miércoles, 12 de julio de 2017

EL ANTIGUO PORTICO DE LA IGLESIA DE SANTA MARIA




Releyendo este verano la obra de Jaime Villaluenga, “Portugalete (1839-1873). Una época de asedios” (ver BDP) que nos resulta fundamental para confeccionar la Crónica de la historia de Portugalete. Siglo XIX, próximo ejemplar de la Colección El Mareómetro, encontramos los datos de esta entrada de hoy.

En la Villa existía un organismo llamado “Fábrica parroquial” a cuyo frente figuraba un mayordomo elegido por el Ayuntamiento encargado de velar por la marcha económica de la institución.

La alcaldía de la Villa, patrona de la iglesia parroquial, empezó a atender el mantenimiento del edificio el año 1849 y fue decidiendo la construcción de un pórtico, como se ve en las fotos que hemos recogido, que protegiera a los vecinos de la lluvia y del viento, algo que echaban de menos tanto estos como los forasteros.

La obra debió realizarse con bajo presupuesto, porque hubo de reconstruirse años más tarde. Efectivamente, en 1861, dado su estado ruinoso y lo próximo que estaba el invierno se vio la conveniencia de rehacerlo para ofrecer cobijo a la gente. El Ayuntamiento anticipó el dinero hasta que la fábrica tuviera fondos.

Con la guerra carlista sufrió serios destrozos obligando a reconstruirlo tras la misma, y en el siglo XX tras la guerra civil desapareció definitivamente.


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