los primeros años llevaron la batuta Martin Arronte, Tomás Díaz, y Bienvenido Chamorro, con el frac del conductor del carruaje fúnebre, alquilado a la Casa de Misericordia de Bilbao.

En el ángulo inferior recogemos a sus dos fundadores, con motivo del homenaje que recibieron de "La caravana de la alegría" en el Cine Mar con motivo de sus bodas de plata.

Completamos esta entrada con una de sus primeras salidas fuera de la Villa, creemos recordar que por las fiestas de Bermeo.



miércoles, 22 de febrero de 2023

FOTOS DE DAVID JUARRERO: CELEBRANDO EL 700 DE LA CONQUISTA DE SEVILLA

 


En el número de TEMAS JARRILLEROS dedicado a los MOMENTOS de los 700 años de la fundación de la Villa, se recogía cómo para construir la primera armada castellana que conquistaría Sevilla en poder de los musulmanes, se recurrió, entre otros, a los astilleros de Portugalete que todavía no era Villa.

En 1948, siete siglos después como homenaje a la Marina, se organizaron actos conmemorativos trayendo a Bilbao y Portugalete, las reliquias de Fernando III, las llaves de Sevilla, que el moro le entregara al rendirse, su espada y la bandera de Sevilla. 

Fue el 12 de agosto cuando se organizó un cortejo marítimo desde Bilbao, con una réplica de la falúa del Consulado, que recogemos sacada del reportaje del NODO de la época.

Las fotos de David Juarrero, que hoy presentamos nos muestran la procesión a la salida del embarcadero camino de la iglesia de Santa María donde se harían los actos religiosos, con la salve marinera y donde quedaron depositadas las reliquias.

El equipo de José Luis Garaizabal y Mikel Otxoa nos ha facilitado toda la información de prensa de dicho acto que contó con la presencia de numerosas personalidades de la época, como el ministro de Marina, portando la espada, o el presidente de las Cortes. La archivamos para otra ocasión.



martes, 21 de febrero de 2023

LA INFANCIA PORTUGALUJA, HACIA 1951, EN EL COLEGIO DE LAS MONJAS

 



 

Desde Madrid, Begoña Gamiotea nos abre su álbum familiar y nos envía algunas fotos de los años 50 del siglo pasado como es la del colegio de Santa Ana en el Cristo, hacia 1951, que encabeza esta entrada

Fue una de las que en su día recogimos en el libro con el archivo fotográfico de Eduardo Benito titulado PORTUGALETE EN LA FOTOGRAFIA. LA SOCIEDAD PORTUGALUJA DEL SIGLO XX.

Pinchando en este título las encontramos en la página 216 y en el índice recogemos gran parte de sus nombres (págs. 290 y 291). Gente nacida entre 1942 y 1947.


 

lunes, 20 de febrero de 2023

Nº 31 DE CUADERNOS PORTUGALUJOS

 


El viernes pasado se presentó en rueda de prensa el último ejemplar de CUADERNOS PORTUGALUJOS como ya anunciamos y que



 ahora ya está a disposición pública en el Centro Cultural Santa Clara, en la Biblioteca Municipal y los suscriptores de la Colección El Mareómetro lo recibirán en su domicilio.

Este ejemplar se puede consultar en digital en nuestra página pinchando:

Nº 31 DE CUADERNOS PORTUGALUJOS

Y en él recogemos en sus dos últimas páginas la Bibliografía Portugaluja correspondiente al pasado año 2022, en el que hemos incluido el Premio de Investigación Histórica, dedicado al poeta portugalujo ADOLFO DE LARRAÑAGA, obra de José Ignacio Salazar Arechalde, de próxima aparición.

En cuanto al último ejemplar de la Colección El Mareómetro (quedan algunos sin recoger) lo hemos subido a la Biblioteca Digital Portugaluja, donde se puede consultar pinchando:

DICCIONARIO BIOGRAFICO PORTUGALUJO

Igualmente se puede consultar el libro de Aitor González Gato, con sus últimas correcciones:

TOPONIMIA HISTORICA DE PORTUGALETE



 

viernes, 17 de febrero de 2023

LOS LAVADEROS DE LA CALLE ZUBELDIA

 


Hoy se presenta el primer ejemplar de este año de CUADERNOS PORTUGALUJOS, que hace el nº 31, como ya hemos adelantado hace unos días.

Antes de que los de la calle Zubeldia se nos echen encima, queremos aclarar la fotografía que ofrecemos allí dedicada al lavadero de dicha calle pues no recogimos adecuadamente la indicación de nuestro colaborador José Luis Garaizabal.

Debemos recordar que al final de lo que después sería la calle Maestro Zubeldia, se construyó en 1889 un lavadero público obra del maestro Francisco de Berriozabal, que según recogemos en la foto superior de Eduardo Benito, estaba junto a la tejavana, y que estuvo en uso aunque ya ruinoso hasta los años 60.

