Una vez finalizada
la III Exposición Nacional Vinícola que se había desarrollado en Madrid entre
el 1 de Abril y el 30 de Junio, se publicó un Estudio con los datos de los
productos presentados, ordenados por provincias, que nos permite tener una foto
de la situación en 1877 de la que extraemos estos datos de la Memoria del
Secretario de la Junta de Agricultura, Industria y Comercio:
Referente a Bizkaia
dice: “En Vizcaya no es posible que alcance el fruto de la vid la
madurez conveniente; tanto por la falta de calor, cuanto por hacer la vendimia
antes de tiempo, para evitar que las lluvias de otoño le inutilicen, y por lo
mismo, tampoco obtener vinos muy alcohólicos”.
Sus condiciones
climatológicas: 1º.- Cuadro de temperaturas medias mensuales en Bilbao en
los años 1860, 61, 62, 63 y 72. En éste último año se registraron, de Mayo a
Noviembre, estas temperaturas: 12,4º; 16,2º; 20,1º; 21º; 22º; 12,6º y 11,4º
respectivamente. 2º.- El agua de lluvia recogida durante los meses de otoño fue
cambiante, por ejemplo, en 1872 se recogieron 46 mm en Septiembre en 6 días de
lluvia, 178,01 en Octubre en 25 días y 169,03 en Noviembre en 18 días. Aun
cuando los resultados precedentes no se podían aplicar a toda la provincia, los
datos de temperaturas acusaban un calor anual inferior al necesario para una
completa maduración de la uva que unido a la cantidad media de agua caída en
Septiembre y Octubre, y obligaban a adelantar mucho las operaciones de
vendimia.
Antes de la
aparición del oídium, eran numerosos los plantíos de vid en Vizcaya y de alguna
consideración la cantidad de chacolíes, la mayor parte tintos. Atacados por el
oídium, los viñedos de uva negra, especialmente en las Encartaciones, y sin
medios para remediar y contener el mal, todos los propietarios se decidieron a
deceparlas (desceparlas), reduciendo a superficies insignificantes las
dedicadas al cultivo.
Clases de vides
cultivadas: Habiéndose observado que, en esta provincia, las cepas de uva
blanca francesa habían resistido bien, sin ser atacadas, se replantaron
muchas de las viñas arrancadas con sarmientos de la citada clase, sin llegar a
la superficie que en 1851-52 existía en la provincia, y utilizando la
experiencia, la mayor parte de las cepas conservadas y la casi totalidad de las
nuevamente plantadas, eran de uva blanca francesa y algunas pocas de Medoc.
Clases de uva
negra: Las escasas viñas de uva negra que se conservaban eran las conocidas
en el país como Bartolomesa, Seña, Graciana, Verdeja y Prieta.
Zonas
productoras: 1ª Las Encartaciones, destacando Barakaldo y Somorrostro.
Antes del oídium producía 12.000 Hl de chacolí y en 1876, solo 3.000. 2ª
Partido Judicial de Bilbao, destacando los pueblos de Begoña y Abando. 3ª
Partido Judicial de Gernika, destacando por su producción los de la costa y la
más apreciada era Bakio. 4º Partido Judicial de Durango, muy escasos terrenos,
destacando uno de Yurre por su esmerado cuidado al elegir las plantas de uva
blanca francesa y la exquisita labor de colocación y cultivo.
Cultivo y
producción de las vides: La uva blanca francesa en cepa baja,
de poda redonda a pulgar. A razón de unas 10.000 plantas por hectárea. Se roza
(bina = arar por segunda vez) en primavera y después, se deslechuga o se quitan
los vástagos que no traen fruto. La poda cuesta unos 25 jornales por Ha de viña
y de 30 a 40 la cava a azada. No se abonaban. La producción de uva blanca era
de unos 30 Hl/Ha.
Parras de uva
negra: En emparrados, con rodrigones (tutores) de castaño y cañas,
colocándose 6 a 7.000 plantas por hectárea. Producían unos 80 Hl/Ha.
Superficie
ocupada por el terreno de viñedo: Los caseríos, de su extensión de 1,5 y 2
Ha dedicaban unas 20 a 40 áreas a viñedo. Destacaban uno en Begoña de 6 Ha y
otro en Yurre de 3 Ha.
Producción de
chacolíes: Los de Bizkaia tenían 5, 6 y 7º los blancos, y entre 8 y 8,5º
los tintos. Se realizaba pisando y prensando la uva inmediatamente que se cogía
y dejándola fermentar en pipas de 4 a 5 Hl de cabida, donde se conservaba hasta
el trasiego en Febrero o Marzo. La negra se dejaba fermentar con hollejo y
escobajo en pipas de 4 a 5 Hl o bien en toneles de 16 a 24 Hl. Se trasegaba a
los ocho días y se pasaba a pipas comunes. Se vendían a 42,50 a 50 ptas./Hl en
los puntos de producción. El consumo se hacía totalmente en la provincia, no
presentándose a las Exposiciones de Viena y Filadelfia. A la de Madrid solo se
presentaron cinco expositores, entre ellos la portugaluja Dª Rosa Lazcano, aunque
Zabalburu fue el único en enviarlos a Paris.
JOSE LUIS
GARAIZABAL FLAÑO
Portugaleteko
mahastizainak –
Txakolinaren
Elkartea
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