A pesar de que el título suena algo raro, sobre todo a la gente joven, para todos hay una explicación. Los “requetés” eran los carlistas, defensores de la monarquía que pretendía reinar en España, desde Carlos María Isidro, hermano del rey Fernando VII, y sus sucesores, pero nunca lo consiguieron porque el trono cayó en manos de Isabel, la hija del rey. Carlos era partidario del antiguo régimen, cuyo lema era “Dios, Patria, Rey”, al que los vascos añadieron “Fueros”, mientras que los partidarios de Isabel defendían las reformas liberales procedentes de la Revolución francesa. Estas diferencias se convirtieron en dos o tres guerras, según los historiadores.
Tras estas “guerras carlistas” y al iniciarse el golpe
de Estado de Franco, los requetés se unieron a sus eternos enemigos, los
monárquicos isabelinos. Más de 60.000 requetés combatieron en 67 tercios con el
objetivo de defender la religión católica y oponerse a la izquierda. Los
requetés de Portugalete se alistaron en los tercios “Ortiz de Zárate” y “Virgen
de Begoña”.
Esa era la primera línea, la del combate. Pero había
una segunda línea, la de la retaguardia: Los requetés de Portugalete tenían su cuartel en la llamada “Casa de España”, donde
se reunían para hacer instrucción militar y recibir normas para cumplir diversos
servicios y varios de sus miembros ocuparon puestos en el gobierno municipal.
El ejército vencedor en la guerra constituyó el 23 de
junio de 1937 una corporación municipal provisional en Portugalete compuesta
por el alcalde Gumersindo Gurruchaga y los concejales Julio Lerchundi,
Valeriano Martín y los exprisioneros Fernando Gorostiza, Francisco Araco,
Dionisio Mañas, Alberto Buztinza y Segundo Gomendiourrutia. Una semana después
el comandante militar de la plaza sustituyó a Gurruchaga por Miguel Loredo
Viguera como alcalde y creó una comisión gestora compuesta por los
exprisioneros Gorostiza, Andrés Miguel Larrea, Araco, Mañas y Gomendiourrutia.
El 6 de noviembre el gobernador nombró otra corporación compuesta por Loredo (monárquico) y 12 concejales, la mayoría carlistas. Esta corporación el 7 de julio de 1938 cambió los nombres de algunas calles: Plaza del Generalísimo Franco, Avda Carlos VII, General Mola, Calvo Sotelo, José Antonio Primo de Rivera, Cristo de los mártires y Travesía del Requeté. En septiembre Loredo dimitió y le sustituyó el carlista Valeriano Martín Madera.
El domingo 1 de agosto de 1937 se celebró en la
Parroquia la bendición de la bandera de las Margaritas (mujeres carlistas) y
Pelayos. Estaban en la presidencia las señoritas Cortadi, Vicenta Ríos Leza,
Pilar y Teodora García Martín, Gurruchaga, Francisca Astorga Bayo, etc. y el 12 de mayo de 1938 el obispo bendijo los
locales de la Casa de España a la vez que bendecía la nueva bandera del Requeté
confeccionada por las religiosas del colegio de Santa Ana.
Los días 12, 14, 16 y 23 de abril de 1939 tuvieron que
ir 50 portugalujos con 2 oficiales a vigilar las cárceles de Larrinaga, El
Carmelo, Escolapios, el Campo de concentración de Deusto y el chalet de Orue
(cárcel femenina en Santutxu), donde estaban los presos republicanos. Así
ahorraban al personal de la policía encargada de ello. Otras funciones eran
censurar el correo postal, pasar por los domicilios para cobrar “el lunes sin
postre” o “el plato único”, etc.
Igualmente el día 12 tuvieron que ir a Bilbao
uniformados con boina roja y borla a las órdenes de los oficiales Munduate y
Fulgencio, los sargentos Fernández Vizcaya y Delgado, Cabos Navarro, Escurrida,
Ruiz Velles, Ovidio y Guevara.
Los requetés fueron muy importantes en eskeraldea, tan
importantes que tenían un equipo de fútbol llamado “Oriamendi”, nombre igual
que el himno carlista, con su campo propio, el “Landabeco”, calle Aragón s/n en
Baracaldo, y miembro de la Federación Vizcaína. No le permitieron participar en
la copa “Brigadas de Navarra” organizada por la Federación Guipuzcoana por
razones políticas. Precisamente en ese campo es donde hacían sus ejercicios de
instrucción y de tiro los requetés de eskeraldea. En esos años (1937-1939) no
funcionó el Club de fútbol Portugalete. En 1939 el Baracaldo tomó el nombre de
“Baracaldo Oriamendi”, nombre impuesto por los vencedores en la guerra, nombre
que solo duró un año.
Los carlistas tenían su emisora de radio que
funcionaba durante todo el día y hacía la competencia a “Radio España de
Bilbao”. Las dos emitían a diario las charlas del general Queipo de Llano desde
Sevilla. Naturalmente eran unas charlas políticas del más puro patriotismo.
TASIO MUNARRIZ
Los requetés fueron muy importantes en eskeraldea.
ResponderEliminarAmigo Tasio en honor a la verdad, Ezkerraldea. Saludos Aurelio.