Hoy traemos a estas páginas la figura de Eduardo Escarzaga Solaun
(1884-1954), natural de Gordexola, donde nació y murió, y cuyo seminario
dirigió en 1912 según vemos, en la única fotografía suya de que disponemos, situado
entre el Obispo de Vitoria y el Conde de Aresti.
En 1930 llegó a Portugalete procedente de la diócesis de
Segovia, donde era vicario general, para sustituir a León Fernández Martínez
que llevaba medio siglo de párroco.
D. Eduardo que era un erudito de la historia de las
Encartaciones y de su valle natal de Gordejuela, sobre las que nos dejó dos
importantes libros, es recordado en Portugalete donde estuvo solo hasta 1932,
viviendo en la casa de la calle del Medio de la familia Madariaga, en que le sustituyó Angel Chopitea, por haber recuperado la primitiva imagen de
la Andra Mari de madera de nuestra iglesia parroquial.
Nos los recuerda Javier López Isla en su último libro Santa
María de Portugalete,….
D. Eduardo la rescató en 1931 entre un montón de trastos que
ocupaban la ultima de las estancias que constituían la nueva sacristía, una
ampliación de la antigua y que se había quedado para albergar toda la
documentación que se generaba…, al retirar el muro vetusto para ampliarlo,
habían tropezado con una antigua pared que ocultaba el nicho en que descansaba
la imagen.
Esta presentaba un aspecto poco saludable fruto de
varios siglos de abandono. Por ejemplo, al niño le faltaba la mano derecha, carcomida
y quebrada por la implacable acción de los xilófagos. La mano de la Virgen
ahora abierta y vacía, daba la impresión de haber mantenido antiguamente algo
en ella, sujetaba un estrecho recipiente, como de cajetín vacío, cerrado por
abajo pero abierto por arriba que bien hubiera podido servir como una especie
de florero.
Aquella virgen gótica posiblemente donada por doña María Diaz
de Haro presidia la pequeña iglesia del siglo XIV que ella había mandado
construir, pero en el nuevo templo que a final del siglo se empezó a construir
encima de la vieja, parecería a los portugalujos que desmerecía un poco a la
nueva construcción en la que una gran imagen de la Asunción presidiría el alto
del retablo y a quien decretaron nombrarla Patrona, una decisión que hoy 500
años después, sigue vigente.
Y la vieja imagen fue emparedada para su futura protección en
un doble fondo de la sacristía en la que descansó durante siglos hasta que una mañana
los operarios que preparaban la pared de la nueva sacristía la dejaron al
descubierto.
Completamos la información sobre la figura de Escarzaga,
diciendo que de nuestra Villa pasó a ser rector del seminario de Vitoria hasta
1936, en que tuvo que exiliarse a Francia y durante la Guerra Mundial pasó el Atlántico
para permanecer en La Habana hasta 1946 en que regresó y estuvo de capellán en
Las Arenas en las Irlandesas.
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