miércoles, 17 de septiembre de 2025

LOS PUESTOS AMBULANTES DE CARAMELOS (13)

  

Mariví Villanueva nos informó de esta nueva caramelera llamada Francisca Pérez Martín que vivía en la calle Salcedo en el nº 6-4º. Nacida en Nava del Rey (Valladolid) en 1884 estaba casada con el peón Eugenio García Sáez, nacido en 1883 en la misma localidad. Llegaron a la Villa hacia a1909, teniendo a Amelia, Antonio, Merche, Sebastiana, Benita (n. 1918) y Manuela (n. 1922). Colocaba su puesto en la Plaza del Solar, delante del ayuntamiento, en la segunda columna de la Casa Consistorial más cercana a la Ría.
     Posteriormente su nieto José Félix Calvo me ha confirmado que en casa la apelaban “la Kika”, pero que su apodo en el mundillo de las carameleras era “la rubia”. Además de vivir en Salcedo, lo hizo en la calle La Cruz, Abatxolo y el Muelle Viejo.
     Como otras mujeres, le tocó vivir la postguerra como familia del bando perdedor, montando con la ayuda de su yerno Félix un puesto para salir adelante, como lo hicieron muchas mujeres. Como me cuenta su nieto, su abuela, con su moño permanente, veía poco, así que también sacaba pocas ganancias. En la fotografía de los años 50, que nos ha facilitado la familia, la vemos acompañada por su nieto José Félix Calvo y Hermintxu Fernández, hija de Guillermo, el de Guyma, con una maletita para cromos en una mano y una pizarra y cromos en la otra. También, podemos apreciar el modesto “genero” del puesto, apreciándose los cigarrillos sueltos y varios paquetes de Ideales, Lucky y otro que no conseguimos identificar, así como un apartado de chufas (creemos), y el cazo agujereado que lo mismo podría servir para exponer pirulís, pénjamos y demás caramelos con palo o simplemente como cazo para servir las chufas, y otro recinto con regalices “de palo”.
      Casi todas las carameleras le compraban el tabaco a Aurora Barriocanal en su pastelería de la calle del Medio, tabaco que era de contrabando. La vida de postguerra fue muy dura para muchas familias. Prueba de ello fue que tanto Francisca como su hija Manuela pasaron por la cárcel de Larrinaga, acusadas de estraperlo.

José Luis Garaizabal

2 comentarios:

  1. Otro caso parecido a los anteriores. Francisca Pérez Martín estuvo afiliada al PCE, siendo juzgada en consejo de guerra y condenada a 6 años de cárcel por "excitación a la rebelión" en 1938. Al parecer, pasó por la Prisión Central de Mujeres de Durango y obtuvo la libertad condicional en 1940. Cuatro años después archivaron el expediente de responsabilidades políticas que le habían instruido y liberaron los bienes que le habían embargado.

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