En el ángulo izquierdo de dicha foto se divisa, detrás de él, y ambos bajo el depósito de aguas, el lavadero nuevo que se construyó en 1910, proyecto del arquitecto Emiliano Pagazaurtundua y que según se indica en el CUADERNO disponía de una pila central y 30 laterales, así como un espacio para desinfección.

A este lavadero nuevo corresponde la foto inferior de José Luis Garaizabal de 1967, a la que le hemos adosado para mayor claridad la puerta de entrada con sus legibles indicaciones de LAVADERO 1910.



miércoles, 15 de febrero de 2023

Generosa Ortiz y Saracho (1858-1930) Cuidadora de la imagen de la Virgen de la Guia

 


Esta ficha quiere ser un homenaje de reconocimiento, a todas aquellas personas, sobre todo mujeres, que a lo largo de nuestra historia se han preocupado de cuidar la pequeña imagen de la Virgen de la Guía, de la calle Coscojales, como lo hizo en 1992 Maite Uribarri restaurándola, para que el día 1 de julio de cada año pueda se agasajada por la multitud de personas que acuden a su fiesta. 

La advocación a la Virgen de la Guía se remonta  al siglo XVI en el que muchas embarcaciones llevaban su nombre y su imagen estaba en la ermita del Cristo de los Hoyos. A finales del siglo XIX, con diversas hipótesis, su imagen es colocada en la calle Coscojales en la casa junto al lavadero, donde es cuidada por nuestra protagonista, casada con el durangués, Manuel García Salaberri, que tenía su carnicería, cerca del lavadero frente al matadero. Encargada de cuidarla lo siguió haciendo al construirse el edificio del Mercado al que se le dotó de una hornacina para la imagen, reconociéndosele su labor nombrándola madrina de la trainera con el nombre de Virgen de la Guía en 1925.

En 1930 una semana antes de la fiesta, se le murió uno de sus hijos que dejaba siete huérfanos, quedando ella herida de muerte. Ese año la fiesta se vio empañada por la trágica noticia: "A las 4:40 de la madrugada desde uno de los balcones del tercer piso de su casa de la calle del Medio, donde habitaba, se arrojó a la calle doña Generosa Ortiz Saracho. Tenía 72 años y era una persona muy conocida y estimada que siempre había tomado parte activa en la organización de la fiesta".

   Su hija Mª Dolores García Ortiz continuó con la tarea y en la República, tras eliminar el Consistorio de las calles las referencias religiosas, reclamó la imagen al Ayuntamiento apelando ser “propietaria de ella porque su madre Generosa lo había heredado de sus antepasados y había cuidado su culto lo mismo que ella misma”. El alcalde decidió entregarle la imagen en depósito manteniendo el Ayuntamiento su propiedad.

    Tras la guerra con la destrucción del edificio se construyó el nuevo Mercado y en 1940 se restableció la imagen a su ubicación actual.

 

martes, 14 de febrero de 2023

EL PORTUGALETE DE LA SEGUNDA REPÚBLICA

  


Como recuerdo de aquel 14 de febrero en que se proclamó la II República Española, reproducimos del Blog ERREPUBLIKA PLAZA, el itinerario que José Manuel López Diez, nos recuerda de aquellos años y de la guerra civil.

Según se explica, se trata de una mera selección, que pretende ser representativa, de “lugares de la memoria” situados en la zona de la villa más interesante desde el punto de vista histórico-artístico. Las fuentes principales del itinerario son el libro de Tasio Munárriz, República y guerra en Portugalete (2012), y el informe Senderos de la memoria: relación de espacios vinculados a la memoria de la Guerra Civil (2015), elaborado por el Grupo de Investigación Biography & Parliament. 

Ayuntamiento (Plaza del Solar, 1)

 El 14 de abril de 1931, un gran gentío ocupó la Plaza para presenciar la proclamación de la segunda República en el ayuntamiento. A las siete de la tarde, los concejales elegidos en las municipales dos días antes, se personaron en la Casa Consistorial para pedirle al alcalde que les entregara el poder. El alcalde accedió y fue sustituido por Federico Sánchez-Vallejo Ucín (quien regentaba el Bar La Unión en la misma Plaza y pertenecía al Partido Republicano Radical Socialista).

A continuación se cubrió con la bandera local el retrato de Alfonso XIII que presidía el salón de sesiones y se abrieron las puertas de éste, que se llenó de público. Hablaron Sánchez-Vallejo y Cándido Busteros (dirigente local del PSOE), ofreciéndose al pueblo y pidiéndole colaboración. Se izaron las banderas de la República, la Casa del Pueblo y Acción Nacionalista Vasca en el balcón central del ayuntamiento. La gente, puesta de pie y acompañada por la banda municipal, cantó “La Marsellesa”, “La Internacional” y el “Gernikako Arbola”. Se guardaron dos minutos de silencio en memoria de los capitanes Galán y García Hernández (ejecutados en 1930 por sublevarse contra la monarquía) y se levantó la sesión. El día siguiente se declaró festivo y, entre otros actos, hubo romería en esta Plaza, que pronto se llamaría de la República.

