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hemos encontrado el trabajo de Francisco
Saulo Rodríguez Lajusticia
titulado "Portugalete a finales de la Edad Media: La Documentación del
Registro General del Sello del Archivo General de Simancas (1476-1499)"
que trascribe 117 documentos históricos que se encuentran en dicho archivo.
El libro abarca el período de los Reyes Católicos, entre 1476 y 1499 y
según el autor son una "radiografía perfecta" de la Villa a finales
del siglo XV. La temática de los documentos es muy variada e incluye Conflictos
de poder y sociales, Asuntos económicos y comerciales, Pleitos institucionales
por multitud de razones dispares o Cuestiones administrativas.
Hoy recogemos como curiosidad una de las cartas mas antiguas que contiene, fechada
en 1478 y firmada por los Reyes Católicos, dirigido a Pedro de Vilvao,
vecino de Portugalete y está encabezada con un Don Fernando e doña Ysabel, a vos
Pedro de Vilvao, vecino de la villa de Portogalete, salud e gracia.
El documento le dice que Juan de Mela, un marinero bretón, había presentado
una queja formal ante el Consejo Real acusándole de haberle robado su barco y
la mercancía que transportaba.
Los hechos según el demandante, eran que el 2 de septiembre, navegaba cerca de
la costa de Portugal en su barco, que iba cargado de valiosas telas y objetos
de latón valorados en unas 2.000 coronas de oro con destino el reino de
Castilla donde iba a ser vendida para el abastecimiento del reino.
Juan de Mela navegaba bajo la protección real que se ofrecía a los
comerciantes que viajaban por mar, y además tenía una relación de amistad con
los Reyes Católicos, por lo que se sentía seguro. Sin embargo, los dos barcos
vizcaínos armados, capitaneados por Pedro de Vilvao, salieron a su encuentro,
le robaron el barco y toda la carga, lo cual, según el demandante, es un acto
"contra toda razón y justicia”. Confirmaba también que ya lo estaba vendiendo
en el Puerto de Santa María (Cádiz).
Los Reyes
Católicos le ordenan que, en cuanto se le notifique la carta, devuelva de
inmediato el barco y toda la mercancía robada, o en su defecto, que entregue
las 2.000 coronas de oro que valía la carga advirtiéndole de que, si no cumple,
se le impondrá una multa de 10.000 maravedís.
Sin embargo,
si Pedro podía defenderse de las acusaciones, tenía veinte días para
presentarse ante el Consejo Real, en Sevilla, ya sea en persona o a través de
un abogado, advirtiéndole que, si no lo hacía, el caso se resolverá sin él.
El documento
concluye con la fecha y el lugar de la expedición de la carta: Sevilla, 26 de
agosto de 1478.
En otras páginas se
recoge también que este Pedro de Bilbao, Pedro de Vilvao o Pero de Bilvao, según
parece mencionado, era hijo de Johan de Bilbao, tenía un hermano llamado
Martín, y estaba casado con María de Capetillo que por cierto mientras el
navegaba se acostaba con el preboste Ochoa de Salazar, pariente suyo en cuarto
grado, según nos enteramos por un pleito que mantuvo.
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