viernes, 18 de octubre de 2024

NOTICIAS DEL CALAFATE IÑIGO DE PORTUGALETE, EN COCHIN, INDIAS ORIENTALES EN 1504

 

En la historia de la Villa de los primeros siglos encontramos al carpintero calafate, como uno de los oficios básicos de la construcción naval ya que de su buen hacer dependía la estabilidad y la duración de la embarcación.

El era el responsable del mantenimiento y arreglo de los desperfectos surgidos en el barco, y en tierra se encargaban de dar carena o fuego y brea a los barcos. Su trabajo consistía básicamente en cerrar las junturas de las maderas de las embarcaciones para evitar que el agua se filtre en el interior. Su contratación era obligada en los buques que superasen las 60 toneladas.

Empezaban el oficio como aprendices durante dos años, y luego 6 como oficiales, siendo preferidos en los concursos para ser designados como calafate titular aquellos que hubiesen sido maestros constructores de navíos.

En el Diccionario Biográfico Portugalujo, sólo encontramos a uno, Iñigo de Portugalete que “formó parte en 1503 de la expedición de Alfonso de Alburquerque, que estableció el asentamiento portugués en las Indias orientales, quedando su nombre unido a la batalla que mantuvieron en Cochin”, bajo el mando de Duarte Pacheco Pereira, que formaba parte de dicha expedición.

Esa histórica batalla que mantuvieron los portugueses por ese importante centro comercial de la costa oeste de la India, desde la antigüedad apodada la Reina del Mar Arábigo, entre el 16 de marzo y el 3 de julio de 1504, aseguró la presencia continua de los portugueses en la India, siendo en la actualidad la moderna ciudad de Cochi. El célebre heroísmo de la pequeña guarnición portuguesa en la que figuraba el portugalujo, liderada por Duarte Pacheco Pereira repelió a un ejército invasor varios cientos de veces mayor.

En el blog Monografías Históricas de Portugalete, firmado por APT, se nos dice que el portugués Fernão Lopes de Castanheda en su obra História do Descobrimento e Conquista da Índia pelos Portugueses, de 1551, cita a nuestro paisano formando parte de un grupo de 63 marinos y que en uno de los combate el calafate vizcayno Iñigo de Portogalete fue herido al darle en un hombro una pelota de piedra del tamaño de una naranja, no necesitando ser socorrido por sus compañeros, y levantándose por sus propios medios con la citada herida en el hombro y otra en el rostro.

Duarte Pacheco Pereira, gran figura en la historia de Portugal regresó con su armada en enero de 1505, desconociendose si nuestro personaje volvió con él. La hazaña está narrada por el poeta portugués Luis de Camoes en su poema épico de 1572, Os Lusiadas.

 

 

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