jueves, 30 de abril de 2020

NOTICIAS DEL ATHLETIC CLUB DE PORTUGALETE, EN 1902, DEL CORRESPONSAL DE LA VOZ DE VIZCAYA, D. RUPERTO MEDINA (2)




Tras el recorte de periódico La Voz de Vizcaya de la entrada anterior de junio de 1902, encontramos otro del 8 de diciembre firmada por C. Vico, uno de los seudónimos que usaba Ruperto Medina.

En este caso la reseña corresponde a la “entusiasta inauguración de una nueva sociedad titulada "Athletic Club” constituida por una nutrida falange de valerosos jóvenes de esta villa, que dedican sus ratos de ocio al arriesgado ejercicio, juego o entretenimiento del foot ball que parece que se va haciendo camino entre los gustos sportivos de la fría estación, según se echa de ver en la concurrencia que cada vez más numerosa acude a presenciar la lucha.
Los balcones del domicilio social estuvieron artísticamente adornados, ondeando en ellos la bandera de color azul y blanco y en el centro las iniciales entrelazadas del nombre de la sociedad”.
Además empezaron organizando un baile en el salón del balneario donde concurrió lo más selecto de la bella juventud de Portugalete y cita entre los principales organizadores a los jóvenes Alberto Larrañaga, Enrique Suarez, Constantino Mendizabal, y Eduardo Otaduy.
Tras el baile y la velada musical en la que lucieron sus aptitudes musicales la simpática señorita Julia Iza, inteligente profesora de piano, y los pianistas Fermín Vellés y Braulio Zabarte, se trasladaron todos al local de la sociedad, “algo reducido pero bien arreglado y sobre todo admirablemente situado: de donde todo se ve, sin que su existencia se adivine”. En el interior un cuadrito alegórico pintado por José Lecue estaba destinado a contener la lista de socios.
Tras la reunión la Junta quedó constituida con Dario Vitórica, presidente, Alberto Larrañaga, vicepresidente, Felix Aqueche, tesorero, Julio Mendiguren, secretario y como vocales Angel Bellido y Juan Arámbarri.
El corresponsal acaba señalando que “entre los nuevos campeones se encuentra el victorioso jugador don Pedro de Larrañaga, quien sabrá adiestrar y conducir a la victoria a sus decididos compañeros”.

miércoles, 29 de abril de 2020

NOTICIAS DEL ATHLETIC CLUB DE PORTUGALETE, EN 1902, DEL CORRESPONSAL DE LA VOZ DE VIZCAYA, D. RUPERTO MEDINA (1)



Entre los viejos papeles que guardamos olvidados, hemos encontrado recortes de prensa del periódico La Voz de Vizcaya (1898-1902) donde se hizo periodista Indalecio Prieto y que contó como colaboradores como Miguel de Unamuno, siendo su corresponsal en Portugalete Ruperto Medina.
Empezaremos recogiendo dos noticias de los orígenes del futbol en la Villa.
Hasta ahora solo nos queda constancia de lo que nos contaba César Saavedra en su Vida deportiva del PORTUGALETE F.C. (1899-1995), apoyándose en la información de su amigo Delfín Guantes, que entonces tenía 100 años y una gran lucidez mental, o del difunto Julio Lumbreras, y decía “la historia del Portugalete F.C. se enmarca entre los Clubs históricos de Bizkaia. Es uno de los pioneros de este deporte disputando encuentros con el Vizcaya, actualmente Athletic Club de Bilbao, en los campos de Lamiaco en 1899 cuando era el Athletic Club de Portugalete”.
Por su parte Ramón Quiroga y Mariser Las Heras, en su CLUB PORTUGALETE. El centenario, apoyados en un artículo de La Gaceta del Norte del 10 de junio de 1923,  conmemorando las Bodas de Plata del Athletic, se menciona como este equipo jugaba contra el Portugalete en las campas de la Avanzada allá en 1901.
Así mismo en el libro de la Colección el mareómetro, Portugalete en las dos primeras décadas del siglo XX, encontramos como los jóvenes portugalujos que jugaban en ocasiones con los bilbaínos, constituyen el 23 de febrero de 1902 el Portugalete Athletic Club, dedicado “al recreo y juego de pelota” figurando como presidente Miguel Carranza. Además nos recuerda que uno de los promotores del futbol en la Villa fue Pedro Larrañaga, integrante junto con Eduardo Montejo del Bizkaya que ganaron la final del Campeonato de Copa celebrada el 15 de mayo de 1902 en el Hipódromo de Madrid contra el Barcelona, ganando la célebre Copa de La Coronación.

Todo lo anterior es lo único que conocemos de los comienzos del futbol en la Villa, por lo que es importante lo que nos escribe Ruperto Medina en LA VOZ DE VIZCAYA en junio de 1902, dando cuenta de que en la Junta General la Sociedad Athletic Club de esta Villa para proceder a la renovación de la Junta directiva fue reelegido presidente Dario Vitórica así como el tesorero-secretario, Angel Bellido y los vocales Juan Arambarri, José Azpeitia, Manuel Retuerto y Manuel de la Hormaza, entrando como vicepresidente Alberto Larrañaga. Por lo tanto Miguel Carranza fue el presidente cuando se constituyó el Club para pasar a ser pronto presidente Dario Vitórica.
Pero es interesante las restantes noticias que nos facilita, empezando por el acuerdo de inscribirse para tomar parte en el partido de foot-ball organizado por el Ayuntamiento de Gijón para el 31 de este mes para disputar el premio a la Sociedad Sport Club de aquella localidad. Este equipo cuenta con numerosos triunfos en la región asturiana, venciendo a los de Oviedo, Vigo y Avilés, disfrutando del campeonato del Noroeste de España. Se ventila por lo tanto el campeonato de todo el Norte.
Es probable que muchos aficionados de esta provincia acompañen a los luchadores; pero para consuelo de los que no puedan realizar el viaje, debemos advertir que el match se repetirá en Lamiaco en la primera decena de setiembre y entonces tendremos la ocasión de admirar a los que han de decidir la región del Norte a la que corresponde la primacía del Foot-ball.
Sea cual fuera el resultado de estos dos encuentros, el Athletic Club de Portugalete está decidido a proseguir su campaña, midiendo sus fuerzas con los más distinguidos clubs. Por eso a continuación del partido de Lamiaco con el gijonés, jugará en Burdeos con el conocido Burdigala y será probable que concierte después varios partidos con los de Barcelona; y a fin de que la afición no decaiga y se cuente siempre con el necesario estímulo, ha acordado proponer a todos los clubs del Norte de España la creación de una Copa que sirva para ventilar todos los años a cual de ellos corresponde el campeonato de dicha región.
Casi nada, los portugalujos tomando el mando único del futbol en España para establecer los pasos a dar y salir de aquel confinamiento inicial y llegar a la situación moderna actual.

