martes, 5 de abril de 2011

RICARDO BALPARDA Y FERNANDEZ DE NOVALES (1841-1886)

Estamos ante un político fuerista contemporáneo de los también portugalujos Gumersindo Vicuña, Castet, o Benigno de Salazar, con los que coincidió en las Juntas Generales y en la Diputación. Nacido en la Villa, fue a vivir a Valmaseda siendo todavía muy joven, al trasladarse allí su padre en su ejercicio de notario. Es posible, aunque no lo sabemos, que su familia mantuviera aquí su vivienda pues muchos años después su hijo Gregorio Balparda y de las Herrerías, todavía tenía un piso en el Muelle Nuevo. Estudió en Madrid Teología, donde publicó su Discurso sobre la existencia de Dios, en Roma Literaturas Clásicas y tras abandonar la carrera eclesiástica, Derecho en Madrid, donde se estableció como abogado especializándose en cuestiones jurídicas relacionadas con la minería. Tras la guerra carlista, que le sorprendió en Madrid, publicó El libro del minero: compendio de legislación de minas vigente en España, siendo director de diversas compañías mineras como Orconera, Galdames, Franco-Belga y Luchana Mining. Su actuación política comienza con las Primeras Juntas Generales celebradas tras la guerra distinguiéndose como un ferviente defensor de las libertades forales y contra la derogación de los fueros vascos, siendo apoderado hasta 1877. En 1878 salio elegido diputado a Cortes y su primer acto fue interpelar al Gobierno sobre la situación en que quedaban las provincias vascas. Su enfrentamiento con el presidente del gobierno Cánovas del Castillo pidiendo la derogación de la ley de 1876, causó un fuerte impacto. Disueltas las Cortes se retiró a Bilbao donde murió a los 45 años de edad. Al igual que nos ocurre con otros personajes portugalujos no teníamos hasta ahora un retrato suyo, pero gracias a la información de Tomás Fernández, nos enteramos que existía un cuadro suyo firmado por Juan de Barroeta en el Museo de Las Encartaciones. Puestos en contacto con Javier Barrio Marro, su director, ha tenido la amabilidad de facilitárnoslo, por lo que lo presentamos hoy y lo podremos reproducir en próximas publicaciones. Sus medidas son de 89x117 cms. Goio Bañales, en su blog, ha puesto recientemente a disposición de todos la reseña necrológica sobre este personaje aparecida en la revista Euskal-Erría en 1886 de Felipe Alonso de Celada, que próximamente la incluiremos en la Biblioteca Digital Portugaluja.

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