Círculo Monárquico (Santa María, 1) 

Agrupaba a los defensores del régimen heredero de Isabel II, quienes militaron en Unión Nacional durante la dictadura de Primo de Rivera, y en Renovación Española cuando la república. Es decir, representaba sobre todo a la clase dominante: la burguesía católica, españolista y golpista de 1874, 1923 y 1936. De hecho, tenía 109 afiliados en 1932, presididos por Julián Bayo Climent (librero y padre del alcalde franquista más duradero que hubo en Portugalete). Pese a tratarse de una minoría social, obtuvo cinco concejales (de 18) en las elecciones de 1931. La sede fue incautada en la guerra civil y pasó a manos del Partido Comunista de Euzkadi. 

Casa del Pueblo (Santa María, 8) 

Sede del PSOE y organizaciones afines, como las Juventudes Socialistas y la Unión General de Trabajadores. Durante la república tuvo entre 20 y 70 afiliados aproximadamente, cifra muy inferior a su fuerte implantación social y sus resultados electorales: 6 concejales (de 18) en 1931. Aunque sus bases eran proletarias e izquierdistas y lucharían en la Revolución de octubre de 1934, la política del partido era esencialmente reformista; ejemplo de ello es su alianza electoral con los republicanos. En 1930 presidía el partido en la villa Cándido Busteros Orobengoa (un carpintero que fue alcalde en 1932-1934 y 1936). 

Bar El Soviet (Santa María, 11) 

Fue la sede del PCE hasta 1936, cuando este ocupó el local del Círculo Monárquico, en la misma calle. La mudanza denota la importancia que había cobrado durante la república dicho partido, una organización marxista minoritaria que creció amparada por el estalinismo, pero también gracias a la popularidad de la revolución soviética, la agudización de la lucha de clases y la entrega de su militancia: la tercera parte de los combatientes republicanos de la villa eran comunistas. Precisamente, el bar estuvo clausurado por la participación de su responsable en otro levantamiento de octubre: el de 1934. 

Torre de Salazar (cantón Lope García Salazar, 1) 

Hacia las doce de la noche del 6 de octubre de 1934, 8 revolucionarios intentaron asaltar la torre (entonces palacio) donde vivía Luis Salazar Zubía (ex presidente de la diputación vizcaína por el partido conservador). Como este no les abrió la puerta, echaron un balde de gasolina y quemaron la casa. Salazar se salvó, pero no la torre, donde ardieron un archivo y una biblioteca que, según algunos, eran muy valiosos. Este es el episodio más conocido de la revolución de octubre en el municipio, asociada como se ve a una carga de vandalismo e incultura que se ha transmitido hasta hace poco sin ninguna explicación contextual.

Políticamente, la torre de Salazar simbolizaba lo mismo que la de Sestao, derribada por el Ayuntamiento republicano de dicho concejo en 1931: la opresión de una minoría explotadora sobre la mayoría explotada. A su vez, esa minoría era identificada por muchos con el fascismo y la Confederación Española de Derechas Autónomas, que acababa de entrar en el gobierno, amenazando con destruir los avances sociales logrados por la república. Menos sabido, en cambio, es que 159 portugalujos fueron procesados por participar en el levantamiento y que 64 de ellos fueron condenados a cadena perpetua, aunque luego les indultó el gobierno del Frente Popular. La mayoría eran obreros, y muchos siguieron combatiendo al fascismo en la guerra civil. 

Refugio del túnel (Manuel Calvo, s/n) 

Pese a que entonces solo tenía un ojo y una vía, el túnel abierto para el ferrocarril de Bilbao a Santurtzi entre las estaciones de Portugalete y Peñota fue el mayor refugio jarrillero de la guerra civil, ya que cabían en él 10000 personas (casi todos los habitantes de la villa en la época). Si bien estaba prohibido, había personas que cocinaban, comían, orinaban, defecaban y dormían en el túnel. 

Agrupación Republicana (Manuel Calvo, 14) 

Entre 1931 y 1937, la Agrupación Republicana de Portugalete perteneció primero al Partido Republicano Radical Socialista y después a Izquierda Republicana, ambas organizaciones representativas de la pequeña burguesía anticlerical y reformista. En las elecciones municipales de 1931, el PRRS obtuvo 4 concejales (de 18). Uno de ellos fue Federico Sánchez-Vallejo, que sería el primer alcalde jarrillero del nuevo régimen, hasta 1932. Este último año, había 158 afiliados a la agrupación, que tenía aparte un Hogar de la Mujer Moderna, sin duda creado para alejar de la Iglesia al sexo femenino. 