martes, 28 de abril de 2020

FOTO EN COLOR DE LAS ESCUELAS DURAÑONA EN 1995



Como estos días de confinamiento son propicios para remover viejos papeles, nos encontramos en una carpeta esta foto en color que en su día nos facilitó Aitor González Gato y que está fechada en 1995 y que consideramos que es interesante que se incluya aquí.
Lleva en su reverso un texto que dice lo siguiente:
Esta Escuela Durañona se localiza en el barrio de Rivas, que perteneció a Santurce hasta que pasó a la jurisdicción de Portugalete en 1933 como consecuencia de una cesión municipal.
Mandada construir por Ramón de Durañona hacia 1886-90, para cubrir la carencia de escuelas en Rivas y Repélega que estaban muy alejados del núcleo principal del Concejo.
Esta obra de estilo clasicista la podemos atribuir a Francisco de Berriozabal por su gran semejanza con otros proyectos suyos.
El cuerpo principal era la vivienda del maestro y los laterales escuelas para niños una y para niñas la otra.
Tras una época con un estado de abandono deprimente fue derribado a finales de 2001.
***
José Luis Gutierrez Landa, nos envía esta foto del momento de su derribo el 15 de diciembre del 2000, tras haber sufrido un incendio.






lunes, 27 de abril de 2020

DESFILES DE CARROZAS Y VERBENAS EN EL PARQUE (2)



Seguimos recordando la historia de los desfiles de carrozas que se incluían en los programas de fiestas de verano que, como vimos, comenzaron en 1966 para alcanzar su máximo auge con José Manuel Esparza de alcalde y llegamos al año 1973 en que fue proclamada Genoveva Gorbea como reina, con Marisol García, Pili Peña, Mari Carmen Coto, Mª Luisa Sánchez, Mª Oliva Luengo y Marisol Noriega como damas de honor.
Al año siguiente, en 1974, sería la hija pequeña del alcalde, Josefina Esparza, la elegida reina formando parte de su corte, Mª Piedad Castro, Amelia Melida, Mª Jesús Llorente, Mª Luisa Ansede, Rosa Mª Goikoetxea y Marisol Jiménez. Al desfile de carrozas del 22 de Julio se agregan las majorettes de Tarbes (Francia) y las Bandas de Cartón, “El Derribo” y “El Resbalón”.
De 1975 desconocemos los nombres al no publicarse en el programa, pero sí, que participaron “cinco preciosas carrozas” y sus respectivas Bandas de Música, más las majorettes y las dos Bandas de Cartón citadas en el año anterior. Para la fiesta en Santurtzi se anuncia la verbena en una Sala de Fiestas.
La carroza es la misma de 1971, según podemos ver en la fotografía publicada en el libro de la Colección El Mareómetro “La sociedad portugaluja del siglo XX”, aunque mal fechada (1971) al llevar las damas la banda de aquel año.
El último año que se celebraron estos actos fue 1976, eligiéndose reina a Pilar Nogueira y ocho damas (los nombres no figuran en el programa) que desfilaron en una de las carrozas por Carlos VII, acabando con la tradicional verbena en el Parque donde actuaron “una famosa orquesta y un estupendo conjunto”. Buscando datos sobre los gigantes, hemos localizado, sin querer, en las cuentas municipales de este año varias partidas de 16.000 ptas. por los gastos de carrozas en San Salvador del Valle y Portugalete, además de 27.000 como gratificación a la Banda de Música y otras 90.000 por gastos del desfile del 7 de Agosto.

JOSE LUIS GARAIZABAL FLAÑO





domingo, 26 de abril de 2020

RETRATO DE MIQUEL BLAY Y SU ESCULTURA DEL BARRENADOR Y FUNDIDOR DEL MONUMENTO A CHAVARRI




Sobre el famoso escultor catalán Miquel Blay i Fabregas (1866-1936) y su obra en Portugalete, el monumento a Víctor Chávarri, hemos tratado muchas veces en este blog.
Hoy traemos para completar el tema el retrato que le hizo en 1929 Joaquin Sorolla y que se conserva en la Hispanic Society of America de Nueva York, así como la noticia de la existencia de la pareja del barrenador y fundidor, a pequeña escala y en bronce en el Museo de la Garrotxa, de su ciudad natal Olot (Girona).




sábado, 25 de abril de 2020

RELATOS DEL FIN DE SEMANA: CINE IDEAL (QEPD)


