Poco a poco vamos viendo cómo desaparecen oficios relativamente
antiguos, que muchos de nosotros hemos llegado a conocer. Uno de ellos es el de
afilador de cuchillos y otros utensilios cortantes.
Hoy recordamos a Pedro M., natural de Ciudad Real, quien llegó a nuestra
villa en 2019 y donde continuó el oficio de afilador en el que ya trabajaba su
abuelo. La pandemia del coronavirus de ese año le obligó a quedarse en
Portugalete más tiempo del que tenía previsto, teniendo que dormir en su propio
coche (lo contamos en una entrada titulada “El relato del fin de semana: el
afilador").
Otro ejemplo lo tenemos en M.F.J., hombre de poco más de 70 años,
natural de Ortuella, que por afición y amor a este viejo oficio todavía
ocasionalmente se le suele ver por nuestras calles, y que ufano presume que no
le faltan los clientes.
Son ejemplos de un oficio casi desaparecido y entrañable, que nos hace
recordar aquellas mañanas de sábado cuando nos despertaba el sonido del silbato
y el anuncio a altas voces: “¡eeeel afiladooor!”.
Aitor González Gato.
Esos "silbatos" se denominan CHIFLOS. https://funjdiaz.net/instrumentos-museos-ficha.php?id=103
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