domingo, 23 de abril de 2017

TXOMIN BERECIARTUA Y SU PARROQUIA DE SANTA MARIA (1982-1991) (5)



Txomin Bereciartúa una vez dejada la parroquia recuerda los años posteriores, a sus colaboradores, y relata dos anécdotas de funerales:

Cuando en mil novecientos noventa y uno dejé de ser Párroco para ir destinado a la Parroquia de Santa Ana de Las Arenas, Javier Martinez Sueskun mi compañero pasó a ser el nuevo Párroco y, como tal, cogió el testigo de las obras, cerró la iglesia al culto y, tras dos años de exilio provisional en la Capilla del Colegio de Santa Ana, dio fin con bien a los trabajos emprendidos.
Yo me alejé de todo, ya que bastante que hacer tenía en Las Arenas, aunque volví en algunas ocasiones puntuales llamado por los dos Javieres, Javier Martín el Director de la Obra y el cura Javier. En una de ellas conseguí que hincaran el diente a dos aspectos delicados de la restauración, ya que yo veía muy clara la necesidad de quitar unos retablos neogóticos que ocupaban la actual capilla de San Roque y los testeros de las dos naves laterales donde ahora están el Tríptico y la Tabla flamencos. Además pedí y logré que se metieran con el Presbiterio y lo rebajaran en un peldaño. A pesar de los miedos al aumento de las deudas, me hicieron caso. Lo agradezco y me alegro, porque mi sugerencia mejoró mucho la obra. Tengo que decir que uno de esos retablos neogóticos retirados de las naves laterales preside hoy la Ermita de Santa Ana de Las Arenas.
En otra ocasión di mis consejos sobre los cierres o no cierres de alguna de las Capillas laterales. Algunas de éstas seguían apareciendo como propiedad de las familias que las habían levantado. Bueno, es un decir porque después de tantos siglos y tras el aumento vegetativo de las familias, las herencias y las ventas, vaya Usted a saber de quien eran las Capillas. Es el caso que las puertas de una de ellas estaban cerradas con candado cuando nosotros llegamos a Portugalete y que yo entre safari y safari había roto el candado y había abierto la Capilla al uso de todos. Un día vinieron un montón de miembros de una familia, que se decía propietaria de la misma y me rodearon entre amenazas y reclamaciones y yo me hice el sordo, pues estaba enterado de que no había papeles y de que en todo caso la tal capilla podía ser propiedad de decenas o cientos de familias descendientes de los fundadores de la Capilla. Consecuencia, esa Capilla quedó totalmente abierta tras las obras y luce ahora un Cristo gótico muy bueno, que estaba arrumbado en un rincón del coro y que según el profesor Barrio Loza de Deusto es del siglo XIV y procede de un humilladero existente en el actual cruce del Cristo.
Esta es una parte de mi rol como cura edificante, pero no en el sentido figurado y piadoso, sino en el real. Y no movido por un ansia de dejar recuerdos perennes. Es una necesidad que me nace muy dentro, en parte desde mi sentido de la estética herido por la belleza y grandeza de mis Templos abandonados por desidia y, en parte porque pienso que, al renovar y actualizar las Piedras nobles del Patrimonio de mis Parroquias, verdadero signo del Templo de Piedras vivas que ellas cobijan, mantengo vivo el Patrimonio cultural y artístico del Pueblo. Además, siempre he pensado que toda Comunidad humana necesita una buena casa.
Debo añadir aquí los nombres de algunas entidades y grupos amigos, que también echaron una mano en la tarea. Portugalete entero con sus aportaciones en dinero y los Padres Agustinos que cedieron a esta Iglesia el dinero procedente de la liquidación de la Fundación Casilda Iturriza. Haré mención también de la Asociación “Amigos de la Basílica” por mí fundada con la misión de cuidar siempre de que nunca se adueñe el deterioro de la misma.
Antes de terminar una de funerales. Mejor dicho, dos. Murió en San Sebastián Don Ángel Chopitea, Párroco que fue durante muchos años de Portugalete. Celebramos por él un funeral en nuestra Parroquia y yo acudí a los Funerales celebrados allá en Donosti. Con esa ocasión, me invitó su sobrina a comer y luego me llevó a donde Maritxu la bruja buena de Ulía, quien me leyó las manos y luego me echó las cartas. Todo salió bien y yo quedé contento y convencido de que todo era verdad. ¿Me tocará por ello algún tizonazo en el Purgatorio?
El otro Funeral fue muy distinto y se celebró por un portugalujo a quien la Guardia civil había matado en un piso de Cruces. Se mascaba el ambiente violento en una iglesia abarrotada. Quise comenzar diciendo algo así como “La muerte de ...”,  pero no pude continuar en medio del clamor a gritos “Asesinato, asesinato”. Continué gracias a que Gorka Martínez, amigo y portugalujo, subió al Presbiterio para pedir silencio. Nunca he celebrado un funeral más rápido, ya que ni tan siquiera repartimos la comunión, primero porque era imposible dado lo densamente apelotonados que estaban todos en la nave y además porque allí faltaba el espíritu de comunión. Los periodistas estaban al acecho de algún titular pero el sacristán oyó al de Radio Nacional que decía por teléfono “Ha sido muy breve y solo ha dicho que también Jesús murió muy joven”. ¿Qué esperaban?


3 comentarios:

  1. Me produce vergüenza leer como se magnifica la presencia y actividades de este cura en Portugalete.
    Por lo que voy leyendo se encargó de dilapidar parte del patrimonio que existía en la iglesia parroquial “regalándolo” a su libre criterio por los pueblos que le dio la gana.
    VERGONZOSO. El patrimonio que ha tenido la iglesia ha sido pagado por los portugalujos, en su mayoría pobres, ¿Quién era este cura para disponer de unos bienes que no eran del? .
    Pregunta a concejales ¿quién del ayuntamiento le permitió hacer eso? ¿Surposa? ¿quién le metió en su consejo?
    Qué vergüenza y encima con publicidad. Así nos va.

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  2. Javier López isla24 de abril de 2017, 19:45

    Pues a mí lo que me produce vergüenza es ver cómo se critica desde el anonimato.
    Con la edad he aprendido que ni los buenos eran tan buenos ni los malos eran tan malos. Todo el mundo hace cosas buenas y malas y a mi modesto entender en las que hizo D. Txomin hay más de bueno que de malo.
    No todos tienen el mismo balance.
    Javier López Isla

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  3. Un dato para captar en toda su esencia conciliadora la labor pastoral de este sacerdote: es una de las tres personas que, además de crear la Fundación El Abra, pertenecieron al primer consejo de administración de Surposa. Véanse los nombres y las adscripciones políticas de los otros dos, y todo se entenderá mucho mejor.

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