lunes, 30 de enero de 2023

RECUERDOS DEL HOTEL DE SALOÑA (2)

 


Recordando a mi tío Antonio San Sebastián, y hablando de complejos, tengo que decir que cuando yo tenía 12 ó 13 años, Saloña pretendió que los domingos yo ayudase a los camareros a servir las mesas. Yo estudiaba en Santa María con los hijos de las familias “ricas” del Muelle y tenía que ir a servir a esas mesas. Por mi inmadurez y falta de personalidad, yo no quería ir a esas mesas y se lo dije a Saloña, que le dijo a mi madre que “a ver quién me creía yo” y que había que ayudar.

Entonces y los veranos de varios años, colaboré llevando “Avisos de conferencia” por todo Portugalete y su extrarradio (Pando, Repélega, etc). Eso a mí no me importaba.

En aquellos años muy poca gente tenía teléfono y un sistema de comunicar familias (muchas y de toda España) era que en el Hotel había un par de locutorios y llamaban de fuera al Hotel comunicando un aviso de conferencia para un amigo o familiar, que se anotaba en la oficina del Hotel y se pasaba a un papel, con el día y la hora en que alguno tenía que estar en el locutorio.

También me acuerdo cuando en 1953 estuvo alojada en el Hotel la Selección Española de futbol, que iba a jugar un partido en San Mamés contra Suecia. Como yo casi vivía en el Hotel tuve la oportunidad de estar bastante con los jugadores, Kubala, Gainza, Muñoz, etc. que me dieron autógrafos que no conservo.

Por aquellos veranos tenía amigos que venían a jugar conmigo al Hotel como fueron Fernando Delgado o Alfonso Bayo. Este era sobrino de Julián Bayo, alcalde, y nos facilitó las cosas para comprar una casa en “Diego Valor”, que eran municipales. Años antes, Bayo con su violín y mi difunto padre como barítono formaron dúo para música clásica y zarzuelas siendo contratados para fiestas o bodas de “ricos” en el Club Marítimo del Abra. Era un sobresueldo.

Tambien recuerdo a Harry Garmendia que formó un grupo de rock con las primeras guitarras eléctricas que se veían, donde él era el cantante. Tocaron varias veces en el salón del Hotel y en algunos otros sitios. Desgraciadamente murió muy joven, con veintipocos años, de enfermedad.

También estuvo hospedado un cierto tiempo en el Hotel, por cuestiones laborales el galés Geoffrey (marido de mi hermana). Anteriormente Saloña había contratado y trajo de Irlanda a la hermana mayor de la familia Behal, como institutriz y profesora de inglés de su hija Maria Angeles.

Años después, mientras estudiaba la carrera de ingeniero en Bilbao, además de a los bailes domingueros en el Salon del Hotel, iba bastante, los domingos, pero solo a la cafetería que seguía boyante a tomar el vermut con rabas.

Y quiero terminar estos recuerdos de Saloña, reconociendo un gran error que cometí y fui un desagradecido, de los cual me arrepiento mucho y no lo arreglé luego y ya no puedo.

El Hotel con Antonio como gran cocinero celebraba muchos banquetes de boda y mis hermanas allí lo celebraron. Yo, demostrando poca consciencia y sensibilidad no lo hice. En 1970 el restaurante mas famoso y elegante era el Artagan, junto a la basílica de Begoña y yo como un idiota inconsciente, tras casarme en la iglesia neorrománica de los Trinitarios de Algorta celebré allí el banquete.

Saloña nunca me reprochó nada, ni su hija o hijos, pero estoy seguro que esa decisión mía le tuvo que doler, seguro, por la ingratitud de que él siempre me había ayudado a mi y a mi madre y yo le pagaba así. Mi madre le invitó a la ceremonia y al banquete, pero el declinó la comida, creo que por no disgustarla, asistió a la ceremonia y luego se marchó.

Me he arrepentido muchas veces de aquel error, y no pongo disculpas, pues aunque mi madre o hermanas me lo advirtieran yo soberbiamente no les hice caso. 

José Antonio Otxoa San Sebastián

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