Como recuerdo de aquel 14 de febrero en que se
proclamó la II República Española, reproducimos del Blog ERREPUBLIKA PLAZA, el itinerario que José Manuel López Diez, nos recuerda de aquellos años y de la
guerra civil.
Según se explica, se trata de una mera selección, que pretende ser representativa, de “lugares de la memoria” situados en la zona de la villa más interesante desde el punto de vista histórico-artístico. Las fuentes principales del itinerario son el libro de Tasio Munárriz, República y guerra en Portugalete (2012), y el informe Senderos de la memoria: relación de espacios vinculados a la memoria de la Guerra Civil (2015), elaborado por el Grupo de Investigación Biography & Parliament.
Ayuntamiento (Plaza del Solar, 1)
A continuación se cubrió con la bandera local el retrato de Alfonso XIII que presidía el salón de sesiones y se abrieron las puertas de éste, que se llenó de público. Hablaron Sánchez-Vallejo y Cándido Busteros (dirigente local del PSOE), ofreciéndose al pueblo y pidiéndole colaboración. Se izaron las banderas de la República, la Casa del Pueblo y Acción Nacionalista Vasca en el balcón central del ayuntamiento. La gente, puesta de pie y acompañada por la banda municipal, cantó “La Marsellesa”, “La Internacional” y el “Gernikako Arbola”. Se guardaron dos minutos de silencio en memoria de los capitanes Galán y García Hernández (ejecutados en 1930 por sublevarse contra la monarquía) y se levantó la sesión. El día siguiente se declaró festivo y, entre otros actos, hubo romería en esta Plaza, que pronto se llamaría de la República.
Círculo Monárquico (Santa María, 1)
Agrupaba a los defensores del régimen heredero de Isabel II, quienes militaron en Unión Nacional durante la dictadura de Primo de Rivera, y en Renovación Española cuando la república. Es decir, representaba sobre todo a la clase dominante: la burguesía católica, españolista y golpista de 1874, 1923 y 1936. De hecho, tenía 109 afiliados en 1932, presididos por Julián Bayo Climent (librero y padre del alcalde franquista más duradero que hubo en Portugalete). Pese a tratarse de una minoría social, obtuvo cinco concejales (de 18) en las elecciones de 1931. La sede fue incautada en la guerra civil y pasó a manos del Partido Comunista de Euzkadi.
Casa del Pueblo (Santa María, 8)
Sede del PSOE y organizaciones afines, como las Juventudes Socialistas y la Unión General de Trabajadores. Durante la república tuvo entre 20 y 70 afiliados aproximadamente, cifra muy inferior a su fuerte implantación social y sus resultados electorales: 6 concejales (de 18) en 1931. Aunque sus bases eran proletarias e izquierdistas y lucharían en la Revolución de octubre de 1934, la política del partido era esencialmente reformista; ejemplo de ello es su alianza electoral con los republicanos. En 1930 presidía el partido en la villa Cándido Busteros Orobengoa (un carpintero que fue alcalde en 1932-1934 y 1936).
Bar El Soviet (Santa María, 11)
Fue la sede del PCE hasta 1936, cuando este ocupó el local del Círculo Monárquico, en la misma calle. La mudanza denota la importancia que había cobrado durante la república dicho partido, una organización marxista minoritaria que creció amparada por el estalinismo, pero también gracias a la popularidad de la revolución soviética, la agudización de la lucha de clases y la entrega de su militancia: la tercera parte de los combatientes republicanos de la villa eran comunistas. Precisamente, el bar estuvo clausurado por la participación de su responsable en otro levantamiento de octubre: el de 1934.
Torre de Salazar (cantón Lope García Salazar, 1)
Hacia las doce de la noche del 6 de octubre de 1934, 8 revolucionarios
intentaron asaltar la torre (entonces palacio) donde vivía Luis Salazar Zubía (ex presidente
de la diputación vizcaína por el partido conservador). Como este no les abrió
la puerta, echaron un balde de gasolina y quemaron la casa. Salazar se salvó,
pero no la torre, donde ardieron un archivo y una biblioteca que, según
algunos, eran muy valiosos. Este es el episodio más conocido de la revolución
de octubre en el municipio, asociada como se ve a una carga de vandalismo e
incultura que se ha transmitido hasta hace poco sin ninguna explicación
contextual.