Delegación de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi (Mª Díaz de Haro, 2) 

Aquí estaba el Hotel Portugalete, donde residió la Delegación de la MGAE, creada en 1936 por el gobierno vasco. Dicha marina constaba de 50 pesqueros guipuzcoanos transformados en “buques de guerra”, que tenían su base en la villa; varios se distinguieron por su heroísmo en la batalla de Matxitxako (en la cual resultó mortalmente herido un arrantzale jarrillero de ANV). La delegación dirigía la vigilancia costera y la recogida de minas, servía de enlace con los bous de combate y atendía las instalaciones portuarias. El hotel se convirtió así en objetivo militar de la aviación franquista, que lo bombardeó con éxito. Tras la guerra, fue reconstruido por presos del ejército republicano. 

Zona devastada (Coscojales, 2) 

Esta fue la mas afectada por los bombardeos franquistas sobre la villa. Entre ellos destacó por su intensidad el del 13 de junio de 1937, como reflejó Pedro Heredia en su canción “San Antonio 37” (arreglada para su estreno en el octogésimo aniversario del bombardeo, a instancias de Oroituz, la asociación memorialista de Portugalete). Hacia esa fecha, fueron alcanzados el Hotel Portugalete, el mercado y las casas de Carranza, Marta y Valle. Paradójicamente, la imagen de la virgen de la Guía se salvó porque el Ayuntamiento, aplicando sus principios laicistas, la había retirado de su hornacina en el mercado. Solo las tres casas no fueron reconstruidas durante la posguerra: las de Carranza y Marta dieron paso respectivamente a los actuales números 5 y 7 de la plaza del Solar, y la de Valle fue derribada del todo para que Coscojales tuviese acceso en línea recta a María Díaz de Haro. 

Batzoki (Casilda Iturrízar, 1) 

Sede del Partido Nacionalista Vasco y filiales, como Emakume Abertzale Batza y Solidaridad de Trabajadores Vascos. La proyectó el arquitecto Juan María Uribe y se inauguró el 15 de septiembre de 1935, año en el cual tenía 300 afiliados el partido, que sin embargo no estuvo representado en el primer ayuntamiento republicano. El edificio se levantó en un año y costó 148.144 pesetas, aportadas por los sectores clericales, derechistas y más o menos pudientes a los que representaba el PNV. De hecho, esta formación fue la única que pudo levantar una sede propia durante la república, época en la que presidió el partido un portugalujo, el capitalista Ramón Vicuña Epalza. Además, el batzoki es un ejemplo destacado del estilo racionalista en la arquitectura vasca. 

Puente Vizcaya (Muelle Churruca, s/n) 

La noche del 16 de junio de 1937 se produjo la destrucción más emblemática de la guerra civil en Portugalete: la voladura del Puente Vizcaya. Con el ejército franquista a las puertas de Bilbao, el gobierno vasco ordenó que se destruyeran todos los puentes que cruzaban la Ría para retrasar el paso de los fascistas por ella y así dar tiempo a la evacuación de los civiles. De hecho, el transbordador fue el primero en caer, por obra de los artilleros de la Escuela Militar de Euzkadi. Solo quedaron en pie las dos torres que hay en cada margen, de modo que estas son los únicos elementos originales que conserva el puente actualmente. La infraestructura fue reconstruida en la posguerra. 

Hospital Gandarias (Mª Díaz de Haro, 60, 62, 64, 66) 

Aquí se ubicaba la casa de Gandarias, incautada al famoso capitalista de este apellido y transformada en hospital militar durante la guerra civil. Concretamente, el gobierno vasco lo calificó como hospital de convalecencia, de manera que sirvió para atender en la retaguardia a los heridos en el frente o en los bombardeos sobre la población civil. Era un edificio monumental de estilo segundo imperio, con una sala de curas y otra de operaciones, una dependencia privada para la administración y una cocina, además de amplios miradores al Abra. Este “lugar de la memoria” final sirve tanto para recordar a quienes murieron en él como a los que salvaron muchas vidas ejerciendo labores sanitarias.

 

lunes, 13 de febrero de 2023

¿SON ALDEANAS DEL MERCADO LAS MUJERES DE ESTA FOTOGRAFÍA?

 


Ya hace diez años que publicamos en las páginas centrales del nº 16 de CUADERNOS PORTUGALUJOS, esta foto del ingeniero y fotógrafo, Gustavo Gillman Bovet, titulada Mujeres llegando al mercado y que fechada en 1902 pertenece a los fondos fotográficos del Archivo General de la Región de Murcia.

Ahora para resaltar la historia del tradicional mercado el Ayuntamiento ha instalado la señalética, fabricada en acero cortem, con textos en euskera, castellano, francés e inglés donde junto a otros grupos de aldeanas vendiendo los tradicionales frutos de la tierra, se incluye esta que ahora recuperamos.

«Como parte de la identidad y orgullo jarrillero, nos parecía importante transmitir y difundir también a las personas foráneas la realidad de este mercado, su pasado y su futuro», desatacaron los responsables municipales.

Sin ningún ánimo de polémica, simplemente ponemos sobre la mesa una incógnita que nosotros desde hace tiempo no hemos podido aclarar:

Serían aldeanas que vendrían a vender sus tradicionales productos a la plaza?

Sardineras no podían ser porque el pescado nunca ha ido tapado.