El Cine Ideal estaba en la calle General Castaños. Inaugurado en 1919, fue el primer local en dar películas en la villa jarrillera, y constaba de 832 localidades.
La gran cinefilia que profeso se debe en buena medida a este local y a su vecino el Cine Mar y sus programas dobles en las matinales de los domingos y festivos.
En el Ideal descubrí a Marilyn Monroe en la estupenda "Río sin retorno" con el formidable Robert Mitchum, o aprendí a llevar y disparar un revólver en la sensacional "Raíces profundas" de la mano del gran Alan Ladd. O me aterroricé con la llegada de los invasivos marcianos en la galardonada con el Oscar a los mejores efectos especiales "La Guerra de los Mundos" de Byron Haskin. Por citar unos ejemplos.
Se le conocía como el cine de Berriatua por el apellido del fabricante de gaseosas que era su propietario. Pero el verdadero empresario era D. Luis de Lafuente que con su esposa Doña Carmen se sentaban a la entrada en el vestíbulo del cine junto a la taquilla y por las tardes controlaban a todo aquel que entraba al local.
Este tenía una planta en forma de "T" con una zona inicial de patio de butacas muy estrecha para de pronto engancharse y ampliarse a ambos lados con unas hermosas plateas laterales que ampliaban el aforo de su extenso patio de butacas. Las localidades altas estaban encima del vestíbulo y la delantera tenía butacas pero el anfiteatro era de bancos corridos. Al costado derecho de la entrada a butacas estaba la cabina de proyección con aparatos Ossa y sacaban una muy apreciable proyección en una espléndida pantalla de Cinemascope (fue el primer cine de Portugalete que tuvo dicho sistema) y un sonido muy ajustado con una buena acústica en la sala (disponía de sonido estereofónico que daba realce a películas como "Los diez Mandamientos" ó "Los cañones de Navarone").
Un recuerdo para sus operadores de cabina, Ángel y Joaquín aunque este último pasó al Coliseo Java al inaugurarse dicho local y que como a veces las cortinas del escenario molestaban un poco en los laterales del Cinemascope salía de la cabina con un palo de escoba y retiraba los extremos de las cortinas en los bordes de la pantalla.
Otro empleado que permaneció en el cine hasta su jubilación fue Germán el portero que a pesar de su seria expresión era amabilísimo, y siempre impertérrito en la puerta de entrada. Las sesiones eran siempre continuas pues las butacas adolecían de numeración. El horario era desde las 5,30 tarde. El último pase a las 10 noche excepto en programas dobles en que se adelantaba a las 9,30. Los domingos y festivos había matinal a las 11 de la mañana con programa doble que luego por la tarde se repetía en el Teatro Principal de Portugalete en Continua desde las 5.
Solían ser aptas para menores. Recuerdo "El prisionero de Zenda" con Stewart Granger, Deborah Kerr y James Masón. También "Quo Vadis?" con Robert Taylor y Deborah Kerr y un sinfín que sería prolijo enumerar. La película base de la semana se estrenaba el Sábado y duraba hasta el martes. Luego Miércoles y Jueves se daba otro estreno, reestreno ó programa doble. El viernes era variable hasta que con el paso del tiempo pasó a ser el día de estreno.
La propaganda se ponía profusamente en el exterior con múltiples carteleras con fotos y pasquines de las películas. Y un cartel de letras intercambiables estaba siempre encima de la taquilla con los horarios y precios y la calificación de la edad a que era destinada la película. El vestíbulo también estaba repleto de carteleras. Parte de las exteriores se dedicaron a la propaganda del Coliseo Java (iniciales de Jañez Valderas, su constructor) que también era explotado por Lafuente y le interesaba potenciar.
En los años 60 el cine se cerró por obras que lo modernizaron dándole un aire más actual (pero para mi que quedó un poco híbrido y perdió parte de su encanto clásico) y se reinauguró con "Ulises" de Mario Camerini con Kirk Douglas distribuida por Rey Soria Films. Así se mantuvo abierto unos cuantos años en los que se procedió al cierre de las localidades altas y se reformó la cabina de proyección que pasó a tener proyector único con lámpara de xenón y bobinas gigantes en la peana del proyector. Las matinales se mantuvieron hasta el cierre y luego siguieron en el Coliseo Java. Recuerdo la proyección de "Alerta roja, Neptuno hundido" en esta etapa y ya eran con película única sin programa doble.
 En 1984 la proyección de "El trueno azul" con Roy Scheider cerró para siempre las puertas de aquel templo del Séptimo Arte que protagonizaba unos llenazos en sus buenos tiempos que un ejército de acomodadores, hasta tres llegaba a haber en el patio de butacas, canalizaba hasta sus asientos. Al principio tuvieron uniformes de pana verde con botones dorados. Luego ya fueron de paño y de color marrón oscuro como tabaco muy bonito en sus últimos tiempos.
 "Hatari", "Lío en los grandes almacenes", "El albergue de la Sexta Felicidad", "Creemos en el amor", "El día más largo", "El diario de Ana Frank", "Ben-Hur", "Fuego verde" etc. etc. etc.... quedaban atrás en el imborrable recuerdo de tantas horas de disfrute. En fin... una pena. ¡¡Otros tiempos!!

JULIO IGNACIO GALLEGO
1 de mayo 2018
Los cines de Euskadi QEPD






viernes, 24 de abril de 2020

PORTUGALETE EN LA FOTOTEKA GIPUZKOANA DE LA KUTXA (2): EL VAPOR HABANA



Siguiendo con las fotos de la Fototeka de la Kutxa Fundazioa, nos paramos hoy en las que nos muestran la salida por la Ría del Vapor Habana, que ya hemos utilizado alguna vez pero de la que desconocíamos su autor que resulta ser el donostiarra Vicente Martín (Fotocar), hijo y continuador del histórico estudio fotográfico de Ricardo Martín.
Se trata del trasatlántico HABANA construido en 1920 en La Naval, entonces el más grande botado hasta entonces con el nombre de Alfonso XIII. Con la llegada de la República pasó a llamarse Habana. Al producirse el golpe de estado de 1936 estaba atracado en Santurce siendo requisado para dar cobijo a los refugiados del frente gipuzkoano, en 1937 fue utilizado como hospital y finalmente sirvió para la evacuación de miles de niños.
Al finalizar la guerra en 1939 regresó a manos de la Compañía Trasatlántica, y tras sufrir un incendio y ser reparado, fue botado de nuevo en 1942, como el mayor buque de carga de España.
Las fotos corresponden al año 1943.






jueves, 23 de abril de 2020

PORTUGALETE EN LA FOTOTEKA GIPUZKOANA DE LA KUTXA(1): REGATAS



En esta época de cuarentena puede ser oportuno adentrarse en los archivos fotográficos que se nos ofrecen digitalizados e indagar sobre fotos realizadas en nuestra Villa aunque muchas veces su catalogación esté equivocada.
Estos días ha sido Aurelio Gutiérrez en su blog La Vida Pasa, quien nos ha ofrecido algunas de las que ha encontrado en la Fototeka de la Kutxa Fundazioa de San Sebastián.
Recogemos sobre estas líneas la foto de la trainera Virgen de la Guia, en las regatas de la Concha de 1926, con su abuelo León Aureliano Gutiérrez Castillo "Navarrillo" de patrón. El fotógrafo fue el histórico fotógrafo donostiarra Ricardo Martín (Fhoto-carte) que falleció antes de la guerra.
Igualmente encontramos una serie de negativos del Campeonato de España de Traineras celebrado en la Ría en 1974, ganado por Orio, por delante de Lasarte y Astillero. Las fotos corresponden en este caso a Arturo Delgado.








miércoles, 22 de abril de 2020

DESFILES DE CARROZAS Y VERBENAS EN EL PARQUE (1)



