domingo, 6 de abril de 2025

CAMPEONATOS DE FUTBOL PARROQUIAL EN EL CAMPO DE SAN ROQUE


Completamos la tercera entrada sobre los campeonatos de fútbol parroquial que nos envió José Luis Garaizabal:
 
Parece ser que la final del torneo de La Tejavana, para que entrasen las hinchadas, se jugó en el campo San Roque, según vemos en la foto cedida por la familia Santacoloma. Estos ya son más mayores y alguno como Chuli, se oxigenaba antes del partido con un buen cigarrillo. A destacar que faltan varios jugadores por el mal ojo del fotógrafo, pero los presentes ahí quedan para la historia. Ojo a las rodilleras de las de antes que lleva el portero y al vendaje de su mano, no sé si por protección para los despejes o porque estuviera lesionado. Desde el punto de vista urbanístico, fijaros que no hay más que unas pocas casas que son las primeras colindantes con el final del Carlos VII.
En los partidos que se jugaban en ese campo, Juantxu González que era quien cuidaba del mismo, montaba un ambigú junto a la caseta, que lo atendía su hija Begoña con su sonrisa y limpio delantal con sus iniciales, como se aprecia en la siguiente foto de Loli Arteagabeitia que es quien acompaña a Begoña. Junto a ella el mismo equipo en el Campo San Roque, y a sus espaldas aquellas porterías de postes cuadrados, el frontón y los espléndidos plátanos que daban sombra a la ermita de San Roque. Esta foto nos la ha cedido Javi Santiago, con Jose Santiago, Damián?, Chuchin Arteagabeitia, Frión y Jesús Aborruza.

Publicada el 16 octubre 2012




sábado, 5 de abril de 2025

SANTURTZI Y PORTUGALETE EN LOS PINCELES DE IGNACIO UGARTE HACE UN SIGLO


 

Uno de nuestros habituales seguidores santurtziarras y que siempre nos ruega no citar su nombre, tras agradecernos el grabado de ayer recogiendo su pueblo y defendiendo la idea de que la barra no era solo de Portugalete, nos envía el cuadro de hace más de un siglo cuando la pequeña aldea había empezado a construir grandes edificios junto al mar procurando atraer veraneantes. Efectivamente sirve de comparación con el anterior de 40 años antes.

Se trata de un óleo de Ignacio Ugarte y Bereciartu (1862-1914) un gran pintor de familia acomodada que tras vivir en Madrid y recorrer lugares como Roma, al cumplir los 40 años volvió a su Donostia natal, donde alternaría su trabajo con el que realizaba en su estudio de Santurtzi, dado que su mujer era de aquí.
Así que hacia 1903 empiezan a aparecer pinturas de Santurtzi, nuestra costa, el Abra, su gente, y cómo no Portugalete.
De la Gran Enciclopedia Vasca que dedicó tres de sus fascículos, de pintores y escultores vascos, sacamos los dos siguientes el del Muelle Nuevo con las “pescadoras” y la vista desde Sestao con la dársena.

Publicado el 30 abril de 2014



jueves, 3 de abril de 2025

LOS PUESTOS AMBULANTES DE CARAMELOS (4)

 



José Miguel Comonte nos habla de su madre, CLEMENTINA LÓPEZ PRESA, “CLEMEN”.
     Había nacido en Bilbao en 1913, llegando a la Villa en 1935. Casada con el zamorano Manuel Comonte, vivieron en Pando 15-bajo. Salvo su hijo Casto, que nació en Vals (Tarragona), los otros cuatro nacieron en Portugalete.
     Clementina tenía concedidos dos puestos: uno, en la Ranchería haciendo competencia a Juanita Ayuda frente al Cine Mar y otro en la esquina del cementerio de Pando y la calle Ramón y Cajal, frente a la carpintería Arrieta, que regentaban Casto “Castorín” (n. 1938) o su hermana Mª Asun (n. 1940).
     Me parecía un sitio raro para poner un puesto, pero José Miguel me aclara que “lo ponían casi a diario ya que además de la chavalería de la zona, era un punto de paso de toda la gente que iba y venía andando desde Sestao, Repélega, el Valle, Urioste y parte de Ortuella y que decir de las parejas que iban a ‘sus asuntos’”. A veces, trasladaban uno de sus puestos al jardín del relleno en Peñota.
     También me narra, como “su madre regentó el puesto del cine hasta 1956, coincidiendo con la gran nevada. Ese día, con el frío que hacía, no puso el puesto y al domingo siguiente, el recaudador le quería cobrar el día que faltó. Discutieron acaloradamente, recogió el puesto y no bajó más”. El puesto vacante en la Ranchería lo cogió Moisés Baza “el cojito” citado anteriormente.
     En las fotos podemos ver a la familia Comonte-López. Manolo (n. 1937), Mariasun (n. 1940), Castorín (n. 1938), abajo, Clementina (n. 1913), José Miguel (n. 1949), Mª Ángeles (n. 1943) y Manuel (1911). En el puesto del cementerio, arriba, las hermanas Mª Asun y Mª Ángeles, y abajo, José Miguel y sus primas Ione y Bego Gaminde.

 José Luis Garaizabal Flaño

 

miércoles, 2 de abril de 2025

OBRA DE SANTIAGO ALVAREZ. 1954.


Recientemente publicamos el cuadro de la izquierda con la Casa Vicente en la calle Coscojales, que pertenece al Ayuntamiento, reconociendo que desconocíamos su autoría.

Hoy se nos descubre la existencia de otras dos obras de mismo autor en la casa Consistorial, que resulta ser Santiago Alvarez, por lo que volvemos a recoger dicho cuadro acompañado de otro de la plaza de la Ranchería con la torre de la iglesia al fondo.
 

martes, 1 de abril de 2025

ANTE EL CENTENARIO DEL COLEGIO MAESTRO ZUBELDIA: EL CAMBIO URBANISTICO

  



Si el nuevo centro se creó en 1925 en medio de los terrenos verdes de las laderas del alto de San Roque, tras la finalización de la guerra y en las cuatro décadas de dictadura el desarrollo urbanístico de la villa le afectó enormemente. 

Atrás quedó una primera idea bucólica de recuperar la ermita de San Roque en lo alto rodeado de campas, para empezar con la construcción de un depósito de agua en lo alto, mediante voladuras de ruidosos explosivos, que originó una montaña de piedras a sus espaldas y que acabaría siendo un fracaso, siguiendo con la construcción de nuevas calles circundantes como fueron las de Bailen y Axular en los años 60, o un nuevo centro escolar al comienzo de los 70 tras el depósito de aguas, bautizado con el nombre de Virgen de la Guía.

Hay que recordar que en los años 60 y 70 del desarrollismo, el crecimiento de la población dio un gran salto. La Villa que no llegaba a 22.000 habitantes en 1960, pasó a 45.000 en 1970 y más de 57.000 en 1978. Como consecuencia de ello a principios de esa década se empezaron a construir dos nuevos edificios docentes en las zonas traseras de juego, junto a las edificaciones de la calle Axular y en los terrenos de la tejavana el colegio de párvulos, al que bautizaron con el nombre de Pilar Careaga y que al de pocos años se integró en el centro Zubeldia.

El cambio hubiera sido total si se hubiera llevado a cabo el deseo del director, en 1976, de proceder al derribo del edificio que contaba con el visto bueno de la inspección de educación.