Cómo
ya expresó en su día en este blog la Asociación de Amigos de la Basílica, las
procesiones de Semana Santa se organizaban en la Villa desde el siglo XVI por
la Cofradía de la Vera Cruz. Refundada el 2 de enero de 1943 con la nueva
denominación de Santa Escuela del Cristo del Amparo cobró nuevo impulso bajo la
tutela de D. Ángel Chopitea, inundando de procesiones las calles de la Villa,
que alcanzaban su momento más destacado durante la Semana Santa.
Tras
el Concilio Vaticano II (1962-1965) y bajo la dirección del nuevo párroco, D.
Pablo Bengoetxea (1961-1973) la iglesia “estimó
que las procesiones no eran provechosas para la línea pastoral que postulaban y
decidieron no prestarlas apoyo, cayendo poco a poco en el olvido”.
Los
pasos que se guardaban en los bajos de la Casa Parroquial tuvieron que
reubicarse en sótanos y lonjas particulares, cuando en 1967, se derribó el
edificio del Campo de la Iglesia para construir la nueva Casa Parroquial.
Uno
de estos sótanos, fue el del antiguo convento de los Agustinos, que albergó en
unas condiciones pésimas los pasos de la Oración del Huerto y el Calvario.
Nuestro
amigo José Mari Ruiz los fotografió en Enero de 1995 y como podemos apreciar,
solo se parecían al original por la postura de las figuras. Una de ellas, correspondía
a Gestas, “el mal ladrón” y la otra totalmente desfigurada a Dimas, “el buen
ladrón” al que se representaba mirando a Jesús. Gestas sin embargo miraba al
cielo y para otro lado, tal y como vemos en las fotografías.
El
Cristo ya no estaba allí, pues según Jose Mari:“al parecer se lo llevaron a un pequeño
pueblo de la provincia de Burgos o quizás de Palencia”.
Al
finalizar las obras de rehabilitación de la Basílica, estos restos se
trasladaron a la chabola que se había construido en “las canteras”.
Y
de aquí viene la posible relación de los restos de este paso con Sestao. Los
sestaotarrak habían encargado un Cristo al escultor getxotarra Jesús Torre, que ya había tallado
varias imágenes con destino a las procesiones portugalujas: Jesús con la cruz a
cuestas, San Juan y un Cristo yacente que no llegó a procesionar. También talló
el Monumento a los Caídos de los jardines de Salazar y la Virgen que corona el
Colegio Santa María en el que impartía clases de Artes Plásticas y Dibujo.
Torre se retrasó y no cumplió con el encargo, pero como compensación entregó
una imagen de San Pedro con destino a la parroquia de Nuestra Señora de Begoña
de Sestao “los Hermanos”. Fiel a su estilo, talló un San Pedro muy tosco con un
gran trono en el que está sentado y con una cabeza, a mi entender,
desproporcionada con el resto.
Dado
que este hecho coincidió con que los responsables de las imágenes habían
detectado que el cuerpo del “mal ladrón” se encontraba decapitado en la chabola
de “las canteras”, ha servido para alimentar la teoría según la cual, Jesús
Torre pudo realizar un trasplante de cabeza del “mal ladrón” portugalujo al
nuevo San Pedro de Sestao.
La
comparativa entre las dos imágenes no aclara definitivamente nada, dado que en
caso de ser la misma, los arreglos de Torre serían numerosos. Desgraciadamente
Jesús Torre falleció hace unos años y no nos puede aclarar el misterio. Que
cada uno emita su dictamen. El mío es este:
2.-
La nueva tiene orejas y la vieja, al menos la izquierda, la tenía tapada por el
pelo. No sé si tallaría la oreja aprovechando el pelo.
3.-
Coincide el peinado con la raya al medio.
4.-
Coincide la mirada hacia el cielo.
5.-
La nariz parece más fina en la nueva, pero claro no se aprecia en la de Gestas.
6.-
Parece que tiene melenita, aunque Gestas tenía al menos un par de tirabuzones
que pudieran haber sido eliminados.
JOSE LUIS GARAIZABAL FLAÑO
Fotografías:
José Mari Ruiz y
Jose Luis
Garaizabal
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