Cuando publicamos la historia de las verbenas en el Parque organizadas por la Deportiva Náutica, terminábamos diciendo que también existieron las que bajo organización del Ayuntamiento se celebraban una vez finalizado el Desfile de Carrozas de la Villa y pueblos que se habían agrupado bajo la Mancomunidad de Ayuntamientos del Nervión (Portugalete, Barakaldo, Sestao, Santurtzi, Trapagaran, Getxo y Leioa), convirtiéndose en uno de los actos veraniegos más publicitados en los Programas de Fiestas junto al Gran Premio Nervión de traineras y pruebas ciclistas.
Los primeros de estos desfiles de carrozas localizados datan de 1966, cuando un Puente Colgante realizado de perfiles de baldas metálicas y un gran escudo, representó a la Villa y fue acompañado por los dantzaris del Elai Alai, como vemos en la foto superior a la izquierda extraídas de los programas de fiestas.
En el citado Programa de Fiestas se anunciaba para el 13 de Agosto un Alarde de las Bandas de Música de Barakaldo, Getxo, Santurtzi, Sestao y Portugalete acompañando al desfile de carrozas y acabando con una Gran Verbena en el Parque del Doctor Areilza.
La “corte” de la reina Encarnación Ovejas, la formaron: Merche Puntonet, Mª Jesús Icaza, Gude Borreguero, Marisa Bilbao, Beatriz Ríos y Begoña Bilbao.
Ese mismo año (22-6) tomó posesión de la Alcaldía, José Manuel Esparza, que quiso dar un impulso turístico a la Villa declarándola en 1969 como “Villa de la Noble Amistad”, slogan que recomendaba colocar en una pegatina en la luna trasera de los vehículos, y relanzando los desfiles de carrozas que eran publicitados en los programas de fiestas de las localidades participantes.
La fórmula consistía en que cada localidad mancomunada eligiera una reina y su corte de seis u ocho damas de honor que debían desfilar en la carroza de su municipio durante varios fines de semana y después, disfrutar de una verbena en su honor que en los primeros años fueron al aire libre en cada localidad, acabando por celebrarse en la Sala de Fiestas de la localidad, si contaba con ella, como fueron Trébol 72, Anaconda, Galos o Gwendolyne. Los trajes, guantes incluidos y corona corrían por cuenta del Ayuntamiento, así como los peinados, flores y un obsequio que se entregaba a cada una al finalizar su año de reina o dama. El organizador y jefe de ceremonias era el concejal Felipe Llorca que seguro nos podría contar mil y una anécdotas, pero que debido a la reclusión casera, tendremos que esperar hasta que pase todo este mal trago del coronavirus para charlar con él.
Creo haber leído en algún expediente o libro de cuentas, que algún año (tal vez todos) se alquilaban las carrozas al municipio de Castro-Urdiales.
A partir de 1970, vemos en los Programas de Fiestas la imagen de estudio (Guyma) de la reina, Ana Basterretxea, sin que figuren las damas de honor, anunciando el desfile de carrozas de Portugalete, Santurtzi, Barakaldo, Burgos y Palencia, por Carlos VII  y la posterior verbena. 
En 1971 fue elegida Tere Esparza como reina con sus damas: Vicky Merchán, Carmen Ezquerra, Blanca García, Lola López, Ana Carrero y Chenchu Pajares. El recordado Javier Ortuzar la entrevistó para el diario HIERRO, recorte que nos ha facilitado Tere además de varias fotos del desfile y acto de coronación de manos de su padre. La Gaceta del Norte publicó también casi una página dedicada al desfile, mostrando en una de ellas, la carroza portugaluja con cuatro ciervos tirando del trono de la reina.
De 1972 solo sabemos que la reina fue la Srta. Mendia Ruiz y una de sus damas, Elena Martín, que también ha colaborado con sus fotos y recuerdos. Los actos fueron la víspera de Santiago.

JOSE LUIS GARAIZABAL



martes, 21 de abril de 2020

EUSKALERRIKO KARTA DE 1932-36



Tras la Carta ilustrada del Señorío de Vizcaya en 1940, hoy es José Luis Garaizabal quien “como pequeña aportación a la colección de mapas que nos sigue ofreciendo José Antonio Soto y cuya última entrega fue una magnífica carta "bancaria" de 1940 que se circunscribía solo al Señorío de Bizkaia, envío esta Karta que en su día me regaló mi buen amigo Mikel Otxoa, que abarca toda Euskalerria y fue realizada por el gasteiztarra José Luis de
Zumarraga y Larrea entre 1932 y 1936, siendo reeditado por la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián en 1983.
Según una ficha del AQUARIUM de Donosti la describe así: "Mapa en el que se reflejan aspectos humanos, artístico-culturales, lingüísticos y etnológicos".
Sabréis perdonar la calidad de las fotografías obtenidas en casa tras descolgar el cuadro que adorna mi pasillo”.




lunes, 20 de abril de 2020

SAGAS PORTUGALUJAS: LOS AROMA (2), CONSTRUCTORES



Siguiendo con esta saga portugaluja queremos destacar ahora su faceta constructora.
Víctor y Justo empezaron a principios de siglo con la casa Vicuña en el Muelle Nuevo, llegando a alcanzar la cifra de unas 320 viviendas en 11 promociones en Portugalete.
Hemos localizado en 1922 en La Cruz nº 3 (10 viviendas.), en 1958, Martín F. Villarán-Cristóbal Mello-Bizkaia (90 v.), 1969, Arantza nº 8 (10 v.), 1963, F. Gabriel de Lazurtegi nº 3 (15 v.), 1962, General Castaños nº 46 (10 v.), 1961, Ortuño Alango nº 5 y 7 (20 v.), 1963-65, Vázquez Mella nº 2, 3, 4 y 5 (68 v.), 1963, San Roque nº 3 (9 v.), 1969-72, Avda. de Repelega nº 5, 7 y 9 (20 v.), 1965, Sotera de la Mier nº 1 (12 v.)
Igualmente participaron en varios proyectos civiles y religiosos como fueron: el Kiosko del Parque de Santurtzi (1917), el Mercado de Abastos de Portugalete (1940), el Campo de San Roque (1945-46), y en los años 50, como vemos en las fotos superiores, la Iglesia de Nª Señora Virgen del Puerto (Zierbena) y la Casa de Ejercicios de San Ignacio de Loyola en Portugalete (1950). Colaboraron también en la construcción de la Casa Parroquial de Santa María (1967-68).
Toda esta actividad requería de un lugar en que depositar los materiales de construcción y para ello escogieron lugares como el solar comprendido en la calle La Cruz y El Ojillo o la “huerta de los aldeanos” propiedad de Miren Vicuña, sita entre las actuales calles de  Correos y Gipuzkoa, en la trasera del Cine Ideal y junto a la fábrica de Gaseosas Berriatua y los Talleres Pradas, ya que desde la parte posterior de su casa de General Castaños nº 15, vigilaban el material y a los hijos que jugaban en la campa. También servía, como podemos ver en las fotografías inferiores como lugar para celebrar chuflas familiares.

