Con este título nos envía Roberto Hernández Gallejones uno de sus
artículos sobre la historia local, recordando la llegada de la República a
Portugalete en 1931.
La proclamación de la República y las elecciones municipales
que le preceden supusieron el estallido jubiloso del pueblo ante la posibilidad
de calmar sus arraigadas y seculares ansias de justicia política, social y
económica contra la desidia y la postergación de la restauración borbónica y la
dictablanda. Va a ser pues el resultado de la lucha bipolar representada por
dos grupos antagónicos, el de las candidaturas monárquicas y continuistas y las
del bloque republicano-socialista, unidas a las expectativas planteadas en el
País Vasco por el PNV, fuerza hegemónica del nacionalismo vasco tradicional y
decimonónico (a excepción de ANV también nacionalista, aunque de izquierdas y
escindida del P.N.V a finales de noviembre de 1930). Son pues en Portugalete
tres los bloques contendientes:
1.- El antidinástico formado por 6 socialistas, 4
republicanos y 2 de ANV.
2.- El grupo monárquico de derechas con 10 alfonsinos
y 2 tradicionalistas.
3.- El PNV con 12 candidatos.
Las plazas de concejales eran 18, pero cada
candidatura solo podía presentar 12 miembros. Doce era también el máximo número
de candidatos a elegir por votante y con un sistema de listas abiertas.
A pesar del sistema de listas abiertas, los electores
se solían decantar mayoritariamente por la totalidad de los integrantes de una
sola de ellas. Debido a este sistema el PNV de Portugalete se quedará sin
representación, ya que si se hubiera aplicado un sistema proporcional le
hubieran correspondido 2 concejalias.
Ilustramos
esta entrada con la foto de Páramo, del primer ayuntamiento republicano, sin los componentes
del grupo monárquico.
Publicado el 15 de junio 2014
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