lunes, 16 de julio de 2012

PEQUEÑAS NOTAS DE LOS 120 AÑOS DE LA HISTORIA DEL COLEGIO DEL CARMEN: CLASES EN EL CHALET VILLA CARMEN EN 1937-38





Seguimos con las notas facilitadas por Alex e Iñaki de la asociación ALCARAN del Colegio del Carmen, relativas a los 120 años y que en esta ocasión nos descubren que Villa Carmen, un chalet de Abaro, fue utilizado de parvulario durante 1937-38. A pesar de los documentos que nos facilitan no conocemos su localización, por lo que agradeceríamos cualquier información al respecto.
Adjuntamos también un plano del proyecto del chalet que Antonio Butrón construyó en Peñota y que es una muestra del rico repertorio de planos constructivos de esos años existente en el AHMP.

“Estamos en plena guerra civil. Una vez terminadas las acciones militares en torno a Bilbao, las hermanas que estaban en Barrika pudieron volver al colegio. El día 17 de agosto del año 1937, regresaron seis de ellas: Joaquina, Petra, Casilda, Evarista, Teresa y Guadalupe.
La casa, según la hermana cronista, “se encontraba en un estado lastimoso, sin agua, ni luz, ni nada de lo necesario”. Las hermanas se pusieron manos a la obra para adecentar la casa, pues el colegio, a causa de los bombardeos nacionales, -recordemos que durante la guerra el colegio fue cuartel del milicianos- estaba llena de escombros y casi sin tejado. Un mes tardaron en dejar un poco limpia la casa, pero cuando llegaron las lluvias las condiciones se volvieron tan malas que tuvieron que dejar el colegio de nuevo.
Dos de las hermanas, Casilda y Petra marcharon a Puente la Reina, lugar donde esta murió de una angina de pecho después de estar en Portugalete durante 44 años, quedando en la memoria de las hermanas como “modelo de observación y laboriosidad”. Las otras cuatro hermanas, a petición de Doña Genoveva Arisqueta, viuda de Rafael Chapa, se trasladaron a la casa que esta poseía en el número 4 de la calle Víctor Chavarri.
El día 15 de noviembre de 1937 los párvulos se trasladaron a la casa de Doña Genoveva llamada Villa Carmen. La generosidad de la señora hizo que se reanudaran las clases, pero las condiciones de la casa hacían difícil la labor docente pues la casa resultaba pequeña. “Con un biombo se hicieron las indispensables divisiones” y allí permanecieron hasta el 1 de octubre de 1938 que fue cuando regresaron al colegio”.

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