Políticamente, la torre de Salazar simbolizaba lo mismo que la de Sestao, derribada por el Ayuntamiento republicano de dicho concejo en 1931: la opresión de una minoría explotadora sobre la mayoría explotada. A su vez, esa minoría era identificada por muchos con el fascismo y la Confederación Española de Derechas Autónomas, que acababa de entrar en el gobierno, amenazando con destruir los avances sociales logrados por la república. Menos sabido, en cambio, es que 159 portugalujos fueron procesados por participar en el levantamiento y que 64 de ellos fueron condenados a cadena perpetua, aunque luego les indultó el gobierno del Frente Popular. La mayoría eran obreros, y muchos siguieron combatiendo al fascismo en la guerra civil.
Refugio del túnel (Manuel Calvo, s/n)
Pese a que entonces solo tenía un ojo y una vía, el túnel abierto para el ferrocarril de Bilbao a Santurtzi entre las estaciones de Portugalete y Peñota fue el mayor refugio jarrillero de la guerra civil, ya que cabían en él 10000 personas (casi todos los habitantes de la villa en la época). Si bien estaba prohibido, había personas que cocinaban, comían, orinaban, defecaban y dormían en el túnel.
Agrupación Republicana (Manuel Calvo, 14)
Entre 1931 y 1937, la Agrupación Republicana de Portugalete perteneció primero al Partido Republicano Radical Socialista y después a Izquierda Republicana, ambas organizaciones representativas de la pequeña burguesía anticlerical y reformista. En las elecciones municipales de 1931, el PRRS obtuvo 4 concejales (de 18). Uno de ellos fue Federico Sánchez-Vallejo, que sería el primer alcalde jarrillero del nuevo régimen, hasta 1932. Este último año, había 158 afiliados a la agrupación, que tenía aparte un Hogar de la Mujer Moderna, sin duda creado para alejar de la Iglesia al sexo femenino.
Delegación de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi (Mª Díaz de Haro, 2)
Aquí estaba el Hotel Portugalete, donde residió la Delegación de la MGAE, creada en 1936 por el gobierno vasco. Dicha marina constaba de 50 pesqueros guipuzcoanos transformados en “buques de guerra”, que tenían su base en la villa; varios se distinguieron por su heroísmo en la batalla de Matxitxako (en la cual resultó mortalmente herido un arrantzale jarrillero de ANV). La delegación dirigía la vigilancia costera y la recogida de minas, servía de enlace con los bous de combate y atendía las instalaciones portuarias. El hotel se convirtió así en objetivo militar de la aviación franquista, que lo bombardeó con éxito. Tras la guerra, fue reconstruido por presos del ejército republicano.
Zona devastada (Coscojales, 2)
Esta fue la mas afectada por los bombardeos franquistas sobre la villa. Entre ellos destacó por su intensidad el del 13 de junio de 1937, como reflejó Pedro Heredia en su canción “San Antonio 37” (arreglada para su estreno en el octogésimo aniversario del bombardeo, a instancias de Oroituz, la asociación memorialista de Portugalete). Hacia esa fecha, fueron alcanzados el Hotel Portugalete, el mercado y las casas de Carranza, Marta y Valle. Paradójicamente, la imagen de la virgen de la Guía se salvó porque el Ayuntamiento, aplicando sus principios laicistas, la había retirado de su hornacina en el mercado. Solo las tres casas no fueron reconstruidas durante la posguerra: las de Carranza y Marta dieron paso respectivamente a los actuales números 5 y 7 de la plaza del Solar, y la de Valle fue derribada del todo para que Coscojales tuviese acceso en línea recta a María Díaz de Haro.