En ese terreno entre la calle Correos y la actual Gipuzkoa, donde los chavales del Ojillo y Correos se divertían jugando al futbol o a pedradeo limpio, aparecen, en la foto de la izquierda, Fidel Leza y Eduardo (?), Fernando Aroma, Juanjo Uria, Antonio Elguezabal, Pili Aroma, a la derecha abajo, Juan Uría y Emilia Aroma con su hija Maritxu y en la tercera un grupo con, arriba, Gaspar Aroma, Margari Sarria, el hermano de "Cotones”, Martín Aroma, Anita Charola, Ignacio Charola, Emilia Aroma, Armolea, Juan Uria y abajo, Avelino Jaurrieta, XX, José Mª Charola, Maritxu Uria, Florentino con Juanjo Uria, y Guiller Aroma.




domingo, 19 de abril de 2020

RECOGIDO DE LA PRENSA: LA PRIMERA VICTORIA VASCA EN LA ITZULIA



En el ejemplar de hoy de EL CORREO, J. GÓMEZ PEÑA, recuerda que Luis Pedro Santamarina, un portugalujo nacido en Gallarta,  consiguió el triunfo ante el poderoso equipo KAS en la edición de la Vuelta que terminó el 19 de abril de 1970, justo hace medio siglo.

Ahora que por la pandemia el calendario ciclista se ha puesto a temblar y hay quien se siente el borde del apocalipsis, conviene recordar que este es un deporte imbatible. Ni guerras ni escándalos han podido con él en más de un siglo. La Vuelta al País Vasco 2020 ha quedado suspendida. Volverá. Ya estuvo enterrada entre 1936, inicio de la guerra civil, y 1968. Resucitó en 1969. Un año después, el 19 de abril de 1970, justo hoy hace medio siglo, el vizcaíno Luis Pedro Santamarina se convirtió en el primer corredor vasco que inscribía su nombre en el palmarés de la carrera.
El ciclista de Gallarta falleció en 2017, con 74 años y tras casi tres décadas en su taller de bicicletas de Portugalete. Campeón de
España en 1967, Santamarina tumbó en aquella edición de la Itzulia al tremendo equipo KAS de Linares, Aurelio González, Gandarias, Gabika, Zubero, Galdos, López Carril, Elorza, Echeverría y Gómez del Moral. Santamarina, con el maillot del Werner, resistió ante el KAS, el Fagor de Perurena y el Bic de Aranzabal y Janssen, y celebró el triunfo en Eibar, de donde este mes de abril no ha podido salir la ronda.
Hizo historia para el ciclismo vasco, aunque no evitó el olvido. «He llegado a leer que Julián Gorospe fue el primer ganador vasco de la vuelta», se quejó en más de una ocasión. La lista de vencedores locales es breve: Santamarina en 1970, Miguel Mari Lasa (1974), Gorospe (1983 y 1990), Pello Ruiz Cabestany (1985), Aitor Osa (2002), Iban Mayo (2003) y Ion Izagirre el año pasado. A ellos se suman dos corredores formados en Euskadi: Íñigo Cuesta (1998) y Samuel Sánchez (2012). Santamarina les abrió la puerta.
Corrió cinco Tours, ganó dos etapas en la Vuelta y una en el Giro, y fue campeón de España el día de 1967 en que otro vizcaíno, Valentín Uriona, se dejó la vida en esa carretera de Sabadell.
Había algo de trágico en aquel ciclismo: un coche aplastó al burgalés Talamillo en la Nochevieja de 1965; un año antes, a Juan Campillo lo había matado un camión. Dicen que le vieron taparse la cara con el abrigo y arrojarse a la carretera. No hacía mucho que otros dos ciclistas, Raúl Motos y Joaquín Polo, habían fallecido en la Vuelta a Portugal por algo que hoy suena imposible: de sed.
A Santamarina, en cambio, casi le tumba el exceso de comida en la ronda vasca de 1970. Había discutido con Manzaneque, su director en el Werner, tras retirarse en la clásica de Amorebieta. Por poco se lían a tortas. A tanto llegó la bronca que Santamarina se largó a casa, a Gallarta. Durante dos días, lunes y martes, se olvidó de la bicicleta. «Comí alubias y de todo». Manzaneque fue a buscarle el miércoles de esa semana para disputar la Vuelta al País Vasco, que arrancaba sólo 24 horas después.
La primera etapa salió de Eibar por la cuesta de Elgeta. Resoplaba. «Tuve que pedir unas tijeras porque el culotte me apretaba. Había engordado. Aguanté como pude», contó Santamarina. Soportó el ritmo y el sobrepeso. La digestión posterior fue ya mucho mejor. Como él decía, los ciclistas pierden la forma en una curva y la recuperan en la siguiente.
En la segunda etapa (Bilbao-Vitoria) se hundieron Janssen, Gabika y Echeverría. En el sector contrarreloj (Estella-Pamplona, 47 km) del tercer día, Santamarina se vistió de líder al acabar tercero tras Carlos Echevarria y Janssen. Tres días después de los atracones, había recuperado su mejor silueta. Aquella semana, Bizkaia estaba pendiente del Athletic, que al final no pudo ganarle la Liga al Atlético de Madrid.
 Mientras el Athletic se conformaba con el subcampeonato, Santamarina se mantuvo en pie ante la ofensiva final del KAS. «Dejé que se fuera Gandarias y le mantuve a cien metros. La cuarta etapa terminaba en el velódromo de Anoeta y entré a unos 15 segundos de Gandarias. Luego me dejé ir porque sabía que los tiempos se cogían en la entrada de la pista. Langarica (director del KAS) protestó pero no le sirvió de nada». Santamarina también resistió en la jornada final, Pamplona-San Sebastián, los ataques de Aranzabal, Aurelio González y López Carril, y hace hoy 50 años puso su nombre, el primero de un vasco, en el libro de oro de la carrera que este año, cosas el virus, puede quedarse en blanco.


