A Mario Giorgetta lo presentamos en febrero con motivo de su artículo sobre Portugalete en Bolivia. Hoy hemos recibido un correo suyo con motivo del último número de Cuadernos Portugalujos, que creemos que es de interés:“A primera vista parece muy bien hecho e informativo, igual como las ediciones precedentes. La segunda vista se lo voy a dar en los próximos días. También entré a vuestro sitio en la Internet que coincide bien con el cuidado esmerado de los cuadernos. Cuando a mediados de abril entré por primera vez, la página todavía tenía algunas insuficiencias técnicas, sin embargo actualmente están corregidas.
Lo que todavía queda es que en la página inicial de "bibliotecadigitalportugaluja" se encuentra una foto muy, pero muy pesada (4,7 MByte). Para abrir esta página por ejemplo en Sudamérica con alguna comunicación por modem telefónico (sí, todavía existen por allá) hubiera que esperar acerca de una hora entera...
Espero poder volver a colaborar con alguna información útil referente a la mina en Bolivia, ya que cada año de costumbre me encuentro dentro de un rayo de cien kilómetros de las ruinas. Te envío aquí otra foto sacada en aquella región. Se trata del volcán Cuzco que bordea el Salar de Uyuni por el oriente.
Aquello fue otro día en que la naturaleza ejecutó el programa completo, consistente en tormenta de arena seguida por granizada y tormenta eléctrica, para terminar con un lindo huracán del poniente que, subiendo por las faldas del volcán, catapultó los vientos húmedos a la estratosfera formando así esa trompa gigantesca. Las llamitas allá abajo, pero no se inquietaron por "un poco de humedad con leve brisa" y siguieron pastando sosegadamente como es inherente con su género pacífico.
A mí la dramática de los elementos airados de vez en cuando consigue quitarme por algún momento la pátina dejada por estupidez y apatía de los decenios de vida que quedaron atrás...”
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