lunes, 23 de septiembre de 2013

VERANEANTES BILBAINOS EN LA VILLA HACE UN SIGLO: LOS REAL DE ASUA


Como comienzo de esta última etapa del año, quiero hacer referencia a mi buen amigo Juan Real de Asúa Arteche, con el que he realizado un viaje de quince días por las míticas tierras asiáticas de la ruta de la seda en Uzbekistán.
Su abuelo E. Ramón de Asúa, fue uno de aquellos bilbainos del Campo Volantín que a finales del siglo XIX venía a pasar el verano con toda su familia a un piso del muelle nuevo, cuya familia fundó la Compañía Vinícola del Norte de España.
Amante de los deportes náuticos fue de los fundadores del Sporting Club, estando ligado en aquellos años siempre a puestos directivos. Aficionado a la fotografía, de él son las dos primeras fotos de la balsa flotante que se conocen, y que recogemos en esta entrada, en 1900 con motivo de su botadura en Axpe y tras la llegada frente al muelle de hierro. Su archivo fotográfico fue utilizado por Juan Manuel Zubiría, para ilustrar El libro del Real Sporting Club (1980).
Fallecido repentinamente en 1910, su hijo Ramón (nacido en 1900) cubrió perfectamente el hueco que había dejado ya que con 18 años entró a formar parte de la Junta Directiva del Club del que llegaría también a ocupar la presidencia. En la foto superior aparece detrás del portugalujo Pedro J. Galíndez (chaqueta oscura) como componente de la tripulación de la embarcación “Fruits” que participaron en la Copa de Oro de Suecia y en la Olimpiada de Amberes de 1928, junto con José y Luis Vallejo, y Javier Arana. Su presencia en la Villa fue habitual hasta 1930.
Entre los numerosos cargos que ocupó citaremos que fue decano-presidente del Colegio de Ingenieros Industriales de Bilbao, y delegado de Auxilio Social de Vizcaya. Quizás esta última actividad y su amistad con el alcalde José Manuel Esparza, hizo que en 1966 tras su fallecimiento el Ministerio de Educación pusiera su nombre a la nueva Escuela Nacional de Educación Especial para enseñanza especial del Patronato de Auxilio Social, en el edificio del convento y escuelas de los agustinos, que hoy todavía conserva su nombre.

Con esta entrada damos la bienvenida a su hijo Juan (“Blume” en sus años jóvenes), que nos ha mostrado su deseo de formar parte de la gente del Mareómetro, poniendo a nuestra disposición sus fondos fotográficos, unos referentes a la actividad náutica y del Sporting, que dispone digitalizados pues serán utilizados en una moderna historia del Club y otras sueltas entre las que quizás podamos encontrar escenas la vida portugaluja en los veranos de hace un siglo. Este tipo de álbumes familiares puede que sean, quizás, uno de los últimos reductos donde encontrar viejas imágenes de nuestra Villa.

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