Podrían ser lavanderas, camino del lavadero o de vuelta? Pero hacia donde iban o de dónde venían.

Bajo estas líneas ampliamos la foto, para seguir pensando que eran aldeanas que iban, según el fotógrafo autor, “al mercado”.



 

LOS RECUERDOS DE LOS VIEJOS ESCLAVOS DE MANUEL CALVO EN CUBA.

 


 Hace un año en una entrada con este mismo título dimos la noticia de la aparición en Cuba de una obra del investigador de San José de las Lajas, Félix Horta García, que hoy tras un viaje de nuestro colaborador Txomin Hermosilla tenemos en nuestras manos con su dedicatoria.

Al margen de que volvamos sobre su contenido, que aporta algunas nuevas noticias sobre la estancia de nuestro indiano Manuel Calvo en Cuba, hoy anticipamos algunas noticias sobre sus esclavos.

El libro se adentraba en la historia del antiguo cafetal, luego convertido en ingenio azucarero, ambos con el nombre del querido pueblo de su fundador, PORTUGALETE, donde sus primeros pobladores fueron negros que tras ser arrancados de su tierra natal eran vendidos, rebautizados todos con el apellido Calvo y a punta de látigo les fue impuesta una identidad ilusoria que resultó en el fenómeno de la transculturización.

El autor recurrió no solo a los archivos locales, sino sobre todo dando voz a la palabra acallada de sus nietos, los descendientes aun vivos de los esclavos, todos con el apellido Calvo.

Por los registros de su iglesia parroquial vemos que en el apogeo del contrabando negrero, los últimos esclavos introducidos en el cafetal PORTUGALETE ascendieron a 112 entre el 15 de febrero y el 27 de marzo de 1863.

Pertenecían a los grupos étnicos: Lucumí, (46%) congo (39%), macúa, carabalí jausa, arará, y mandinga. 64 eran varones y 48 hembras. Desde los primeros tiempos se produjo una diversidad étnica, patrón establecido en las plantaciones para fomentar y mantener la desunión por las distintas lenguas y leyendas

En la memoria de la población solo quedó el recuento de los conga porque eran la nota alegre que impusieron con sus tambores la música africana. África fue tomada por los portugueses, mi abuelo Leopoldo y Manuela Calvo eran esclavos congo portugués o engunga, recuerda uno de ellos.

En los precios en el mercado de esclavos llama la atención la alta valoración de los miembros de la etnia, conga. A nosotros de jóvenes también nos llegó el dicho, ante el alto coste de una cosa, de “vale un congo”.

Un anciano al que entrevistó, José Inés Calvo, a partir de los relatos de su abuela, le contó una de las tretas del amo en el tráfico ilegal a través de la Compañía de Navegación Trasatlántica.

Este utilizaba a los esclavos de confianza, los que enviaba en veleros a las costas de África, para que con los toques de tambores, atrajeran a los nativos a una fiesta en la cubierta del barco, donde eran embriagados con aguardiente. A la mañana siguiente estos despertaban estupefactos, prisioneros encadenados ya de camino a Cuba. “Congo musabulé, a la isla va el congo musambulé”.

El autor nos dice que aunque parezca novelado este relato hay que recordar que ya la escasez de fuerza de trabajo conllevó a la importación de canarios, al principio a través de Manuel Calvo, quien en 1889 participó por vía  marítima en el suministro de braceros españoles para la industria azucarera.

También recoge que al margen de los relatos de crueldades que se dieron por parte de los blancos, el portugalujo dejó una estela de bondad y compasión.

Algunas de las versiones recogidas entre los descendientes:
Manuelito era bueno con los ecrabos… no le gustaba castigar a nadie… cuando estos se escapaban a las fiestas de otras fincas cercanas, les decía a las autoridades que no les dieran golpes y los llevaran al ingenio.

Algunas fugas que se dieron en el Portugalete se solucionaban en caso de reincidencia con la venta del esclavo al ingenio Unión-Fernández con mayores correctivos y controles

Fieles a sus concepciones defendían al amo, el cual en su estancia en el ingenio era caritativo, mientras condenaban al mayoral, para ellos el exponente del rigor del trabajo y sus vicisitudes.

Un anciano desvalido, Ta Pelayo, se irritaba con una mujer burlona que gritaba, Manuel Calvo murió por malo…

El se arrodillaba, con los ojos fijos en el cielo, para maldecirla:

Y uté tambié va a morí, con su cara colorá que parece un guanajo.

De todas maneras una realidad que puede confirmar el trato más humano que los esclavos recibían la encontramos en este párrafo de la historia de aquella zona cubana:

La abolición de la esclavitud produjo una marcada carencia de brazos en las plantaciones azucareras debido al éxodo de los trabajadores hacia las zonas urbanas, sin embargo esta causa no afectó al central PORTUGALETE, en el cual a pesar de ser libres y poder hacer lo que les parezca, cuantos viven en la finca y antes fueron esclavos, siguen allí casi en su totalidad.