Batzoki (Casilda Iturrízar, 1)
Sede del Partido Nacionalista Vasco y filiales, como Emakume Abertzale Batza y Solidaridad de Trabajadores Vascos. La proyectó el arquitecto Juan María Uribe y se inauguró el 15 de septiembre de 1935, año en el cual tenía 300 afiliados el partido, que sin embargo no estuvo representado en el primer ayuntamiento republicano. El edificio se levantó en un año y costó 148.144 pesetas, aportadas por los sectores clericales, derechistas y más o menos pudientes a los que representaba el PNV. De hecho, esta formación fue la única que pudo levantar una sede propia durante la república, época en la que presidió el partido un portugalujo, el capitalista Ramón Vicuña Epalza. Además, el batzoki es un ejemplo destacado del estilo racionalista en la arquitectura vasca.
Puente Vizcaya (Muelle Churruca, s/n)
La noche del 16 de junio de 1937 se produjo la destrucción más emblemática de la guerra civil en Portugalete: la voladura del Puente Vizcaya. Con el ejército franquista a las puertas de Bilbao, el gobierno vasco ordenó que se destruyeran todos los puentes que cruzaban la Ría para retrasar el paso de los fascistas por ella y así dar tiempo a la evacuación de los civiles. De hecho, el transbordador fue el primero en caer, por obra de los artilleros de la Escuela Militar de Euzkadi. Solo quedaron en pie las dos torres que hay en cada margen, de modo que estas son los únicos elementos originales que conserva el puente actualmente. La infraestructura fue reconstruida en la posguerra.
Hospital Gandarias (Mª Díaz de Haro, 60, 62, 64, 66)
Aquí se ubicaba la casa de Gandarias, incautada al famoso capitalista de
este apellido y transformada en hospital militar durante la guerra civil.
Concretamente, el gobierno vasco lo calificó como hospital de convalecencia, de
manera que sirvió para atender en la retaguardia a los heridos en el frente o
en los bombardeos sobre la población civil. Era un edificio monumental de
estilo segundo imperio, con una sala de curas y otra de operaciones, una
dependencia privada para la administración y una cocina, además de amplios
miradores al Abra. Este “lugar de la memoria” final sirve tanto para recordar a
quienes murieron en él como a los que salvaron muchas vidas ejerciendo labores
sanitarias.
Falta un recorrido, los barcos prisión donde se asesinó a cientos de derechistas a manos de algunos de Portugalete, entre ellos al cura de Repélega.
ResponderEliminarAprovecho esta ocasión para solicitar a las asociaciones de Memoria Histórica que no continúen con la retirada de símbolos franquistas como escudos, placas del Instituto Nacional de la Vivienda, etc. Todos ellos son testigos de una época de nuestra historia.
ResponderEliminarDefender la permanencia de estos símbolos, no es defender el fascismo, ni mucho menos, sino dejar a las generaciones futuras pruebas evidentes de que aquí existió una época terrible que no debe repetirse.
Si hacemos desaparecer todo vestigio de la dictadura, al final va a parecer que los republicanos lucharon contra "no se sabe qué".
En otras partes se están restaurando búnkers republicanos y del bando "nacional", porque se consideran partes integrantes de un todo. Además, carteles informativos tratan de contextualizar históricamente la existencia de esas fortificaciones.
Aquí borramos todo lo referente al bando fascista, dando la sensación de que es algo etéreo, de que no ha existido, como no sea que lo leamos en los libros de historia.
La Memoria Histórica no debe referirse a sólo una parte, si no a toda la Historia. Incluida la más oscura y terrible, para asegurarnos no repetirla.
Agradezco a El Mareómetro que haya reproducido el texto que sirvió de guía a los paseos republicanos de 2019 y 2023. No obstante, el pasado domingo suprimí y corregí algunas cifras de afiliados (referidas al Círculo Monárquico, el Partido Socialista Obrero Español, el Partido Comunista de Euzkadi, la Agrupación Republicana y el Partido Nacionalista Vasco) y represaliados, porque las investigaciones han avanzado desde 2019 y no me parece prudente mantenerlas. Asimismo, fueron 155 los procesados por participar en la revolución de octubre de 1934 en Portugalete, de los cuales 73 fueron excarcelados por el gobierno del Frente Popular.
