viernes, 5 de agosto de 2016

ENTREVISTA A JOSE MARI ALDAY, SEPULTURERO HACE UN SIGLO EN LA VILLA.



Ahora que estamos de veraneo y revisando los recortes de prensa de hace un siglo que nos facilitaron Karla Llanos y José Luis Garaizabal, nos hemos detenido en la entrevista que S. de Arisnea le hizo al sepulturero José Mari Alday, (en el recuerdo de algunos portugalujos queda la figura de su sucesor Maximiliano Galiana) con motivo de sus bodas de plata en el cargo, que se publicó en El Liberal de 23 de setiembre de 1927.

La entrevista se la hizo en su taller, recinto abierto al cielo, y lo describe como de cuerpo magro y enjuto, de escaso vigor físico aparente; rostro cetrino y rugoso, donde la vejez prematura ha trazado surcos indelebles y profundos. Tenía entonces 43 años y llevaba 25 años perteneciendo al “Cuerpo de Archiveros de la Humanidad”, donde ingresa todo tipo de ejemplares que una vez identificados y catalogados van a parar a sus estantes correspondientes.
Relata su historia familiar y sus recuerdos “profesionales”, que empezaban: Me “alcuerdo” del primer enterramiento que hise cuando me nombraron “efectivo”. Fue la hija del chófer de los Chávarri. Y el segundo, la mujer de aquel carabinero que se ofreció voluntario “pa” fusilar a “Sorrilla”, el que mató al sargento. Desde aquí estuve viendo el fusilamiento; a la tapia me subí "pa" poder ver.
Y entre los nombres de su libro de registros: Marqués de Casa Torre, Enrique y Gonzalo Salazar, Miguel Loredo, José Manuel Zubeldia, Marcelino Amenábar, Enrique Areilza… O en el “cementerio civil”: Gregorio Urraza, Saturnino Zabala, Lino Gutiérrez, “el americano”, Juan José Conde-Pelayo, su hijo político Pepe Tejada, Aquilino Ruiz Poza, Daniel Lanzagorta, vendedor de periódicos, demócrata consecuente, que puso fin a su vida disparándose un tiro de revólver… Sin olvidar los ahogados en naufragios, un sueco, un inglés, un griego, un alemán, …


Dado el gracejo que rezuma la entrevista la hemos recogido íntegra que se puede leer perfectamente ampliando un poco la imagen.

1 comentario:

  1. Josu Loroño recuerda que al cementerio solía llamarse "La huerta de José Mari".

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