miércoles, 22 de mayo de 2024

NOTICIAS DEL TXAKOLI PORTUGALUJO EN UNA ENCUESTA DE 1884

 


Acabada la crónica de la III Exposición Vinícola de 1877 y mientras terminamos de pasar a limpio y analizar toda la información encontrada en el Archivo Histórico Municipal de Portugalete referente al txakoli portugalujo, veamos que contestó nuestro ayuntamiento al INTERROGATORIO INSERTO EN EL BOP DEL 23-7-1884 DE LA COMISIÓN PROVINCIAL DE AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO.

Por los ricos datos custodiados, vemos como la Diputación o el gobernador solicitaban, más bien exigían, la remisión de datos locales con los que componer estadísticas o conocer los propietarios de viñas y a los productores a los que sablear con impuestos.

Gracias a uno de estos documentos (AHMP C155-004) podemos saber que los viñedos de la Villa de Portugalete ocupaban entonces 56 hectáreas (18,38% de la extensión actual) y producían 36,50 cántaras por hectárea (581 litros), siendo todo el terreno de secano.

La cantidad de vino producido por término medio en el último quinquenio fue de unas 10.000 cántaras (161.360 litros) y que el año anterior, la cosecha había sido mala, produciendo solo 1.500 cántaras (24.204 litros). Esta producción era insuficiente para nuestros sedientos antepasados, debiendo importar 25.000 cántaras (403.400 litros) de vino de Rioja que se pagaban a 1,50 ptas. por azumbre (2 litros).

Nuestros viñedos, según la encuesta, producían chacolí blanco y tinto con una graduación de 9º el blanco y 9,60º el tinto. Existían 4º de diferencia entre el azúcar del mosto de chacolí a los grados alcolimétricos una vez obtenido el vino. Sus precios eran de 1 peseta por azumbre (2 litros), pero si se compraba en el momento de la cosecha era a 0,80 ptas.

A la pregunta sobre qué medios se empleaban para la producción de vino, contestaron: “1º La vendimia, 2º la pisa, 3º lagarear en las prensas de mano y 4º conducción a las pipas en donde sufre la fermentación tumultuosa y lenta, trasegándolos en algunas ocasiones cuando termina la fermentación lenta en su primer periodo”.

También contestaron que, transcurrían dos meses, por término medio, entre la primera fermentación y el trasiego.

La siguiente pregunta, deseaba conocer: ¿Qué vinos se encabezan, con qué género de espíritus, y en qué cantidad y motivo por qué se encabeza?. Aclaremos que “El encabezado o fortificación de los vinos es un proceso de vinificación que permite la elaboración de vinos dulces naturales. Esta práctica consiste en detener o parar artificialmente la fermentación alcohólica del mosto por la adición de alcohol neutro” (decataencata.com).

La respuesta portugaluja fue: Los chacolíes con azúcar de caña con objeto de que en la fermentación tumultuosa, este azúcar se convierta en dextrina y glucosa; en ocasiones se añade alcohol de 32º cuando la fermentación no es lo tumultuosa que debe, aplicando 1 litro de alcohol por 200 azumbres de chacolí. (400 litros)”.

Sin embargo, el naturalista irlandés William Bowles había escrito tras visitarnos en 1775, que con el fin de mejorar el txakoli se echaban «doce libras (5,4 Kg) de azúcar moscovado o moreno a cada barrica de 200 azumbres poco mas ó menos (400 litros)» y aconsejaba además añadir en el menguante del mes de abril, en un día claro y sin viento de tierra, «azumbre y media (3 l)  de buen aguardiente, una jarra de media azumbre de frambuesas y el tamaño de una nuez pequeña de raíz de lirio de Florencia hecho pedacitos».

No podemos dejar sin citar lo escrito en 1871 por el doctor municipal D. Marcos de Escorihuela en su Topografía médica de la Villa de Portugalete: “Se conoce con el nombre de NEGRERA un chacolí que, embotellado con una adición de azúcar y una sal carbónica, podría imitar al Champagne perfectamente”.

La última pregunta era: ¿Qué procedimiento se emplea en el trasiego, clarificación y azufrado de los vinos?, ¿Épocas y circunstancias en que verifican estas operaciones? Ésta fue la respuesta: “El transporte de una a otra barrica se hace por medio de cubos y clarificándolo con porcelatina (dudoso) y azufrando los envases con mechas de flor de azufre, formando en el interior vapores de ácido sulfhídrico el que absorbe la humedad de los envases, tiene lugar este azufrado antes de envasar el chacolí. Algunos también empleando mosto hervido en proporción de 25 litros por cada 200 azumbres (400 litros) con el objeto de apresurar la primera fermentación y que sea más rápida la clarificación del vino”.

 

JOSE LUIS GARAIZABAL FLAÑO 

Portugaleteko Mahastizainak
Txakolinaren Elkartea 

Fotografías:
 Museo del txakoli Bakio ( JLGF Enero 2024)
y Luis Amann - Labayru Fundazioa 

Bibliografía:
El txakoli en el siglo XVIII
(Ana Vega Pérez de Arlucea)

 

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