ResponderEliminarRespecto al comentario anterior, mi madre, que vivió la guerra y la posguerra en Barakaldo, me ha contado que, alguna vez, su maestra les llevó a ella y los demás alumnos (de la escuela que había en la desaparecida "plaza de abajo") a visitar la cruz que se levantaba en la dársena de Portu, en homenaje a los caídos de los buques-prisión. ¿Es este el itinerario que prefieren algunos? Desde luego, en Oroituz también sabemos de estas víctimas, en lo que toca a Portugalete. Y, probablemente, más que otros.
Era lógico que mi comentario levantase suspicacias, sobre todo entre los que no han vivido la dictadura. Yo no hablo de "preferir" un itinerario a otro, sino de mostrar TODA la Historia, contextualizando cada resto de una época que ha llegado a nosotros. Eso no es defender la dictadura: es defender la Historia, toda la Historia, sin hacer desaparecer una parte de ella, la más terrible e ignominiosa.
ResponderEliminarPuntualizo que me refería al comentario del 15 de febrero. En cuanto al de Aitor González Gato, hay que repetir dos cosas. La primera es que los nombres de las calles, las placas, etc., aunque forman parte de la historia, son ante todo homenajes públicos. Que se retiren del espacio público no significa que desparezcan de la documentación, ni de los libros. Por lo tanto, siempre quedará constancia de que han existido. Además, la ley tampoco permite una eliminación indiscriminada de dichos símbolos, si es que tienen algún interés artístico. La segunda es que "aquí", sea cual sea el sentido que se le dé a esta palabra, no se ha borrado todo lo referente al bando fascista, ni mucho menos.
ResponderEliminarPor cierto: no es necesario haber vivido una época histórica para hacerse una idea más o menos cabal de qué significó para la mayoría. Recuerdo también que el lema de todas las asociaciones memorialistas es "verdad, justicia y reparación". Independientemente de lo que piense cada uno sobre él, parece claro que, como mínimo, nos obliga a centrarnos en las víctimas del franquismo.
ResponderEliminarNo se trata de aleccionar en el fascismo, sino de enseñarlo como parte de la Historia. Arturo Pérez Reverte -y aquí necesitamos muchos Revertes- está a favor de que se enseñe en las escuelas el libro de Adolf Hitler "Mi lucha", pero contextualizándolo, explicando una ideología que provocó millones de muertos, y que por lo tanto es necesario evitar que se repita. Se trata de educar.
ResponderEliminarEn Alemania se conservan, restaurados, varios campos de concentración, donde paneles informativos cuentan todo lo que en ellos ocurrió, por terrible que fuera. No abjuran de su historia. Más al contrario, la muestran para aprender del pasado.
Todo lo contrario de lo que se hace aquí. Hacemos desaparecer los testigos de una parte terrible de nuestra historia, con lo que no aprendemos de ella. Al final, da la sensación de que simplemente no ha pasado.
Dices que no se trata de aleccionar. ¿Y qué es lo que hace Pérez Reverte todos los domingos con sus artículos sobre la historia de España en la revista de El Correo? Respecto a la educación, te informo de que Oroituz lleva años personándose en los centros públicos y privados de Portugalete para anunciar los actos que pueden interesar al alumnado de la villa. Reconozco también que la respuesta suele ser nula, por motivos que sobrepasan nuestras limitaciones. Si la solución a esto es más Revertes, apaga y vámonos.
ResponderEliminarOroituz es uno grupos mejor subvencionados por este ayuntamiento con más de 6.000 euros año. Sin comentarios.
ResponderEliminar"verdad, justicia y reparación", ¿quién repara una muerte?
ResponderEliminar¿Subvencionado? Por supuesto. ¿Y qué?
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