Han pasado ya 10 años desde que nuestro amigo Goio Bañales, publicó su In Insula Maris y a quien tuvimos en uno de nuestros Encuentros del Hotel para que nos hablara del “Mundo naval de Portugalete” y sus acaecimientos mas importantes.
Nos recordó como
primera etapa de iniciación los años de 1041 a 1471, para pasar a continuación
de 1471 a 1572, a los tiempos de esplendor de nuestros navegantes, a los que
siguió el siglo de los militares de 1572 a 1713, con la pléyade de capitanes,
la marina ilustrada de 1713 a 1814, para acabar con la decadencia a partir de
1800.
Pues bien, en el
periodo de esplendor, según nos dijo entonces, tras la primera expedición de
Magallanes en la que Elcano consiguió dar la vuelta al mundo, el emperador
decidió organizar otra segunda al mando del comendador de San Juan de Malta,
fray García Jofre de Loaysa, con el deseo de que trajesen más especería. Sería
Elcano el encargado de reunir en Guetaria dinero y gente para las siete naves, de las que armó en Portugalete las cuatro mayores, entre las que estaban la capitana “Vitoria”
y la “Santi Spiritu” y algunos proponen que otro de los navíos habilitados en
Portugalete era la carabela San Lesmes.
La expedición salió en febrero de 1525, hace 500 años de nuestra Villa hasta A Coruña donde se le
juntaron el resto de las naves y donde fueron abastecidas todas.
Testigos tan
calificados como Andrés de Urdaneta o el clérigo Juan de Areizaga, confirman lo
anterior: “Su magestad mandó hazer la armada en la villa de Portogalete y en
la ciudad de La Coruña para las islas de Maluco, donde fueron nombrados por
capitanes, por general el capitán Loaysa e Juan Sebastián del Cano, que así
bien era capitán”.
La flota la componían
la nao “Vitoria” o “Santa María de la Victoria”, que era la capitana de la
armada, de 300 toneles; “Santi Spiritu”, nao de Elcano que se perdió al pasar
el estrecho de Magallanes, de 200 toneles; “La Anunciada”, de 170 toneles; “San
Gabriel”, de 130 toneles; “Santa María del Parral”, de 80 toneles, “San
Lesmes”, de 80 toneles, el patache “Santiago”, pilotado por Ortuño de Alango, de 50 toneles, y la carabela
“San Antonio”.
La financiación de
esta armada corrió por cuenta, en su mayor parte, de los fúcares alemanes y los
banqueros burgaleses, y en menor medida por los mismos capitanes que la gobernaron,
es decir, como en la anterior de Magallanes.
El viaje fue un
desastre. La nao de Elcano se perdió en medio de un temporal en el Cabo
Vírgenes el punto más al sur de la costa de Argentina y entrada del estrecho de
Magallanes. La “Anunciada” y la “San Gabriel” renunciaron a seguir adelante y
volvieron a España. El resto de navíos consiguió a duras penas atravesar el
estrecho, para encontrase inmediatamente con una tempestad que deshizo la
escuadra. Solamente la capitana “Vitoria” consiguió llegar a Tidore, muriendo
en el viaje Loaysa, Elcano y la mayor parte de tripulantes.
Como
vimos en la entrada anterior, en 1527 tras una accidentada navegación, bajo la
responsabilidad del portugalujo Ortuño de Alango, es conveniente que lo recordemos, llegaron a una isla que bautizaron como Islas de los Reyes, por haberlas hallado
el día de Reyes, siendo al día siguiente cuando Alango murió, un 25 de enero de
1528 siendo su cuerpo echado al mar.
Finalmente
sobrevivieron 24 personas, que regresaron a España prisioneros de los
portugueses en el año 1536. La “San Lesmes” se perdió sin que nunca volviese a
saberse de ella ni de su tripulación. Algunos marinos de la “Santa María del
Parral” se amotinaron y la embarrancaron cerca de Cebú. El patache “Santiago”
consiguió llegar a la costa de Nueva España, a la gobernación de Hernán Cortés.
Los próximos días en la Villa se celebrará esta efemérides con un desfile naval por la ría con ofrenda foral y sendas conferencias de Manuel Romero Tallafigo y Sabino Laucirica, que nos completaran mas información que la que disponíamos hace una década, pues según nos confirman, de las cuatro naos que irían en esta segunda expedición a las Molucas, la nao Victoria se terminó en Bilbao y la Anunciada, la Santi Spiritu y la San Gabriel en los astilleros de Portugalete y sería el día 25 de Febrero cuando surcaran la barra de Portugalete al encuentro de la muerte.
Cerca del museo RIALIA, junto a un ancla tipo Hall, que ha sido donada por la Armada, se colocará una placa conmemorativa. Desconocemos su texto pero los organizadores lo que quieren recordar es que hace 500 años la Villa era el puerto más importante de que disponía la corona castellana, donde más embarcaciones podía encontrar y donde se construían las de mayor tonelaje. Como recordaba un experto, en aquellos años de descubrimiento de nuevas tierras, Portugalete era el Cabo Cañaveral moderno donde encontramos el origen de gran parte de las expediciones.
También nos debe servir como recuerdo de tantos portugalujos que como Ortuño de Alango, participaron en dichas aventuras y han quedado totalmente olvidados. Esperemos que los nuevos investigadores nos saquen a la luz sus nombre que dormirán en viejos legajos de los archivos de Indias entre los componente de aquellas embarcaciones que partieron desde aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario