En el número 34 de CUADERNOS PORTUGALUJOS, recuperamos el "Programa de la fiesta que dispone el Ayuntamiento de esta Villa para el sábado próximo 15 del corriente" del año 1863, celebrado en obsequio a los bañistas forasteros.
El día de la Patrona
amanecía al alba con chupinazos, repique de campanas y los txistularis
recorriendo las calles. En los festejos no faltaban la cucaña, regatas
y corrida de novillos de Orozko. El día finalizaba por la noche con fuegos
artificiales y la correspondiente verbena.
El programa
recordaba también que, por la noche antes de la verbena, se inaugurarían
hermosas columnas de hierro colado con sus correspondientes faroles,
que el rico capitalista Don Manuel Calvo había regalado a su
Ayuntamiento. Además, se quemarían "extraños y variados fuegos
artificiales", obsequio también del mismo Sr. Calvo.
Si Don Manuel,
a sus 47 años, aún recordaba las fiestas de su juventud y quería que estas
fueran las mejores para atraer el turismo, Faustino Diez Gaviño, el hijo
de su sobrina, quien participó en ella con 11 años y abandonaría la Villa a
continuación, las recordó en una de sus poesías, titulada
"PORTUGALETE". De ella hemos entresacado unos versos en los que
recordaba a la gente correr delante del novillo o bailar en la plaza al son del
tamboril.
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