Como decíamos ayer, la multa impuesta a Jesús Uzquiano, en 1968, por mal aparcamiento y por decirle al agente que “el alcalde pone las señales donde le sale de los cojones”, tuvo gran repercusión en los medios.
La noticia llegó también a Camilo José Cela, defensor acérrimo del lenguaje políticamente incorrecto, y autor, además de La Familia de Pascual Duarte y La Colmena, de toda aquella serie Encicopedia del erotismo, El cipote de Archidona o su Diccionario secreto, dedicado a los cojones y a la picha, quien pronto se puso en contacto con Uzquiano enviándole un ejemplar de este último libro con la siguiente dedicatoria:
A Jesús Uzquiano que tiene ideas propias sobre los semáforos municipales y los cojones del alcalde, con un abrazo de su amigo.
En otra carta, con membrete de la Real Academia Española, y el título de Premio Nobel de Literatura, que se puede leer perfectamente sobre estas líneas, Cela le solitita la referida multa pues la considera “una verdadera perla para mí y mi erudito propósito” (su Diccionario).
En la carta, al igual que se acostumbraba al dirigirse a la autoridad, desear que “Dios guarde muchos años”, él se refiere a los cojones del alcalde con un “que Dios conserve”, y le asegura que “nadie ha tratado a los cojones, con mayor aplicación y mimo (fisiológicos)” que él.
Termina esta misiva, despidiéndose como amigo y admirador, con un ¡olé, tus cojones!, expresión que como vimos, nuestro convecino utilizó en etiquetas de las botellas del vino de sus cosechas.
Tras complacerle regalándole la citada multa, Cela le escribió nuevamente agradeciéndole el “cojonujo oficio” que “le había hecho feliz”, prometiéndole que en sucesivas ediciones de su Diccionario secreto, dejaría “debida constancia de sus semáforos, sus cojones y sus cincuenta duros”, que fue el importe pagado por la multa.
La primera de las cartas de Cela que ponéis está manipulada, Cela no era Premio Novel en 1969 por lo que difícilmente puede aparecer en el original este galardón.
ResponderEliminarEfectivamente Camilo José Cela recibió el Premio Nobel de Literatura en 1989, pero el hecho de que a esta carta, que ha tenido que circular por muchos sitios, alguien le haya añadido bajo la firma el citado galardón, no resta su interés.
ResponderEliminarNosotros no hemos querido retocar la colaboración que se nos ha enviado, que agradecemos sinceramente
No se si este comentario viene a cuento, pero si el difunto Cela viviera, al anónimo que le otorga un premio NOVEL, (tenía ya 53 años en 1969), cuando él ganó el NOBEL y el CERVANTES, quizás le mandaría con uno de sus exabruptos a “tomar por el culo”.
ResponderEliminarLos que seguro que no le llevaban a la Comisaría sino directamente a la Cárcel de Papel serían los de La Codorniz, considerando que no se trata de incultura sobre premios literarios sino atentado contra la lengua castellana y culpable de escribir sin los mínimos conocimientos ortográficos.
Y perdón por el desahogo.