 


 

 

viernes, 10 de febrero de 2023

TOROS EN PORTUGALETE. LA CORRIDAS DE AGOSTO 1856 (2)

 


Para la segunda corrida celebrada el domingo siguiente día 31 de agosto, Aurelio Gutiérrez recurre al “Irurac Bat” del 4 de setiembre de 1856.

Este periódico nos informa que “el público es de Bilbao en su mayor parte, público acostumbrado a buenos toros y bastante práctico para conocer sus cualidades, y por malas que sean las novilladas siempre asistirá con gusto porque el espectáculo que ofrece la ría hasta después de la función basta para dar un día de placer. El Ibaizabal además de la mucha lumbre que llevaba, tuvo aliento para arrastrar seis remolques, tres lanchas y tres botes”.

En la novillada en la que hubo muchos más lances grotescos que en la anterior, dio comienzo a las cuatro de la tarde presidida por el alcalde. Se corrían 5 toros embolados que salvo uno o dos habían sido capeados anteriormente lo que desmerecía la corrida para los aficionados bilbaínos entendidos.

La reseña que hace de la lidia el periodista empieza:

“Salió Granadero, negro, bien puesto, pobre de carnes, tomó cuatro varas y le puso Chaviri dos pares con mucha gracia. Benito Abasolo, Vinagre le dio dos buenas, aunque algo bajas, pero para rematarle tuvo un descabello.

Un buen hombre que bajó a la plaza con objeto de recoger la divisa fue cogido y lanzado al aire por el toro, el público le creyó muerto, pero afortunadamente se equivocó, aunque le tomó por el vientre no le causó menor la herida, sin embargo, asustó mucho a las señoras.

Milano, se llamaba el segundo, navarro, toro muy bonito, aunque muy pequeño, dio mucho juego, embestía desordenadamente, pero los picadores conociendo su poca fuerza le recibieron a regatón las varias veces que arremetió a los caballos. Soto le dio con mucha limpieza el salto de la garrocha, le capearon con bastante maestría Vinagre y Rechina, y después de cinco pares que le pusieron Jorge y el alpargatero lo despachó Vinagre de una magnífica estocada”. 

Recomendamos a los interesados completar la información en el blog LA VIDA PASA, y resaltar la importancia de estas noticias que Aurelio nos aporta dado que debemos recordar que se trata de hace más de siglo y medio y que son inéditas por los detalles que aporta.

La foto de la Villa en 1864 que encabeza esta entrada intenta acercarnos también a aquellos años.

 

 

 

jueves, 9 de febrero de 2023

TOROS EN PORTUGALETE. LA CORRIDAS DE AGOSTO 1856 (1)

 


Sobre La fiesta de los toros en Portugalete, encontramos un trabajo en la Biblioteca Digital Portugaluja, firmado por Ricardo Ruiz Menchaca y Roberto Hernández Gallejones. Este último en el libro de la Colección El Mareómetro, Crónica de la Historia de Portugalete. Siglo XIX, nos habla también del tema hasta la construcción de una plaza en 1892.

En cuanto a los años de mitad de aquella centuria, nos cita el oficio del Gobernador autorizando la corrida de 1852, cómo la de 1862 era dedicada a los bañistas de verano y cómo en la de 1863 los novillos eran de Orozco.

Aurelio Gutiérrez, últimamente incansable en sus investigaciones, nos aporta en su blog LA VIDA PASA, las crónicas periodísticas más antiguas de dichas corridas celebradas en la Villa.

El periodico Irurac Bat ya había anunciado el 8 de agosto anterior: “La villa de Portugalete va a celebrar dos famosas novilladas en el mes de agosto, para lo cual están hacinando ya en uno de los extremos de su hermosa plaza los materiales para la construcción de los tendidos”.

La primera reseña se encuentra en el El NERVION del día 25 de agosto d 1856, y el que la hace acudió desde Bilbao en el vapor Ibaizabal, siguiendo el dicho de ¿dónde vas Vicente? dónde va la gente.

No sabemos dónde estaba el redondel de la plaza, que solía ser en El Solar, pero nos guiamos del grabado de 1862, de F. Ruiz, cuando todavía no se había urbanizado el luego llamado Muelle Nuevo.

La hora de comienzo era las tres y media de la tarde y hasta las cuatro y media no se hizo la señal de que podía salir al redondel el primer toro, por problemas con la llave del encargado del toril.

Se lidiaban cuatro toros, facilitándonos los nombres de dos de ellos, Cerero y Lancero, corriendo a cargo de Benito Abasolo “Vinagre”, espada, acompañado de su cuadrilla de picadores.

La reseña acaba diciendo que los toros eran novillos malos, y los lidiadores lo hacían mal a porfa, pero no por esto el público dejó de divertirse porque se vieron cosas nuevas y con gracia.

Así leemos que al primer toro, los aspirantes a picadores le rasgaron el pellejo en vez de picar, los chulos clavaban los palos en la tripa, brazos y donde Dios les dio a entender, ordenando la autoridad que volvieran el toro a su jaula perdonándole la vida.