POSTALES ANTIGUAS



Hoy traemos esta postal coloreada que no recogimos en el libro de PORTUGALETE EN LA TARJETA POSTAL que corresponde a los primeros años del siglo XX.
Con el edificio de la estación, con una unidad de ferrocarril delante, sobre terrenos ganados al mar en el muelle Viejo, todavía no se había empezado a construir el actual muelle sobre pilotes, lo cual se llevaría a cabo al final de la segunda década y durante los años 20. Desconocemos el objeto del armatoste que está sobre el agua.
Los edificios del muelle Viejo tenían todavía la altura que empezarían a perder tras la guerra.
En el ángulo inferior izquierdo la rampa donde descargaban las embarcaciones sobre todo las de pesca.
A la derecha, imponente, la iglesia de Santa María con su antiguo pórtico desaparecido en 1944 y el camino de bajada en zig zag al muelle Viejo.
En el ángulo inferior derecho, el edificio de arbitrios a la salida del muelle Viejo, para controlar las entradas por el puerto o por el ferrocarril y una curiosa báscula que suponemos que utilizarían los del fielato para pesar las cargas. Un banco con críos cierran la escena.
Al fondo difuminado, el colegio del Carmen arriba y abajo el primer cargadero de mineral de la dársena con Sestao al fondo. 






sábado, 18 de abril de 2020

RELATOS DEL FIN DE SEMANA: SINDBAD EL BOTERO



Luis García llegó, un día, a Sestao, en busca de trabajo. Venía de Burgos, de donde trajo, por todo bagaje, una muda en mediano estado, una mujer recién casada y un orgulloso conocimiento de las glorias de su pueblo natal. En su nueva residencia le fue propicia la fortuna, y pronto le carcajeó como en tarde de circo. Halló trabajo suave y bien remunerado, y su compañera le ofreció la primicia de un hijo rubio que no lloró al nacer, como si tuviera la seguridad de que la vida no había de guardarle dolores. El día del natalicio, la Ría, desbocada, soltó las amarras de varias embarcaciones, y los convertidores de la Fábrica pintarrajearon el Cielo, poniendo en rojo la primera fecha de su calendario. Así es el comienzo de los grandes hombres.
El padre, buen vidente, dióse pronta cuenta de todo y exclamó sentencioso:
– Mi primer hijo, entroncado en Burgos y nacido frente a la Ría en día semejante, tiene que ser, por fuerza, heroico y marinero.
Y dispuesto a cultivar este sino favorable de su retoño, lo bautizó con el nombre de Sindbad. Sabía muy bien el lastre que suponía para un marino audaz el llamarse García.
Sindbad creció; mes tras mes fue el tiempo quitando las hojas de su almanaque. Y llegó un día en que, hecho casi un mozo, tuvo necesidad de ingresar en la escuela. Lo acompañó su padre, lo presentó al Maestro y le hizo a éste las recomendaciones pertinentes; lo que le interesaba al chico, era la cosa de mar; la ortografía y los números, para otros; que para entrar al abordaje no hace falta mucha contabilidad. Y el buen Sindbad empezó, bajo la tutela del Maestro, a hacer su primera cultura. Pasaron los días y, contra lo que creía su progenitor, no llegó a ser precisamente el terror de los demás muchachos. Le faltaba bastante; hasta el punto de que le quitaban airadamente la merienda, lo hacían responsable, ante el Maestro, de los tinteros que robaban ellos, y como era muy rubio y muy fino le llamaban Sindbadito.
El primer día que lo llamaron a la puerta de su casa por este cariñoso diminutivo, hubo una tragedia familiar. Su padre se puso frenético y gritaba loco, como Capitán Pirata en día de abordaje:
–¡Sindbad! ¡Coge el hacha de combate y entra a fondo! Que un nieto del Cid que ha salido marinero merece más respeto.
A pesar de los buenos consejos paternales, Sindbad no consiguió llegar a ostentar el nombre dignamente. Cada día más débil y modoso, parecía más bien un aprendiz de confitería que un pirata. Pero las cosas no dependen del juicio de los hombres, y contra todos y contra sí mismo, tenía que ser marino porque para eso había sido bautizado pomposamente y nacido frente a la Ría, en un día terrible. Su padre, al menos, opinaba así.
Pasado algún tiempo, y después de largas gestiones, el burgalés consiguió para su hijo, un puesto en un gánguil de Altos Hornos. Se podía decir que estaba ya sobre la marcha. El hecho era magnífico. Y como no podía menos de ocurrir, la noticia se recibió en la casa jubilosamente. Corrió el vino, sin regateo, sobre el mantel de las solemnidades, y el excelente García gritaba alborozado:
–Veréis cuando lo sepan en Burgos ¡Menudo revuelo! ¡Hasta en la Diputación se ocuparán de ti! El primer marino de la provincia.
Y el pobre chico, tímidamente, asistía un poco desconcertado al entusiasmo espectacular del autor de sus días, pensando que quizá en el fondo tuviera algo de temerario nauta sin haberse enterado.
El día de embarcarse llegó por fin. Provisto de todos los enseres de modesta marinería, Sindbad subió al gánguil dispuesto a encabezar el primer capítulo de su odisea. Como es natural, este día su padre no fue al trabajo. Se quedó en casa, y, desde la ventana, que dominaba el Cielo y la Ría, miraba alternativamente a ambos telones, y hablaba a su mujer:
– No tiene el chico mal día. Si no sopla el Noroeste, creo que arribará felizmente. Estas cosas de la marinería son cosas de suerte, pero de todos modos el muchacho está preparado.
Y después consultaba un barómetro, sacaba la tabla de mareas y volvía a repetir a su mujer la misma cantinela. Así, un poco inquietantes, pasaron varias horas, y cuando menos lo esperaban, el terrible Sindbad hizo su aparición en la casa, tambaleante, lívido, hecho un guiñapo. Su madre, al verlo, gritó confusa y alarmada, y su padre, desconcertado también, le preguntó severamente:
– Pero qué, ¿vienes de náufrago?
Sindbad no podía responder. Al fin hizo un esfuerzo, y la sala familiar oyó una confesión vergonzosa. Se había mareado; el barco se movía bastante, y como él no tenía costumbre de navegar...
Para su padre la noticia fue algo espantoso, insospechado. Veía la carrera heroica y temeraria de su hijo, destruida; su nombre, repleto de abolengo, por tierra y arriado, vergonzante, el pabellón de Burgos, la monumental e histórica Ciudad, la sin mancha. Y todo de una vez, como obra de una horrible pesadilla. Pero esta situación no podía prolongarse con decoro, y Luis García reaccionó, en seguida, y preguntó inquisitivo:
–Bueno, ¿y qué ha sido?
–Nada, que me mareao.
–¿No es más que eso?
–Sí; que el Patrón me ha dicho que tenía miedo, y, que como no sirvo, que no vuelva más.
–¿Que no sirves? ¿Que tienes miedo? ¡Mentira! ¡Envidia que te tienen! Está bien, mañana te compraré un bote.

