Hoy extraemos de las reseñas que nos ha preparado Daniel Docampo sobre los personajes que han visitado nuestra Villa, viajeros, escritores, políticos, pintores, … el de una mujer.
La célebre escritora Emila Pardo Bazán (1851-1921) fue una de las visitantes de nuestra Villa allá por el año 1895. En un artículo muy poco conocido titulado “Los reinos de Vulcano” publicado en los no menos célebres Lunes del Imparcial del 25-11-1895 da cuenta de la diferencia de atmósferas de Portugalete y los Altos Hornos pese a su proximidad. A la alegría y colorido de una se opone la tristeza y opacidad de la otra:
“En Portugalete se agrupan del modo más pintoresco y fastuoso los palacetes, los castillos, quintas, los chalets, las viviendas elegantes, nuevas, sólidas, detrás de cuyas paredes se adivina la opulencia, los felices ocios, los tranquilos goces del veraneo en la casa propia, entre la familia, los amigos, los libros […] al borde del mar, que brinda al bañista el fresco seno, entre una campiña riente y del color de la esperanza, y a diez minutos de una capital tan adelantada y culta como la de Vizcaya; pero en el horizonte que abarca Portugalete hacia la parte de Bilbao, el cielo no es azul, sino negro, emborronado por torrentes de denso humo, y la única luz que rasga esas tinieblas de día o de noche es la colosal llamarada que surge del horno mayor y que reverbera en las aguas de la ría con sangriento y cárdeno reflejo remedando incendios y volcanes”.
Tres décadas después, Rafael Alberti dejaría en La Amante cuatro magistrales versos con imagen similar a su paso por Sestao:
Tan alegre el marinero.
Tan triste, amante, el minero.
Tan azul el marinero.
Tan negro, amante, el minero.
Publicado el 7 de marzo 2011
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