En cuanto al cuarto de la tarde, Lancero, voluntario, pero sin fuerza, tomó algunas varas y dio varios revolcones a los jinetes consiguiendo matar dos caballos que hasta entonces habían sostenido la lucha de los tres primeros toros sin recibir lesión alguna.

Fue despachado de una y media buena estocada, el público pidió que le dieran el toro y el señor Presidente tuvo por conveniente acceder a ello.

Aurelio termina su artículo ofreciéndonos el perfil de este torero que no deja de ser el primero que conocemos en la historia de las corridas de toros en la Villa: Benito Abasolo "Vinagre", era a veces banderillero y otras matador de toros, jefe de cuadrilla que, hacia excursiones por pueblos y provincias, donde procuraba cumplir lo mejor que podía. Llevaba ya bastantes años toreando, era más conocido en la provincia de Madrid y limítrofes que en otras, y creíamos que había llegado hasta donde podía un hombre de su condiciones, pero dejó la espada por el sable. Se hizo militar, y defendiendo una mala causa llegó a capitán de las contraguerrillas de Vizcaya en la última guerra civil.

 

 


 

 

miércoles, 8 de febrero de 2023

RECUERDOS DEL OJILLO (8): EL Nº 12

 


En una entrada anterior Pedro Llinares nos habló de LOS LLINARES DEL OJILLO EN LOS AÑOS 50 DEL SIGLO PASADO, y relataba todos los vecinos que en aquellos años vivían en esta casa del Ojillo construida junto al convento de las Siervas de María en 1947.

Hoy completamos el tema con los recuerdos de Juanfer López Markaida, quien nos dice que esta casa fue construida por cuatro socios, tres socios industriales, un albañil, un electricista y un fontanero y como socios capitalistas los hermanos Alejandro y Fermín López Najera.

Estos se quedaron con dos pisos y con las dos lonjas, actualmente ocupadas por Oscar Atillo, de Fisioterapia y el bar restaurante El Txangurro.

En la de este último metían los Hnos López Nájera el camión de 9,8 tns de color rojo, marca REO y un FOR Thames Trader para reparto de vino a granel como mayoristas que eran, en envases de madera, barriles, (110 L), cuartas (325 L), pipas o bocoy (640 L), pellejos (88 L), garrafones (16 L), y un coche Mercedes descapotable negro con capota de tela negra abatible manualmente. También llegó a meter allí Antonio Puente su moto.

El camión de reparto llevaba conductor y ayudante. El chófer Eustaquio Hormaetxea, alias Gernika, pues era de esa villa y su compañero Alberto Comunión Gómez, cuñado de mi aita Fermín. La maniobra para meterlo en aquella lonja tenía su punto de dificultad por la anchura y largura del vehículo que le hacía tener que meter el morro en la acera de enfrente para coger ángulo de giro y retroceso. El tabique del fondo en la lonja daba al patio trasero de comunidad y una ventana lateral a un patio interior común a otra lonja que en 1951 estaba la academia San Antonio.

En el Ojillo entonces había poco tráfico. Además de dichos vehículos, algún camión como el de trasportes BIOK de Dioni Urrutia de la tienda de coloniales del nº 5, las camionetas de reparto de Sirimiri y Berriatua, o el camión de Carmelo Acha descargando en la bodeguilla y poco más. Aparte de algún burro con su basto, el carro de Herminio el carbonero y eso sí el que no faltaba a la cita de la mañana y de la tarde el autobús de Gallarta 

Posteriormente en esta lonja, López Nájera montó el bar restaurante El Ojillo y puso al frente del mismo mediante el pago de un alquiler a Marcelino Macho, hijo de Arsenio que explotaba el bar El Kilómetro.

En la lonja superior Antonio Puente, exfraile y maestro de primaria, tras múltiples impedimentos del Ayuntamiento presionado por los frailes menesianos, la escuela pública y el Patronato del Carmen, alquiló la lonja por 150 pts al mes y al de pocos años cogió el primero izquierda donde nosotros vivíamos pasando entonces al otro piso, el tercero derecha.

Tras la historia de la Academia San Antonio, y a la muerte de “Don Antonio”,  los dueños Hnos López Nájera le vendieron en 1991 la lonja al recordado Prudencio Torres Sertucha.

Pruden continuó el negocio de colchonería de Ambrosio Saitua Sangroniz natural de Sopelana que llegó al Ojillo en 1953, con su mujer Luciana Arteta de Urduliz y sus tres hijos.

A Ambrosio en el nº 10 le recuerdo peleando con la lana de oveja para su confección y aquellas telas listadas colores rojas y blancas o azul y blancas, sin que fueran sus hijos Juan o Jesús quienes lo continuaran sino Pruden.