***

Un bote blanco, como una caja de clínica, sentó su campo en la Ría. Movíase perezosamente, a empujones de unos remos manejados con torpeza. Se le veía en Luchana, en Orconera, en Erandio, irritando con su blancura a sus vecinas las gabarras. Lo llevaba Sindbad con un aire terrible de marino que había conseguido infiltrarle su padre: una pipa humeante de lobo de mar, y un sudeste, aunque el Sol hiriese en el espejuelo del bote. Hecho patrón, de una vez, había adquirido la prestancia de quien ha saltado el alambre de todos los paralelos. Paseaba por la Ría como si fuera un superviviente de la tripulación de Elcano. Para él no tenía peligros la marinería: los tritones del Pacífico eran modestos mubles que no entorpecían su carrera; los barcos piratas, sencillas lanchas sin más armas que inofensivas jibioneras; las corrientes del Estrecho, vientecillos capaces de hinchar la vela, nada más. Para él no había nada temible. Pero cuando algún día soplaba fuerte el Noroeste se quedaba en casa para contar a sus padres, su última aventura. Y como un marino empedernido solía empezar sus historias, diciendo:
–Estaba a la altura de la Vizcaya, o navegaba bordeando la Orconera...
Se hacía un silencio profundo. Se le acercaban emocionados los padres, y él continuaba:
–...Cuando me pidió paso un barco con pabellón danés. Era amigo mío el Capitán. Comimos juntos no sé dónde, quizá en Deusto. Y su madre, atemorizada por la intrepidez del chico, le solía decir:
–Ten cuidado, hijo mío; la mar es muy traidora.
–Pche–, replicaba el padre–, la embarcación es buena y el muchacho sabe de estas cosas.
–No os fiéis; acordaos del Titanic.
Y Sindbad y el autor de sus días se sonreían de la simpleza maternal. ¡Cosas de mujeres! Así se sucedieron los años normalmente sin que el hijo tuviera tropiezo ninguno. Si el tiempo era bueno, cogía el bote y daba un paseo por la Ría, hasta Erandio, y allí recalaba y merendaba luego en algún tabernucho. De esta manera se fue formando su espíritu de marino, que era orgullo de su padre. Y llegaron a convencerse de que la Ría era un mar tumultuoso, el bote, un barco de abordaje, y el patrón el Capitán más sereno y valiente de la marinería. La pobre madre se contagió también y aquella casa parecía el solar de todos los nautas y aventureros del mundo. Esta morbosidad tuvo su fin heroico pues un día leyó el padre, ya viejo, la noticia de que iban a salir de Oslo, con objeto de explorar las regiones polares, una expedición de barcos ingleses y noruegos. Se comentó en familia, se hicieron elogios de la arriesgada empresa y del valor de los marinos del Norte, y el buen García, con un gesto de orgullo paternal, dijo:
–¿Oye Sindbad qué tal estaría que fueras tú a enseñarles el camino?
–No estaría mal–, contestó sin darse importancia ninguna–. Si a usted le parece puedo salir mañana.
Y humildemente, sin estrépito ninguno, se decidió la marcha para el día siguiente. La madre, como sabía que aquellas regiones eran frías, puso en la maleta del hijo tres camisetas de lana. Y de madrugada, Sindbad soltó el bote con rumbo a Oslo, para unirse allí a los exploradores del Polo.

Mariano Ciriquiain Gaiztarro
Portugalete, 1925.



viernes, 17 de abril de 2020

RECORTES DE LA PRENSA DE ANTAÑO: LAS SARDINERAS EN LA ESTACIÓN CAMINO DE BILBAO



El recorte de hoy, del año 1922, nos recuerda que las sardineras de hace un siglo, ya no iban “desde Santurce a Bilbao por toda la orilla”, sino que al llegar a Portugalete iban hasta la estación y allí cogían el tren. 
El articulo recuerda que a los forasteros llamaba la atención “las sardineras y sus pintorescas costumbres y el original modo de pregonar el pescado: ¡De vara y media¡”
“Mujeres ágiles, forzudas, hombrunas, con su peculiar indumentaria costeña” y su recordado grito de ¡sardina frescaaa¡

Aulalia Abaitua (1853-1943) la recordada fotógrafa bilbaina nos dejó una serie de fotografías de ellas en el momento en que pasaban por delante del edificio de la estación, pues montaban todas juntas en el primer vagón, y que pertenecen al Museo Vasco de Bilbao, de la que quizás la más conocida es la que recogemos bajo estas líneas que ha coloreada y ofrecido en facebook Javier García.
Corresponde a la primera década del siglo XX.





jueves, 16 de abril de 2020

COMERCIOS DEL CASCO HISTÓRICO: Nº 12 Y 14 DE LA CALLE DEL MEDIO



Estas fichas de comercios del Casco Histórico que elabora José Luis Garaizabal, recoge hoy a los edificios números 12 y 14, construidos en el siglo XIX, el primero en 1880 y el segundo en 1860, y que para el autor tiene un componente sentimental dado que su hermana BEGOÑA GARAIZABAL, tuvo en un segundo piso su PELUQUERÍA de señoras como se recoge en su tarjeta.
En el número 12, es recordado fundamentalmente por haber estado durante años CALZADOS PACHI muy popular en la Villa. Antes que él encontramos en 1938, a CALZADOS ELEUTERIO JÁUREGUI, y tras él CALZADOS ELIAS (1943). Este Esteban Elías era hermano de Ángel Elías Romero, el primer óptico de la Villa que se establecería posteriormente en esta misma calle.
En su última época antes de su cierre, ocuparon sus locales IRIS, de venta de ropa deportiva de montaña y posteriormente MARRODAN, primero dedicado a fotografía y luego a ropa de segunda mano, dedicación que tuvo después el comercio con el nombre de LOS TESOROS DEL DESVAN.
El local comercial del número 14 será el más antiguo de los actualmente existentes y que durante más de un siglo ha estado dedicado a FARMACIA.
A él trasladó en el siglo XIX la farmacia que tenía en la Travesía de Salazar el histórico farmacéutico JULIAN LEJARRETA, tras vendérsela a PEDRO VILLARREAL Y GARCÉS.
Ya en el siglo XX encontramos que en 1900 la coge como traspaso WENCESLAO CARREDANO y dos años después GABRIEL ARENILLAS.
Desde 1904 a 1930 estuvo ELISARDO GARCIA BILBAO, para luego continuarla su viuda como Farmacia-droguería, regentada por BASILIO SAN MILLAN hasta 1960.
Finalmente cogió la farmacia en 1964, MANUEL ARNAEZ, y en 1986 la continuaron hasta la actualidad sus hijos BORJA Y MANUEL ARNAEZ.



