Muchas veces me he preguntado de donde vinieron los clásicos rebollos portugalujos que dan personalidad a las calles del Casco Viejo. Ahora, y por azar, he aclarado mis dudas, al menos tras los sucesos que acaecieron en el mes de Julio de 1887.
La primera pista la encontré en el Libro
de Actas del Ayuntamiento de Portugalete en las sesiones del 23 de Julio y 1 de
Septiembre y los detalles, sobre todo, en el Noticiero Bilbaino del 22 de Julio:
“A las anticipadas y relativamente
grandes calores que han sobrevenido este año en Vizcaya, han sucedido
tempestades acompañadas de pedrisco y tras ellas, un temporal de copiosísimas
aguas”. “En Abando el río proveniente de Iturrigorri inundó la zona de Vista
Alegre”.
Sobre la villa de Portugalete
informaban:“Ayer por la tarde la cantidad
de agua que cayó en Portugalete que jamás se ha conocido allí otro tanto. La
calle del Medio iba toda ella cubierta de agua y con tanta violencia, que por
uno de sus lados ha quedado al descubierto la tubería para la conducción de
aguas. La calle General Castaños estaba lo propio. Se cayó un trozo de pared
que separa las huertas de la Sra. de Epalza y la villa… Hubo desprendimientos
en Aceta y el tranvía tuvo que hacer trasbordo. En Mª Díaz de Haro quedó
aislada por cuatro pies de agua la casa del alcalde Sr. Valle…. En el Muelle
Viejo la gente se vio obligada a salir por las ventanas… El tranvía
Bilbao-Santurce quedó interrumpido por espacio de dos horas… Igualmente tuvo
problemas por espacio de tres o cuatro horas la vía del ferrocarril de la
Diputación a la altura del puente de Galindo”.
Vamos, un desastre que obligó al
Ayuntamiento a aprobar de urgencia la reparación de los “grandes desperfectos que se han ocasionado en las calles de la villa
por las lluvias torrenciales que han caído los días 19 y 21 de Julio hasta el
punto de dejar intransitables varios puntos, debido al desprendimiento del
enmorrillado (rebollos) y parte de las aceras…”.
El 1 de Septiembre, encontramos la
aprobación del gasto de 781,25 ptas. generado por los trabajos de reparación de
las calle a cargo de Joaquín Beistegui.
También vemos una modesta pero
interesantísima partida de 30 ptas. producida por Ricardo Ayarza, por un viaje
hecho con su lancha al punto de CASTREJANA para conducir desde allí REBOLLOS
para empedrar las calles de la villa. Por lo tanto, ya tenemos resuelta la duda
sobre el origen de nuestros rebollos en esa época. Estos se formaron por las
avenidas del Cadagua quedando depositados en Castrejana (Barakaldo) confirmando
que al menos en aquella época era navegable hasta las inmediaciones del Puente
del Diablo.
Este transporte no fue una excepción ya
que encontramos como el 27 de Marzo de 1890, el mismo Ayarza realizó dos viaje
más, suponemos al mismo lugar, “para
conducción y cargue de dos lanchas de piedra rodada para reparar las calles,
plazas y demás”.
La reparación de las calles y plaza
exigía más rebollos como queda reflejado en la nota pasada por Sotero de Gorostiza,
y también por el transporte de arena o recebo en varias gabarras desde las
canteras de Axpe, señalado en el gasto presentado por José Montero en las actas
de Agosto y Octubre de 1889.
Como ya escribimos en su día en este blog, en 1570 ya se citaban “las obras de empedrado del Solar desde la
entrada hasta la casa de Juan de Montellano realizadas con piedra de rebollo
buena…”y en 1878 se citaba el “enrebollado
de la superficie de la rampa que del Castillo de la plaza se dirige al muelle”.
En el libro de la Colección El mareómetro, “Portugalete, años 20”, ya se
citaba otra localización de rebollos que pudieron haberse utilizado en años
anteriores a los de Castrejana, como fue LA REBOLLERA en la costa entre Peñota y Santurtzi.
Mi agradecimiento a Manu Orbe, amigo siempre dispuesto a colaborar en temas baracaldeses, que nos ha facilitado la fotografía del puente a cuyos pies se aprecian, con dificultad, varios playazos de rebollos y la confirmación de la navegabilidad del Cadagua.
JOSE
LUIS GARAIZABAL FLAÑO
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