viernes, 7 de agosto de 2020

ANTE LA FINAL DE MAÑANA DEL PORTU, UN RECUERDO A MARQUETA

Ante el trascendental partido de mañana y haciéndonos eco del sentir de la afición jarrillera, traemos aquí unas líneas del artículo que hace ya casi tres años escribió KUITXI, recordando a MARQUETA, según sus palabras uno de aquellos jugadores “leyenda del Club Portugalete, uno de los grandes, tras 10 temporadas en el Portu”, y que vivió situaciones como la actual.

Marqueta: 1974-1984. Diez años. Porque la edad de los futbolistas no se rige por el tiempo que va desde su nacimiento hasta su ocaso,

en el caso que nos ocupa, sino por las temporadas en las que jugó en La Florida vistiendo la zamarra de oro y hulla. Debutó en la 74-75. Coincidiendo con la llegada del fino central sestaorra Ramón Garai. Tras la marcha del verdinegro, comenzaría aquella época que habría de convertirse en legendaria: Donado y Marqueta, pareja de centrales que intimidaba a cualquier '9', o a todo extremo que osara trazar diagonales procurándose un mejor ángulo de disparo.

Central. Lateral, a veces. Para terminar asentándose en el centro de la zaga. Compartiendo equipo con futbolistas tales como Agirrezabal, Legorburu, Emilio, Santibañez, Lalo, Totorika, los hermanos Urtiaga, Goyo, Andrés, (el portero que relegaba a la suplencia a Arconada en la selección juvenil vasca), Aldai, Fernando Nuñez, Goyo, Pelé, Tomás Casas, y, en especial, Esteban y Txutxi, sus dos mosqueteros junto a los que peleaba más allá de los terrenos de juego. Todos ellos, y este periodista que les escribe, 'Luis', que, partiendo en edad juvenil, y hasta la retirada de Marqueta tras el ascenso a Preferente, tuvo el privilegio de vivir junto a él toda su carrera en el Portu.

Desde Donado-Marqueta... hasta Marqueta-Manzisidor. Desde la rudeza hasta la finura. Aquellos días de 'barro y rosas' nunca los olvidara Alberto Biota, triste, pero con humor y una sonrisa porque sabe que en aquel fútbol de sus inicios cualquier central que se preciara repartía leña: "Que patadas me pegaba; era un incordio para él, y me daba sin compasión, jajajaja".

Marqueta, desde la cantera del San Pedro y su equipo 'mayor', pasó al San Vicente, para terminar saltando al 'Portu', el equipo del alma, el Club de su vida. El día que debutó en La Florida, compañeros y amigos le acompañaron con una pancarta plagada de ánimo y cariño. Diez temporadas seguidas. Siempre titular. Cuando llegaron las vacas flacas, el permaneció. Cuando el equipo descendió a Primera Regional, él no se movió. Tenía ya 36 años. Pero andaba como una moto. Sobrado. Portentosas condiciones físicas y una técnica aceptable para salir vencedor de tanta disputa, y poder dejar, así, a su equipo en la categoría en la que con el había debutado: Preferente...

Marqueta. Siempre Marqueta. Menos cuando sus 'intimos', Esteban y Txutxi, le decían "¡Fatxeti!" en clara comparación y evidente homenaje al 'libero' del Ínter y de la selección 'azurra' de esa península que comienza muy alta en los Alpes y termina en su pie calzado con una bota... Marqueta. Mi compañero. Mi valedor. Al que no le dolían prendas para abroncarme en pleno partido y pedirle al mister: "Cámbialo que la está liando y nos quedamos con diez".
Marqueta y Mijares. Mil risas a cuenta del polémico colegiado. Marqueta y su insignia de oro. Marqueta y su firme compromiso. Marqueta... y un río de lágrimas que está inundando mis sentimientos y no me deja escribir... Marqueta: ¿Por qué me has dejado tan solo? Hace tres o cuatro años lo recupere para mi causa. Le llamé. Quedamos. Le regale el CD con las crónicas de Kuitxi y empezamos a 'salir'. Los dos solos. Sin escopeta o carabina. Quedábamos en Urioste y recorríamos el bidegorri en su totalidad. Una tarde nos encontramos con Víctor Urtiaga. Yo me hice a un lado... y ellos dos se echaron unas risas.

Aquella ultima cena en la que Marqueta se despedía del Portu y del fútbol luego de haber dejado a su Club en Preferente, categoría en la que lo había tomado. Era el bar de las piscinas de Edu Alda. Cena de fin de temporada para celebrar el ascenso a Preferente. Era el momento de los postres. Pernas, nuestro técnico, era llamado 'El Capataz' en el vestuario. Apodo que yo le puse por sus métodos espartanos. Caló tanto el mote que, he ahí a Marqueta elaborando un látigo con el material que tenía a mano. Un artista Marqueta. A continuación, en un trozo de cartón escribió: "Al Capataz, con cariño, de sus peones".
Lo firmamos uno a uno y le regaló al mister la fusta y el cartón. Pernas no sospecho de Marqueta. Me miró: "Esto ha sido idea suya, Luis". Me encogí de hombros. Marqueta, una vez más, se había salido con la suya y sin tarjeta, amarilla o roja, de amonestación.
 

Kuitxi que jugó desde la temporada 74-75,
nos adjunta la foto de la temporada 1983-84,
en Primera Regional, con Pernas de entrenador
con el que ascendieron a Tercera División,
con el deseo de que su admirado Marqueta,
allí donde esté,
participe mañana en el éxito de su recordado club.


3 comentarios:

  1. Que recuerdos....una mezcla de sentimientos y sensaciones...eran unos buenos momentos.... Allí donde estés estará presente lo vivido

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