domingo, 21 de mayo de 2017

MAESTROS DE OBRAS PORTUGALUJOS: MANUEL DE OTADUY




Como ya tenemos que pensar en el próximo libro de la Colección El Mareómetro que recoja los años que nos faltan del siglo XIX en la Villa, nos encontramos hoy con una profesión que tuvo gran importancia en su último cuarto de siglo como fue la de Maestro de obras.

El papel fundamental de estos era la conformación y remodelación de los espacios urbanos, y aunque sus limitaciones teóricas eran limitadas coparon las tareas y cargos propios de los arquitectos, siendo también encargados de emitir informes sobre los proyectos que llegaban al ayuntamiento, lo que ocasionó numerosos choques, ya que los trabajos que realizaban eran prácticamente idénticos. Esta titulación regulada por primera vez en 1757 se suprimió en 1871y se obtenía en Madrid o Valladolid.

Si en la Villa dejaron su huella muchos de estos técnicos la figura fundamental fue Francisco Berriozabal y en menor manera otro portugalujo como fue Manuel de Otaduy.

Vamos a hacer una escueta biografía de ambos empezando por el segundo, que era hijo de un matrimonio guipuzcoano que llegó a la villa en la primera mitad del siglo y donde completarían su prole con siete hijos.

Manuel de Otaduy Mendiguren nació en 1850 y realizó los estudios de Maestro de Obra, obteniendo el título en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Uno de sus hermanos, José Eustaquio (1845-1914), emigró de joven a Cuba donde trabajó en una ferretería y a su regreso fue concejal en Bilbao, y otro, Pedro, (1859-1936) a Inglaterra donde tuvo una fábrica de porcelanas.

El fue después de Berriozabal el maestro de obras más prolífico de los que trabajaron en la Villa ya que en el último cuarto del siglo XIX firmó por lo menos 16 proyectos de nueva planta y 22 reformas, aunque su proyecto más significativo de Portugalete es el plano topográfico de 1878, que recogemos retocado para mejor comprensión en esta entrada del blog.

Contó con una extensa clientela entre los vecinos más importantes de la Villa, como Benigno Salazar a quien le proyectó el palacete urbano del muelle viejo bajo su torre en 1881, donde actualmente está el bar Siglo XX, Fernando de Carranza que le encargó el proyecto de nueva planta de su casa en la calle Salcedo que daba a la Plaza (1876), o los Chavarri a los que reformó su casa de la calle del Medio. (1886) donde nació Víctor Chavarri.

En el cementerio de Pando también encontramos trabajos suyos como el panteón para la familia Juaristi de estilo neorománico (1882) o una artística sepultura para Brigida Calvo.

Fue elegido concejal en 1873 y en 1878 figura como miembro de la Cofradía de Mareantes.

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