Ahora que el edificio de la antigua est
ación esta cubierto de andamios como
consecuencia de su remodelación para atender mejor al
creciente movimiento de turistas, creemos oportuno recordar el artículo de la REVISTA
DE OBRAS PÚBLICAS del 25 de noviembre de 1897, que describe la nueva y
definitiva estación del Ferrocarril de Bilbao a Portugalete encabezado
por esta foto que hemos restaurado adecuadamente.
Comienza recordando que, debido
a la falta de terreno disponible, la estación tuvo que ser instalada ganando
terreno a la ría. Para ello se construyeron medio kilómetro de muelles, una
dársena para lanchas, rampas y escalinatas, junto con un relleno considerable,
todo para adquirir el amplio emplazamiento de la estación. Estos trabajos
tuvieron un coste de 270.850,14 pesetas.
El edificio de viajeros queda al
lado de la vía, separado del muelle por una zona marítima que constituye un
paseo con vistas al Abra. Consta de planta baja (con sala de espera,
dependencias para el jefe de estación, telégrafo, etc.), planta principal y ático
(destinados a habitaciones de empleados). Las fachadas están pintadas al óleo
en un tono claro, mientras que el ensamblaje y las marquesinas son de un verde
muy oscuro.
Cuenta con dos elegantes marquesinas de gran vuelo para cubrir el andén y
la fachada de acceso, protegiendo la sala de espera de la lluvia cuando sopla
el vendaval.
La fachada principal remata en el centro con un antepecho decorado del que
arranca una torre de zinc con un reloj de cuatro esferas, coronada por un
pararrayos y veleta. El reloj sirve para anunciar la hora a los paseantes de
ambas orillas de la ría, para que puedan llegar a tiempo a la salida de los
trenes.
El andén contiguo al edificio se usa para la salida de trenes en días de
aglomeración, y el que linda con el muelle viejo para la llegada de viajeros.
El tráfico de viajeros ha alcanzado más de 20.000 en un solo día. Para
gestionar el flujo de viajeros, las taquillas de tercera clase se expenden por
el exterior del edificio. Esto permite que los viajeros de tercera entren al
andén sin mezclarse con los de primera y segunda clase, quienes compran sus
billetes en el vestíbulo. Actualmente, los trenes salen cada cuarenta minutos,
y en las tardes de verano, cada media hora.
La estación es muy amplia y consta de tres vías entre los andenes,
apartaderos para el muelle de mercancías, rotonda de locomotoras, dos cocheras
para 15 carruajes y retretes.
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