lunes, 28 de marzo de 2022

LOS RECUERDOS DE LOS VIEJOS ESCLAVOS DE MANUEL CALVO: MEMORIA CONGA DEL PORTUGALETE

 


A través de Txomin Hermosilla hemos tenido conocimiento de la aparición en Cuba de un libro que bajo el título A cada uno lo suyo. Memoria conga del Portugalete, obra del investigador local Félix Horta García (San José de las Lajas, 1947), publicado en 2018 recoge noticias del ingenio que creara el indiano Manuel Calvo. Como una muestra del modo de pensar y actuar de la etnia conga, la obra recrea un inventario de cuentos, refranes, cantos y vocablos, que nos trasladarán a la época de esplendor del ingenio Portugalete, rememorada por los descendientes de su antigua dotación de esclavos. 

A la espera de poder tener un ejemplar en nuestras manos reproducimos una parte de la entrevista que Julia Cabalé, le hizo al autor el 27 de abril de 2021 en Cuba Literaria Ediciones Digitales: 

.-En tu obra A cada uno lo suyo. Memoria conga del Portugalete (Editorial José Martí, 2018), al iniciar su lectura se evidencia un minucioso trabajo investigativo. Algo que lograste, evidentemente, con extrema paciencia, no hay otra forma. También se puede constatar que tu espíritu de investigador tocó muy de cerca a todos aquellos que te acompañaron, sensible complicidad que dota a la obra de una frescura contagiosa, ¿cómo llegaste a esta selección?

Siempre sentí curiosidad por las tradiciones de origen africano. Casi tuve una nana negra que, aún ya adulto, me seguía llamando El Nene. También se lo debía a San José de las Lajas, mi pueblo y el de mis ancestros. No puedo dejar de mencionar mi relación con practicantes de la Regla de Ocha y Regla Conga de Palo Monte, que aunque nunca intentaron influir en mis creencias, evidentemente marcaron mi vida. Por otra parte, a pesar del rol tan importante que jugó la mano de obra esclava, en el siglo XVIII, en las plantaciones de azúcar y café que sustentó nuestra base económica, hasta donde tengo conocimiento, este tema ha sido muy poco tratado en nuestra región. De aquella época solo sobrevivió el Central Portugalete, nombrado así por su primer dueño, el vasco Manuel Calvo Aguirre en memoria de su lugar de origen. Así que este apellido, como era costumbre que los esclavos llevaran el del dueño, me llevó al encuentro de los nietos de los esclavos del Ingenio. Ya estaban muy ancianos pero poseían una entereza, un carácter envidiable a pesar de estar marcados por las dolencias propias de la edad. Tenían muy buen humor. 

.-El Portugalete dejó en la población el eco de la molienda, el grito del esclavo. Estaba de paso por el pueblo de Cuatro Caminos cuando, mientras estaba detenida ante aquella antigua pared de piedra que mostraba su espectacularidad histórica, algo hacía imposible que pasara inadvertida. Alguien dijo: «es lo que queda del Ingenio». Un ambiente de solemnidad nos inundó. Tus entrevistados se expresan de una forma muy particular, cercana a sus ancestros, algo que también influye para darle a la obra una atmósfera de época. ¿Qué me podrías decir al respecto?

El vetusto muro de piedra fue la pared del antiguo barracón ya mutilado. Las personas sensibles y conocedoras de la historia de aquel lugar podrían imaginar los lamentos de esclavos, el ruido de las máquinas, el avatar del grillete o el deambular desorientado de los pequeños chichiricú o kiri-kiri, a falta del ngangulero.

Los nietos de esclavos que entrevisté contaban con una edad muy avanzada, uno de ellos falleció a los 103 años. Tenían poca instrucción y un habla muy particular, propia o imitativa de los cuentos y fábulas contados por sus ancestros. 

.-¿Te integras?

Considero que hay una estrecha relación entre el sujeto y el investigador. Una atmósfera que te lleva hacia el ayer. Imágenes diluidas se hacen corpóreas. Compartí sus alegrías y pesares. Casi sin percatarnos, asistimos a momentos de vida más allá de una explicación. 

.-¿Planes futuros?

Seguir indagando, en la búsqueda incansable por el conocimiento hacia la identidad cubana, ¿qué fuimos, qué somos y hacia dónde vamos?

 

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