martes, 17 de enero de 2023

RECUERDOS DE REPÉLEGA (5)

 


Esta vez son varias las mujeres protagonistas de nuestra historia repelegana. Comenzamos con Olga Seoane Vázquez, de 61 años. Sus padres llegaron a Portugalete en 1953 desde el pueblo de Teixeiro-Curtis (La Coruña), viviendo primero en Rivas Viejo; poco después compraron un piso en el nº 1 de las casas de Escribano, donde nació Olga en 1961 (actualmente y desde hace muchos años Olga vive en Villa Nueva, barrio del que se siente muy orgullosa, como recalca a lo largo de nuestra conversación).

 Recuerda que hacia 1963-64 su madre asistía a la iglesia vieja de San Cristóbal, en cuyos locales enseñaban a las mujeres a coser y cocinar, según la ideología imperante en la época. En aquella década, siendo Olga una niña, recuerda las sanjuanadas que se hacían en la campa que actualmente ocupa el Parque Martínez de las Rivas, y las cenas populares que los vecinos hacían en dicha campa hasta bien entrada la madrugada. Recuerda a don Pedro, “el cura de la Babcock” (fallecido en 2022) que oficiaba misas en una pequeña capilla del colegio Antonio Trueba y organizaba excursiones con los vecinos de Villa Nueva, en cuya sede de la Cooperativa (actual Centro de Día) paraba el autobús que los llevaba a los pueblos que visitaban. Olga también recuerda con especial cariño a don Artemio, el cura de la iglesia vieja de San Cristóbal que tanto bien hizo por los jóvenes del barrio, y quien la bautizó en dicho templo.

Me cuenta que en el Grupo Alonso Allende existió la carbonería regentada por los gallegos José María y Pilar. En el mismo grupo, el padre de Olga tuvo por un tiempo una carpintería. En esa misma barriada se ubicó en la década de los 60 la bodeguilla de Acha, que hoy es un bar con el mismo nombre. Justo en frente, en una de las casas de la Babcock y en la misma década, abrió sus puertas la tienda de golosinas de Pilar. Junto a El Progreso, Agustina vendía prensa y chuches en una diminuta caseta que milagrosamente aún existe (y que quien esto escribe ha llegado a conocer regentada por su hija Fabiola, hasta que cerró el negocio a finales de los 80). Así que entre todas las pequeñas tiendas, carbonerías, carpinterías, lecherías, mercerías, etc, que aglutinaban los grupos de Alonso Allende, Babcock & Wilcox, Villa Nueva y El Progreso, se puede decir que en aquellos tiempos Repélega era un barrio razonablemente bien abastecido.
Justo al lado de las casas de Escribano tenían su chalet Pepín y Laura, con la particularidad de haber colocado en su fachada una hornacina conformada de azulejos que representaba a la Virgen de Coromoto, oriunda de Caracas, capital de Venezuela; única Virgen hispanoamericana en Portugalete, pues parece que un miembro de la pareja que acabamos de citar viajó a esa ciudad, de donde se trajo su devoción.

 

Aitor González Gato






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