A Pruden que murió hace dos años y a Ambrosio  los incluimos en la foto superior del Ojillo.


martes, 7 de febrero de 2023

RECUERDOS DEL SALTILLO: PEDRO SAN SEBASTIAN Y ANTONIA ABIEGA (2)

 


Seguimos con la entrada anterior de José Antonio Otxoa, que encabezamos con una imagen de una postal del Saltillo cuando su abuelo Pedro San Sebastián empezó a trabajar en él, en 1910, unos pocos años después de haberse comenzado las obras del relleno de la costa hasta Santurtzi. 

Mi tío Antonio, tenía en El Saltillo unas colmenas con abejas, debajo de unos enormes depósitos de agua y para mí era fantasmagórico verle con un enorme sombrero del que colgaban unas grandes redecillas, protectoras de las abejas y rodeado de humo que lanzaba con una máquina sobre las colmenas para tranquilizar a las abejas, cuando cambiaba los panales de miel.

Mi tío Antonio, su mujer Ángeles y sus cinco hijos, venían frecuentemente al Saltillo, especialmente Peru con quien yo jugaba. En esta casa vivieron también muchos años desde su boda el hermano de mi madre e hijo de Pedro, mi tío José Luis con su mujer Amelia e hija Mª Antonia.

Aunque pasaban menos tiempo en El Saltillo, también visitaban a los abuelos, su hijo mayor (sin contar con los dos que vivían en México), Jesús, con Clara y sus hijos Josu y José Antonio, que tenía el Ultramarinos “Sanse”, abajo entre Coscojales y la calle del Medio. Eran muy religiosos.

En cuanto a la historia del Saltillo, hay que dejar constancia que María Vallejo que murió en 1950, aconsejó a su hijo Pedro Galindez y Vallejo que lo donara a la Asociación benéfica Casa del Salvador y así lo hizo ese mismo año tras su muerte.

Para su nueva dedicación el palacio fue reformado, cubriendo sus fachadas decoradas, con ladrillo caravista. Como Hogar Saltillo los religiosos Amigonianos, de los Terciarios Capuchinos, cuidarían en él a jóvenes desestructurados. Al finalizar las obras a final de 1951 llegaron los cuatro primeros jóvenes provenientes de la Casa del Salvador de Amurrio. Sería unos meses después, en 1952, cuando se produjo la inauguración oficial con numerosas autoridades presididas por el ministro de justicia Antonio Iturmendi.

Al morir mi abuelo Pedro San Sebastián, en 1955, mi abuela y mis tíos José Luis y Mª Antonia que vivían allí, debían dejar la casa. Se habían apuntado para conseguir una vivienda en el grupo Miramar, en la parte alta tras la iglesia, pero su construcción era interminable como lo era el serial radiofónico de aquellos años, Diego Valor, con cuyo apodo se quedaron.

Intervino el recordado Peru Galindez y su mujer Mercedes Maiz, ofreciéndoles que siguieran hasta que se acabase la citada barriada, que sería tres años después, en que la familia se trasladó dejando su morada en la finca del Saltillo.

Finalizo estas líneas con algunos otros de mis recuerdos personales.

Desde una ventana de la casa de mi abuelo podía espiar con mi prima mayor, que vivía siempre allí, a los jovenzuelos de Auxilio Social colindante, que jugaban en un frontón. Me acuerdo especialmente de uno rubio llamado Octavio. (En la foto inferior el edificio de El Salto utilizado para Auxilio Social antes de su desaparición).

Desde allí iba a la playa, donde aprendí a nadar con 6 años y todo los días a la “Punta” del Muelle de Hierro, a pasear, coger karramarros velludos (eskarras), pescar con “aparejo” panchitos y a bañarme. Por cierto que había muchos karramarros “zapateros” no comestibles.

En mitad de esa época, desgraciadamente, apareció el famoso “petróleo” (por limpieza de tanques de barcos en el mismo Abra) que cubrió casi toda la superficie del agua y embarduñó las rocas, karramarros, la playa y todo.

Mis padre al casarse en 1930, vivieron allí un corto tiempo, y allí nació mi hermana Mª Rosario (1931), luego ya en Bilbao, mi otra hermana y yo en 1943 en una casa de La Orconera, en Lutxana, donde trabajaba mi padre, que murió en 1948.

De 1952 a 1958 (hasta los 15 años) yo venía en el tren desde Lutxana a diario al Colegio Santa María. Desde la estación antigua frente al ayuntamiento, subía por el Callejón del Muerto hasta el Colegio, por donde “Trole” (Del Horno) nos tiraba piedras al pasar desde una huerta superior. Después le he conocido un poco como gran nadador de la Náutica, y creo que es un gran tipo.

Desde la parada del mediodía del “cole” iba por el mismo callejón hasta Coscojales, donde estaba la carnicería de Cari, que me preparaba un filete de un cuarterón (125 grms.) de ternera y que llevaba al Saltillo a mi tía Amelia, quien me preparaba la comida y la merienda (chocolate o leche condensada cocida, “La Lechera”, con pan).

De años después, terminada ya la carrera de ingeniero, tengo otras anécdotas relacionadas con Pedro Galindez, entonces presidente de la Cámara de Comercio, pero eso es ya otra historia…