miércoles, 15 de abril de 2020

RECUERDOS DEL BARRIO DEL ALTO DE LA PASTORA (3)



Estas fotos de hoy de Mª Carmen Ranero y Adita Arroyo, nos muestran dos épocas distintas. Arriba tras la inauguración del Grupo Riestra, hacia 1960, una estampa que refleja a la perfección aquellos años, y que ya hoy es inimaginable junto a las casas del Alto de la Pastora, con su pozo de agua detrás y dando cuenta de unas cuantas docenas de sardinas asadas en la parrilla bien regadas por tintorro, un grupo de portugalujos que quizás alguno nos puede dar sus nombres.
Las fotos inferiores nos recuerdan las campas que rodeaban el barrio y como fueron emergiendo las nuevas construcciones que acabarían con aquel mundo rural. La inferior de la derecha con el alto de Campanzar al fondo, sus casas adosadas a la izquierda y el depósito de agua tras el arbolado, nos muestra en el centro el campo de futbol de La Florida con su muro de cierre y la campa por delante donde jugaba la chavalería. Esta fechada en 1972.




martes, 14 de abril de 2020

LA ÉPOCA POSTINDUSTRIAL DE PORTUGALATE




Portugalete, como todo ser vivo, ha evolucionado siguiendo diversas etapas a lo largo de sus 700 años. Según los historiadores, hasta la mitad del siglo XV era un pequeño puerto en la desembocadura de la Ría y vivirían de la agricultura, la pesca y de auxiliar a las embarcaciones que tenían que salvar la barra. Entonces comenzó su actividad mercantil exportando el mineral de hierro vizcaíno y la lana castellana. A esta actividad hacia el exterior se añadió el mercado interior convirtiendo la Villa en el Max Center de las dos márgenes de la Ría y la zona minera (llamada “el Monte”) incluidos los domingos.
Y llegamos a la época industrial en la mitad del siglo XX. Con la llegada de los habitantes de otras provincias y de zonas de Bizkaia para trabajar en las fábricas de Altos Hornos de Vizcaya, La Naval, La General Eléctrica, la Babcock & Wilcox, la construcción, etc. la población portugaluja se hizo obrera y los propietarios del capital industrial se pasaron a la margen derecha de la Ría.
Y empezaron a surgir fábricas en la zona de Repélega, cambiando su imagen rural como vemos en la foto inferior:

CENTRIMETAL (después PORTUMETAL), c. Pando s/n. Dedicada a productos de cobre, fue fundada en 1950, con 360 trabajadores en plantilla y desde 2002 sociedad limitada laboral (extinguida) con un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y deuda 9.000 € a cada uno de sus 60 trabajadores.

HIERROS ARBULU. En 1956, Tomás Arbulu, de Elorrio, compró en Portugalete una carpintería e instaló un tren de laminación, pasando a ser la comercial de Nervacero, que era la auténtica productora en terrenos de Trapagarán. En 1977 comenzó a tener pérdidas, en 1980 el Banco de Crédito Industrial (BCI) le denegó la ayuda de crédito solicitada y el 1 de enero de 2012 se disolvió.

EMPRONOR (Embuticiones Profundas del Norte). Se instaló en 1968 en Avda. Ballonti 9, sufriendo un incendio el 7 de marzo de 2019 sin víctimas. Contaba con 25 empleados.

ACEPROSA. Aceites y Proteinas, S.A. Se instaló en 1964 en Roturas de Pando s/n y luego se llamó MOYRESA hasta que la multinacional BUNGE trasladó la empresa al puerto de Cierbena, el 19 de abril de  2007, con 56 trabajadores, vendiendo su solar.

ANDRES SANTIAGO, S.A. (Pozo Pando s/n). Nació en 1945 con carácter familiar fabricando persianas de madera, luego de plástico y al final tuberías de PVC. En enero de 1990 tuvo un incendio sin víctimas. Llegó a tener 60 trabajadores en plantilla. En 1999 contrajo una deuda de 4.500 millones de pesetas y suspendió pagos.

Talleres BAKELAN, SA (Pozo Pando 17). Se creó en 1963 para fabricar productos de caucho y plásticos. Se declaró en concurso voluntario de acreedores el 21 de diciembre de 2011.

LANTEC. Esta empresa ocupa los locales de tres pequeñas empresas, AME, SIME y SAMECA, en Avda. Ramón y Cajal 74, cuyos edificios fueron considerados fuera de ordenación. Después de varias huelgas y sanciones los trabajadores fueron despedidos definitivamente.

TALLERES URBASA. Fabricante de transportadores por gravedad y de cinta. El Gobernador civil de Vizcaya ordenó que esta empresa fuese precintada en mayo de 1967.

TASIO

P.D.

Relacionado con este tema, quisiera matizar las afirmaciones de José Andres Vitores, en dos entradas recientes en este blog, el 28 de febrero y el 10 de marzo.
Sobre su amigo Joseba Atxa Ugarte, que estuvo de sacerdote coadjutor en la parroquia de Nuestra Señora de Nazaret un año entre 1967 y 1968, cuando dice: “Con su apoyo pudo formarse la Coordinadora de las empresas de la zona industrial de Portugalete, integrada por las entidades más importantes de la época como Talleres Urbasa y otras, que en total empleaban cerca de 1.500 trabajadores.”
Es imposible que Joseba hiciese algo de esto si supiese, como sabía, que una Coordinadora de empresas era una agrupación de empresarios capitalistas que se unían para reprimir las reivindicaciones de sus trabajadores agrupados en su Coordinadora de fábricas creada en 1976 con 100.000 miembros. Tres obreros representaban como delegados a sus compañeros de Talleres Urbasa, Aceprosa y Agruminsa.
Tampoco creo que aceptaría que José Andrés figurase en su reciente libro “Los Matacabras” como “el industrial más importante de Portugalete”, al fundar junto a otros tres socios en 1995 Laser Bidez S.L en Trapagarán.