Hoy desempolvamos una pieza de nuestra historia reciente que marcó un hito
en la operativa de nuestro puerto. Retrocedemos 35 años para recordar una
noticia publicada en El Correo.
Bajo el titular "Siete empresas familiares crean la Sociedad de
Amarradores del Puerto y Ría de Bilbao", se anunciaba la fusión de
siete negocios familiares para modernizar, unificar y concentrar los servicios
de amarre y desamarre de buques en el Puerto de Bilbao.
Este movimiento supuso fundamentalmente su integración y modernización en una
nueva sociedad que centralizaba los recursos de las siete empresas iniciales.
Esto incluyó un plantel de 42 trabajadores y una flota de 21 embarcaciones
La nueva sociedad ampliaría sus servicios y no solo se dedicaría a la
maniobra esencial del amarre, sino también al atraque de buques fondeados y al
servicio de transporte de buques de la ría.
Se menciona que la Administración local apoyó el proyecto, considerándolo
importante para el desarrollo de la actividad portuaria.
Los 'Siete Magníficos' (del amarre) eran Arrillaga, Segemar, Recalde,
Beldarrain, Totoa, De la Torre y Barañano.
La noticia también nos recuerda que la esencia de la profesión, la labor
fundamental del amarrador era el trabajo de asegurar los buques, un oficio que se
remonta a mediados del siglo pasado, y ha llegado hasta nuestros días como una
tradición que se transmite de padres a hijos.”
La figura principal de este proceso sería José Ángel Arrillaga “Tatxeta”
que ocuparía la Dirección general de la compañía y quien es entrevistado
por el periodista.
Esta unificación no fue solo un cambio de nombre. Respondía a la necesidad
de adaptarse a las nuevas legislaciones y a la propia evolución del tráfico
portuario, que experimentaba un descenso en el tráfico de la ría a favor del
Superpuerto, siendo un paso crucial para garantizar la viabilidad y calidad del
servicio en el futuro. Era un ejemplo de cómo la tradición y la adaptación
pueden ir de la mano para mantener vivo el pulso de nuestro motor marítimo.

En la foto: De espaldas, Ángel Alfaro "Angelín, el riojano" y Pedro Murga "Periquín"
ResponderEliminarEsperemos que estos recuerdos hagan que la nueva gerencia recapacite en sus pretensiones de modificación de las consolidadas condiciones laborales y terminé satisfactoriamente el conflicto laboral, reinando la cordura.y paz social, como la vivida en estos últimos 35 años.
ResponderEliminarAMARRADORES AURRERA