viernes, 23 de agosto de 2013

FUGAS EN LA POSGUERRA (2): GREGORIO SOLANO AHEDO


“La travesía del Montserrat” es el título de un libro editado el 22 de mayo de 2011 por la familia del santurtziarra Félix San Mamés Loizaga basándose en su diario de navegación. En él se narra cómo nueve jóvenes se fugaron en 1950 en un balandro desde Santurtzi a Veracruz para escapar de un régimen político que impedía todo tipo de libertades y acogerse a otro país libre, como era México, que les recibió como refugiados políticos.
Uno de ellos fue Gregorio Solano Ahedo, que llegó a Portugalete en 1914 con cinco años de edad y vivió en el cuartel de carabineros porque su padre pertenecía a este cuerpo. Había sido discípulo de Ruperto Medina en la Escuela del Campo de la Iglesia y estudió pintura en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao. Mientras trabajaba en La Naval, estudió las carreras de Facultativo de Minas y de Fábricas Metalúrgicas. En la guerra cayó prisionero en Santander y fue condenado a muerte en el penal del Dueso, pena conmutada por la de 30 años estando en el penal del Puerto de Santa María, de donde salió libre en 1942. Desahuciado para ejercer su profesión en Vizcaya, trabajó en otras zonas de España. Por fin, José Luis Algorri, antiguo compañero de celda en Puerto de Santa María, se acordó de él y le ofreció la oportunidad de fugarse a México en un balandro. Solano, ya casado y con dos hijos, la aceptó para recuperar más tarde a su familia.
Los hermanos José Luis Luis y Manuel Algorri Villanueva eran propietarios de un pequeño astillero en Lamiako, detrás del Campo de fútbol de Ibaiondo, donde fabricaban embarcaciones deportivas. Con siete compañeros construyeron el “Montserrat”, así llamado para hacer ver que lo había encargado un catalán.
El “Monserrat” tenía 13 metros de eslora, 3,85 de manga y 3 de puntal medio con un desplazamiento de 30 toneladas. Le pusieron un motor de camión para ayudar a las dos velas. Llenaron el depósito con 2.000 litros de gasolina y cargaron víveres y agua para un mes de travesía.
El día del Carmen de 1950 fueron a Santurtzi y participaron en la procesión. Cuando las demás embarcaciones volvían al puerto, el “Montserrat” se dirigió a Castro sin que nadie se enterase de la fuga. A la altura de Canarias el motor se estropeó y tuvieron que hacer la travesía a vela aprovechando los vientos alisios. El 22 de agosto, 38 días después de su partida, llegaron a la isla de Tobago (República de Trinidad y Tobago) al sur del mar Caribe, donde arreglaron el motor. Después de muchas aventuras, el 15 de octubre llegaron a Veracruz. Los nueve fugados con el tiempo montaron sus negocios en México y allí murieron.
En las fiestas del Carmen de 2011 algunos hijos y nietos de Félix San Mamés Loizaga presentaron en Santurce el libro ante numeroso público y, cómo no, participaron en la procesión y volvieron con ella.  


Tasio Munarriz

2 comentarios:

  1. Tres sobrinos de Félis San Mamés Loizaga (Juan José, Carmelo y Ricardo San Mamés López) vivieron su infancia y adolescencia en la calle Santa María 14 o 16. El padre procedía de Santurtzi y la madre de la calle del Medio.

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  2. Estimado Tasio,
    El 6 de Noviembre del 2014, el Museo Maritimo Ria de Bilbao inauguro una exposicion temporal sobre la Travesia del Montserrat, basada en el diario de Felix San Mames y con material contribuido por varios de los descendientes, incluyendo familiares de Geregorio Solano. Estoy seguro que a ti y atus lecotores os gustara visitarla.

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